ཌᖫEl corazón de Freyaᖭད

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☆࿐ཽ༵༆༒ Capítulo 9 ༒༆࿐ཽ༵☆

"Human emotions are a gift of our animal ancestors, cruelty is a gift Humanity has given itselft"

Hannibal Lecter

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La Runa del Vacío adquiere su poder robando otros, su portador no recibe ninguna marca pues es La Nada. No se le bendice con un don elemental, sino que se le otorga la habilidad de absorber la magia de las demás runas. Para ello debe drenar la energía arcana del corazón de otro brujo o una Viuda de Sangre. Hiden planeaba alcanzar el mayor poder posible a cualquier precio, todo valía su propósito.

El rey había elegido su primera víctima, su alma se corrompía a medida que la obsesión por la venganza crecía en su interior petrificando su corazón y devorando lo que quedaba de su humanidad. Su aprendiza Freya, portadora de Hechtex, la Runa de las Tormentas, se encontraba ahora frente a un monstruo que solo buscaba arrancarle el corazón.

 Su aprendiza Freya, portadora de Hechtex, la Runa de las Tormentas, se encontraba ahora frente a un monstruo que solo buscaba arrancarle el corazón

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Freya era una muchacha alta, con un cuerpo bien tonificado y atlético. Su cabello era rojo como el pelaje de un zorro extendiéndose hasta la mitad de su espalda. Su cálido rostro estaba moldeado por el Sol del bosque, pero aun así sus mejillas se las arreglaban para enrojecerse y enriquecer su natural hermosura.

Era una excelente cazadora, toda la piel de su cuerpo estaba marcada por las heridas de las aterradoras bestias salvajes de Skarletwood, de este modo las cicatrices tallaban su perfil derecho, frente, pómulo y mandíbula, pero nada de eso podía robarle una sola gota de belleza, era como una diosa nórdica.

El mayor misterio que guardaba su rostro era su ojo derecho el cual ocultaba tras un parche durante el día. A la caída del Sol revelaba su secreto, poseía el ojo amarillo de un Lobo —fuérase éste el regalo de un viejo hechicero que desapareció hace más de cien años— que le proporcionaba visión nocturna aumentando su pericia en las oscuras noches de Skarletwood.

Su atuendo constaba de una piel de lobo negro a forma de capa extendiéndose sobre sus hombros hasta tocar la flexura de sus piernas. Este manto se sellaba en su pecho a través de un collar con tres cráneos de cuervo, de los cuales emergían vendas ciñendo sus senos hasta unirse en la línea media de su espalda.

Una pieza rasgada de cuero vestía sus caderas, atadas por un cinturón que hacía ver aún más delgada su fina cintura. Las piernas hallábanse vendadas con una serie de cuerdas fabricadas al surtir la piel de sus presas, dejando descubiertos su metatarso para correr más rápido que cualquier depredador y así compitiendo con las más letales bestias en toda la Tierra.

El brazo derecho estaba libre para usar su lanza de ébano, mientras el izquierdo se hallaba protegido por huesos atados sobre su deltoides a modo de armadura. Sus marcas de bruja estaban grabadas sobre el abdomen a ambos lados de la línea alba, y el sello maldito atravesaba por su pecho para dividirse sobre el esternón en dos flechas que se abrían en dirección a sus caderas simbolozando el recorrido de un relámpago a través de su cuerpo.

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⏰ Última actualización: Mar 10 ⏰

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