Ramón estaba muy feliz, había ido a una feria con todos sus compañeros de clases y cada uno había ganado algo. Él ganó un bigote falso que le parecía muy gracioso. Fue corriendo a mostrarlo a sus padres, fit se veía muy contento ya que se parecía mucho a él cuando se había dejado el bigote, spreen le felicito diciendo que era muy buen bigote y lo hacía verse más grande.
Todo era tranquilo hasta que llegaron a casa y spreen dijo que debía irse a trabajar. Fit estaba enojado, le recriminó por no poder estar ese día con ramón, que él había planeado una noche en familia que nunca tuvo y ni eso pudo darle. Spreen se defendió diciendo que debía trabajar para poder darle a ramón las cosas que necesitaba, las cosas que lo mantendrían vivo. Los gritos cada vez se hacían más fuertes y ramón seguía al lado suyo.-¡ramón anda arriba! - grito spreen.
-¡no le grites a mi hijo!
-¡también es mi hijo y lo trato como quiera!
Ramón fue corriendo a su cuarto, se sentó detrás de la puerta y lloro mientas abrazaba su bigote añorando volver a ser una familia como en la feria.