Capítulo IX: Angustia

46 12 7
                                    

Estaba todo cubierto de sangre.

Sus brazos goteaban el líquido rojizo.

Se sentía cada vez más desenfrenado. Como si esta masacre no se detuviera. Como si no pudiese evitarlo, aunque quisiera.

¿Por qué gritaba? ¿Cuál era la razón de tanta angustia?

Dolía, su pecho dolía.

Quería seguir destruyendo a sus adversarios. Quería hacerlos añicos.

Su cuerpo no respondía. Su mano tomaba un arma familiar, aunque no podía entender el por qué la sentía parte de sí.

Su propia visión era rodeado por sombras, por lo que no podía ver...

Y aunque quisiera verse... Algo le suplicaba que no lo hiciera.

.

.

.

------------------------------------------------------

Cortó. El filo de su espada se manchó de aquella apestosa sangre.

Despedazó. Sus manos pálidas arrancaron las extremidades sin problemas.

Amenazó. Sus brillantes ojos ámbar ardían sumidos en ira.

Tomó un respiro apenas sintió como el aire frío lo acariciaba en un intento de calmar la tormenta de sus pensamientos. Cuando notó que no quedaban adversarios, la cinta blanca envolvió la extensión de su poder.

Sus ojos se cerraron brevemente, una sensación de desasosiego era lo que menos esperaba recibir a cambio. Un sentimiento tan ajeno a la diversión que le provocaba normalmente.

Algunos copos de nieve adornaban las calles solitarias de Karakura, comenzando la fría y dulce noche de un día de semana. El invierno, tan helado y nostálgico, que en esta oportunidad abrazaba con cierto desdén a los nativos.

¿Cuánto tiempo había durado? No lo sabía. No lo quería saber tampoco. Le molestaba pensar en sí se había retardado o no.

Se apresuró en dar la vuelta y con movimientos rápidos como el sonido para volver donde estaba Ichigo. Esa secuencia de sus acciones se había vuelto repetitivo: salir, matar hollow, volver y encontrarse frente a frente de la realidad.

Dudó varios segundos si entrar por la ventana que daba directamente al cuarto del adolescente, pero solo anticipó los contras. Se decidió por otra entrada, siendo lo más sigiloso posible en su forma gatuna. La casa estaba en silencio, todavía no se habían despertado.

Cambiando nuevamente a su verdadera forma, se quedó quieto a varios pasos alejado del chico. Toda la visión que tenía ante él, era simplemente enfermiza.

Piel pálida, ojeras enormes, hendiduras en sus mejillas y un silencio sepulcral. Si no fuera por la respiración costosa que surgía de sus fosas nasales, podía parecer una trágica escena.

Apretó sus puños con demasiada fuerza. Su mente solo hizo retroceder al momento en el que el pelinaranja se le desvaneció en sus brazos, y todo había ido en picada. Aún recordaba la escena como si la estuviera viviendo allí mismo, y la verdad... habían pasado tres días de eso.

Ichigo volvía a la noción de sus sentidos por poco tiempo y, cada vez que lo hacía, iba directamente al baño y vomitaba... Lo poco que había comido, una cantidad de líquidos, y para empeorar: sangre.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 30 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Fear Yourself [Bleach Yaoi • HichiIchi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora