Las Flores Marchitan

𖠅El Demonio en la Ventana𖠅

☆࿐ཽ༵༆༒ Capítulo Cero ༒༆࿐ཽ༵☆

"y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese"

Apocalipsis 12 - 4

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Mi nombre es Aaliyah, tengo 17 años y vivo en Nueva Josen, un vestigio de la sepultada ciudad de New York -se encuentra sentada con sus piernas tensas pero con la intención de subirlas y hacerse un ovillo. Su mirada angelical se escurre cuidadosamente al suelo, guardando entre sus pestañas los recuerdos de un pasado en el que no había existido.

Nueva Josen, cementerio de almas. Alguna vez fue gloriosa, en serio lo era, antes de que el uso de la ciencia en pos de la ambición del hombre terminara destruyendo al planeta y a la mil veces maldita humanidad. Somos un lamento de lo que alguna vez fuimos -hace una pausa para interrumpir con un suspiro el aire que roza sus cuerdas vocales. La dulce voz de una niña rompe el silencio y atrapada en su habitación fija las pupilas en su reflejo, único locutor de sus palabras:

Las personas no siempre cuidan lo que tienen, sino lo que necesitan, una vez que han cambiado sus necesidades cambia el valor de su lealtad, de su atención. Los hombres dejaron de necesitar este mundo tal como era y comenzaron a preocuparse por reinventar uno mejor. Pero las necesidades también van y vienen sin control, y es que un nuevo mundo necesita del viejo.

La vida es extrañamente curiosa y tiene su propia forma de aprendizaje: hay que sufrir para apreciar la felicidad, se necesita ruido para disfrutar del silencio, y hay que perder algo para medir su valor. Esta es la manera en que muchos, solo existimos hasta comprender lo que significa vivir. Y en estos años, nos hemos perdido a nosotros mismos -sus secos labios se retraen al interior de su boca para consolar la reflexión de un alma defraudada, esboza una sonrisa invertida y se levanta del suelo.

Todo es bueno al comienzo, la maldad nace de la luz cuando se rompe la inocencia, todos somos buenos al nacer, es la manera en la que crecemos quien dicta nuestra moral, y no es un hecho que buenos padres educan buenos hijos. Así como escorpiones crecimos inconformes, rebeldes, egoístas. Todo comenzó tocando cielo y luego fondo -Aaliyah se detiene para abrir la ventana.

Sus ruborizadas mejillas se empalidecen con la caída de la noche. Afuera la atmósfera engulle las copas de los rascacielos devorando los haces de luz que con dificultad se refractan en la superficie, la bruma tempestuosa ofrece la visión de un cielo cerrado en polvo cósmico.