Estamos hechos de Amor

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Antes de acostarse los argentinos se vieron obligados a seguir la rutina de Skincare de Heung-Min y luego utilizar pijamas iguales, menos Enzo y Julián a ellos dos les toco usar pijamas de parejas como lo establece las reglas en Corea. 

Un pequeño Sonny comenzaba a sentir que los recuerdos de su niñez ya no dolían tanto, un parchecito cubría esas heridas con los nuevos recuerdos que estaba creando gracias a la llegada de los chicos.

Cerca de la madrugada acomodaron en el piso varias mantas, porque a pesar de que la cama era tamaño king size seguía siendo pequeña para que 5 hombres adultos durmieran juntos y el egoísta de Cristian no quería que nadie estuviera demasiado cerca de Son. Principalmente Enzo, que para su desgracia Juli no hacia ningún esfuerzo por poner límites al pegajoso de su novio, solo un milagro lo podia ayudar.

A la mañana siguiente un arrepentido Heung-Min iba esquivando los cuerpos desparramados en el piso, sintiendo una profunda envidia al verlos descansar plácidamente mientras que el apenas podia mantener los ojos abiertos y para completar su mala suerte estaría en el banco de florero. 

Evidentemente su malhumor iría empeorando a medida que la hora avanzará. 

Cristian despertó perezosamente y al no encontrar a Son acurrucado a su lado se enderezo rápidamente pisando a sus compañeros sin ningún tipo de cuidado. El temor de haberse perdido el partido abandono su cuerpo en el mismo instante que encendió la tv y puso el canal de deportes. Al rato apareció Nahuel refregándose los ojos siendo perseguido por el par de enamorados.

Al parecer los cuatros compartían la misma neurona cuando se trataba del fútbol y aunque en toda la trasmisión nunca entendieron al relator, el marcador al finalizar el encuentro fue muy claro, Peru les había ganado.

El cordobés espero atento a que la camara enfocara a su persona favorita, miles de pensamientos cruzaron a su cabeza, Sonny siempre cargaba con el peso de la derrota, por más que no haya jugado el saldría a dar la cara por todo el equipo pidiendo disculpas a los aficionados. Lo que no se imaginó es que la imagen del número 7 aparecería con una gran sonrisa saludando a un desconocido de lo más tranquilo, restándole importancia a lo que sucedía a su alrededor.

Cristian mantuvo su rostro serio, para sorpresa de sus compañeros tampoco insulto, simplemente apagó la pantalla y se dirigió a la cocina. En realidad, no tenía hambre necesitaba urgentemente mantener la cabeza ocupada.

Preocupado por esa extraña reacción los argentinos aguardaron en la puerta la llegada del coreano, no podían dejar que estos dos solucionaran sus problemas solos sabiendo lo idiota que eran para comunicarse. Los malentendidos abundan entre ellos.

 Cuando Son regreso cargado de bolsas, lo llevaron casi a la arrastra donde Cuti sin darle ningún tipo de explicación.  Extrañamente Cristian se mantenía sumido en sus propios pensamientos mirando al techo sin darse cuenta de la llegada del dueño de la casa.

Estando en la habitación echo una rápida mirada alrededor percatándose de los bolsos acumulados en el rincón, recurriendo a su tipica sonrisa ignoro la sensación de tristeza que inundo su alma. 

-Supongo que es el adios- murmuro distraído-.

-Lo decís como...- Romero se enderezo de la cama sin comprender esa frase. Disminuyo la distancia entre ellos para asegurarse de que sus presentimientos estaban mal fundado- como si fuera la última vez que estaremos juntos, Sonny ¡mierda! ¿pensas quedarte aca?

-Esta operación cambio todo.

-No saques conclusiones, espera al médico.

-Me duele Cristian, tengo derecho a sentir dolor.

Todo Por una CamisetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora