Capitulo 6

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Los días siguen su curso, la gente se desespera por las noticias de su rey, les es extraño que aquel que tiene su rostro actúe como si no supiera nada de ese mundo.

Cuando se dio luz verde a las siguientes actualizaciones, los mundos volvieron a caer. Nadie se explicaba porque sucedía eso. Mientras yo en mi gran castillo negro reía ante la estupidez de ellos, era tan obvio lo que sucedía, pero ninguno sabía cómo pararlo y enviaron a mi creador a averiguar que sucedía, como era su costumbre.

Ahora que él estaba fuera, me di la libertad de volver a Underwold, no me preocupaba dejar el plan un instante en manos de mis subordinados, tenía que conseguir algo en particular de este lugar.

Cuando llegué lo primero que hice fue volver a ponerme mi atuendo de rey, era quizás demasiado llamativo pero tenía que usarlo. Había una especie de profecía en la que la gente sabría que sus reyes volverían porque estarían vestidos de esta manera tan extravagante.

No fue necesario esconderme esta vez, me tomé la libertad de pasear por la Catedral dejando que todos me vieran, muchos se arrodillaban al verme y otros empezaban a gritar

— ¡Su majestad el rey estelar esta de regreso! —

La voz se corrió como la pólvora antes de poder frenarlo, pero no me importaba realmente, serviría para darle a la gente un aviso después.

Mi primera parada fue la escuela de formación de pilotos y el cuartel general de los mismos. Tenía que hablar con alguien ahí.

Nadie se interpuso en mi camino más que para guiarme a donde debía ir.

Una oficina ridículamente grande, con demasiadas decoraciones y una vitrina donde estaba el uniforme de gala de a quien quería ver.

Siempre me pareció una broma horrible que el sistema decidiera que sería divertido darle el aspecto de aquel que fue mi mejor amigo y la pérdida más grande de mi vida.

—Ya vuelto al fin su majestad, ha pasado mucho tiempo—

Joder que incluso su voz era similar, pero al final del día tenía que aceptarlo.

—Eolyne Herlentz, quien lo diría, eras un niño la última vez que te vi y ahora eres el capitán de los pilotos—

El muchacho se río, aún mantenían sus ojos escondidos detrás de su máscara y agradecía que lo hiciera, se que si viera su rostro por completo solo sería un recordatorio constante de mis fallos.

Eolyne camino a través de su oficina para sentarse frente a su escritorio, parecía demasiado feliz de verme.

— Sabía que volverías un día, debo decir que el que enviaras a esa... Version, tuya incompleta me tomó por sorpresa ¿qué estabas pensando con eso? —

— Se que debes tener cosas que contarme, pero quiero hablar de eso primero, es algo importante —

La sonrisa de Eolyne desapareció cuando escucho mi tono de voz serio, posó sus manos sobre su escritorio tomando una actitud más seria con respecto a eso. Yo por mi parte me senté frente a él.

— Se que el muchacho puede parecer buena persona, y lo es hasta cierto punto pero el problema es que él es una copia mía, el no tiene ni idea de lo que se hizo en todo este tiempo —

—Aunque parece que sabe al menos lo básico de este mundo—

—Él solo tiene algunos recuerdos, pero el no tiene idea de lo que le puede suceder a este mundo y dudo mucho que coopere—

— ¿Que es lo que desea que hagamos con él, su majestad? —

—Van a hacer dos cosas Eolyne, la primera, no lo involucres en la situación del cambio de mundos o los problemas más grandes—

—¿Y que más? —

— No le hables de mi, ni de la reina ni del consejo, ese chico solo es un visitante común Eolyne y no puede saber nada que no necesite—

— Eso será un problema, ya sabe de Istar y del descendiente del emperador—

—Lidiare con ellos, pero antes tengo que hablar con el pueblo, tienen que saber que aun estoy aquí, y que hay un impostor—

—Dame media hora, reuniré a todos fuera de la Catedral—

— Suficiente tiempo para lidiar con algunas cosas—

Eolyne se marchó de la oficina, yo desaparecí tiempo después, tenía que buscar a la cucaracha y terminar el trabajo antes de que ellos vuelvan al mundo.

La media paso tan rápido que lidiar con ambos problemas fue bastante rápido, Eolyne me encontró después de que terminara de jugar con las memorias de Istar, ese pequeño rebelde que quería ser más que un dolor en el trasero.

— Bueno, eso confirma que es usted, su majestad—

Fue lo único que me dijo antes de que ambos partieramos a la Catedral, en aquel balcón donde solían pararse los reyes, o la antigua sacerdotisa, a dar algún aviso o felicitación.

Había olvidado cuanta gente estaba aquí, puede que hayan nacido más personas en el tiempo que estuve fuera, todos estaban en silencio esperando a que hablara.

— Gente de Underwold, les agradezco venir, se que tienen dudas, y les responderé todas las que pueda. La principal es que mis planes fueran de aquí aún no terminan, pero el camino que queda es mas corto y verán los resultados pronto, Underwold pronto no tendrá nada que temer—

La gente vitoero en alivio antes de volver a callar, sabía lo que querían saber después.

— Y la duda más importante ¿Quién es el clon que vino hace poco? La historia es muy larga, pero él es una versión mía, y esa versión no tiene tanto conocimiento y recuerdos de este mundo como yo, por lo que si ese doble viene, no lo ataquen ni le digan mas de lo que necesita saber, si no tiene mi corona, entonces él no es su rey—

Continue hablando con el pueblo, tratando de calmar sus miedos y logrando convencerlos de que el doble no debería estar aquí.

Después del discurso al pueblo tuve una reunión con Eolyne y algunos importantes mandos, quienes me decían todo lo que él doble hizo en ese tiempo.

— Y eso es todo mi señor, el doble ha hecho esos cambios—

—Quiero que eliminen todo eso. Destruyan todo rastro de que el estuvo aquí—

— ¿Y que hay de las chicas mi señor? ¿Qué debemos hacer con ellas? —

Es cierto, Tieze, Ronye, Selka y los otros podrían ser chivatos soplones, y se que ellos no estarán de acuerdo con mis ideas

—Congelenlas otra vez, y esta vez quiero que cierren los pasos a los pisos donde estén, no descongelen a nadie si no es completamente necesario —

Nadie hablo por un tiempo, quizás pensando en lo radical que es la idea, impaciente por una respuesta de ellos empecé a hacer algunos golpes a la mesa con los dedos, ellos parecieron captar la indirecta.

—Si esos son sus deseos mi señor, se hará—

Eolyne no dijo nada al respecto pero me miraba muy confundido, hasta que di por terminada la junta, me hubiera gustado quedarme más tiempo pero Kayaba trato de contactarme, sea lo que sea que quiera, debe ser importante

— Hay problemas fuera, es todo por hoy, nos reuniremos otra vez la próxima vez que venga, quiero que me informen de todo lo que haga el doble si es que aparece, y de todos los que vengan con el—

El consejo accedió y se despidió, y mientras yo tuve que ir con Kayaba a ver que quería.

—Habla Kayaba, ¿Que sucedió? —

—Es el chico, está descubriendo que es lo que está pasando —

I wish I could be he Donde viven las historias. Descúbrelo ahora