Capítulo 05

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—Ow —dijo V'Perth mientras yacía en atontada incredulidad. Todo su ser dolorido por sus heridas, pero vamos, él había sufrido palizas mucho peores que esta.

De todos modos, este "real" cuerpo físico dolía tanto que no podía hacer nada más que sacudirse por el peso del dolor.

La única cosa que lo hacía soportable era la presencia de Chimon. La suavidad de su cuerpo sobre el suyo.

Y rápido, junto con ese pensamiento llegó el que si Chimon había logrado traerlo aquí, los demás los seguirían para reclamarlo.

V'Perth no tenía ningún miedo por él, sólo que ellos vinieran mientras estuviera demasiado débil para protegerlo.

—¡Oh mi Dios! Eres tú. ¡Realmente eres tú!

Chimon se estiró y tocó su hinchada mandíbula donde una de las criaturas lo había golpeado con fuerza. Le apartó el pelo de su frente y lo sorprendió la asustada mirada en sus ojos antes de que él pudiera esconderla.

Incluso aunque las contusiones y cortes estropeaban su rostro, nunca había visto nada más espectacular que V'Perth vivo y en su cama.

Él era humano.

Chimon no sabía como lo había conseguido. Tal vez fue su determinación combinada con los poderes de él que habían estado forzándolo a que se alejara. Quizás fueran muchas cosas.

Pero todo lo qué importaba ahora mismo era que él estaba aquí. Que no era un sueño.

V'Perth era un verdadero-hombre-vivo.

—Tengo que salir aquí —dijo él, intentando levantarse. —No pertenezco aquí.

No, él pertenecía a sus sueños, y aún así...

Estaba en realidad aquí. Con él.

—¿Estoy sangrando? —preguntó V'Perth, mirando su brazo con incredulidad. —¿Esto es sangre? Esto es sangre. Estoy sangrando.

Chimon asintió, tironeado entre el deseo de llorar por sus heridas y reírse a carcajadas por que de algún modo había logrado traerlo con él.

—Tengo que conseguirte un doctor.

—¡No! —. Él se estremeció. —No se supone, que yo esté aquí. No soy...

V'Perth hizo una pausa.

—No soy humano —. Él cerró sus ojos para tele-transportarse él mismo a casa. No funcionó.

Una y otra vez lo intentó, y una y otra vez falló.

Su corazón palpitaba. Habían sido incalculables milenios desde que había andado en el reino mortal.

Había olvidado cómo era vivir en este mundo. El resplandor de los colores y la agudeza de los sonidos y olores.

Chimon se deslizó de la cama y desapareció mientras él intentaba poner todo en orden. ¿Cómo podía estar aquí donde Chimon podía verlo?

¿Cómo podía sangrar sangre verdadera?

Tenía que ser que su esencia de semidiós había sido drenada de él durante su paliza.

El único modo de matar a un dios era quitarle todos los poderes, que era lo que el Skoti había estado haciendo. La mente de Chimon debía haber encontrado algún modo de traerlo del umbral en ese último momento antes de que él muriera.

Debería estar en Tartarus ahora, pagando por sus crímenes por el resto de la eternidad. Pero de algún modo Chimon lo había salvado. De algún modo lo había traído aquí. No había ninguna otra explicación.

C) PerthChimonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora