彡𝘈𝘭𝘦𝘹𝘪𝘵𝘪𝘮𝘪𝘢彡

2.2

Londres, Central de la FEMF.

Habían pasado ya varios días desde la incorporación de la James a la central, esta se había unido muy rápido, empezando ya con su trabajo no había tenido apenas tiempo de interactuar con los miembros de la central.

Apenas y veía o hablaba con Chris, las pocas veces que le veía era cuando este le buscaba para sacarle de su laboratorio/taller para llevarla a comer cosa que era lo único que podía distraerla de sus proyectos.

El Coronel ya harto de que le «ignoren» decidió tomar medidas drásticas.

Entrando como un torbellino en la sala donde se encontraba su objetivo, la pillo por sorpresa al cogerla y ponérsela en su hombro como un saco de patatas, ganándose un ruido de indignación de su rehén.

-Aprecio no tener que caminar, pero me gustaría saber a donde me llevas.- Dejándose llevar, no puso resistencia y dejo que su cuerpo se relajara. -No es que me queje de la vista- picho el desde su puto de vista muy cercano culo del Morgan.- Uy lo tienes durito.- lo pellizco fuerte ganándose una palmada en el trasero como advertencia.

Con una sonrisa altiva Chris dejo su mano posada en el dulce y abultado culo de Perse. -Todo en mí es un espectáculo a la vista nena, pero vuelve a hacer eso y no me contendré.- Enfatizo al darle un apretón a la nalga debajo de su mano, llevándose como resultado una suave patada en su estómago. -Y a donde vamos es a que socialices con la gente, llevas demasiado tiempo encerrada y apenas te veo, si no fueras por la comida pensaría que eres un fantasma.- Siguió su marcha hacia el comedor de la central sabiendo que si se llegaba a reusar o escapar la comida de esa sala la retendría.

Gruñendo, apoyo las manos en la espalda del Morgan subiendo su torso. -No me gusta la gente, no me gusta socializar y ahora mismo no me gustas tú.- termino para dejarse caer como un cadáver, con las manos estiradas.

-Eso, es una mentira muy grande, te gusto y aunque por lo normal estaría de acuerdo contigo en cuanto a socializar. He tenido una mosca cajonera detrás de la oreja exigiéndome que te saque de tu trabajo para conocerte y ya no lo aguanto más, si yo sufro por su culpa te llevo conmigo nena.- Termino recordando lo pesado e insistente que habían sido Simón y Patrick para conocer a la mujer que habían visto con Chris.

Patrick era un chismoso siempre quería saber todo y cuando no conseguía eso llegaba a ser muy cansino y en cuanto Simón... era más por molestar que otra cosa. Estaba harto de ese par de entrometidos y por el bien de su salud mental y la integridad física de esos dos iba a cumplirle el capricho al par de cotorras que tenía como ¿amigos?.

Además sabia que esos dos no estarían solos, tenía la sensación que la mujer de Patrick, Alexa, estaría ahí también y lo más seguro es que Laila también.

Llegando a su destino, el Coronel se abrió camino hacia su objetivo sin importarle las miradas que le dirigían por la situación, no todos los días ves a tu Coronel llevar a una mujer en su hombro como saco de patatas y más si este era un cabrón y frío como el Ártico.

Encontrando a Patrick con su compinche al lado se dirigió a su mesa donde encontró a Alexa, Laila, Brenda y como no Luisa. No estaba contento con los intrusos, sobre todo con esta última, la encontraba absurda y prescindible. Demasiado lameculos de la Teniente James.

Una vez a la altura de la mesa, dejo suavemente a Perse en el suelo, puso sus grandes manos en el hombro de esta y la empujo levemente para presentarla. -Aquí la tenéis, a ver si dejáis de romper ya las pelotas.- fulmino con la mirada a sus dos supuestos amigos, sin pasar por alto la mirada de desagrado que dio la pareja de Simón, por lo visto ser tan lamebotas de la Teniente incluía su desagrado hacia la mujer delante de él, sabía todo sobre la relación de la Teniente y su madre hacia Perse y eso solo hizo que él le causara asco y furia hacia las dos mujeres y se veía venir el aumento del desagrado hacia Luisa. -Luinguini, Milles esta es Persephone James, Perse esto son los dos estorbos que no han dejado de insistir en conocerte.- presento para ganarse una mirada de indignación de parte de Patrick.