TOMARÉ TODO TU DOLOR (TulHin)

CAPÍTULO 18

        ESA PERSONA TIENE QUE IRSE

En este momento, todos los que están al frente de la mansión Metthanan solo pueden abrir sus ojos con sorpresa mirando al niño de 13 años que está señalando la cara del joven alto que se encuentra perplejo. Además de gritar ruidosamente, por lo que el tema sobre despedirlo se podía escuchar por toda la casa sin nadie que pudiera hacer nada, sólo pueden mirar a la persona que ha tomado esa decisión.

—¡¡¡¿Cómo es que sigues parado delante de mi?!!!

—Kuhn... Kuhn Tin, no me eches...

—¡No quiero escucharte! ¡Lárgate ahora mismo! ¡No quiero ver tu cara!

Él prepotente niño continúa insistiendo histérico, no los escuchará, no está dispuesto, por lo que el trabajador que intentó ayudar, tuvo que guardar silencio por miedo a ser el próximo.
Y ni siquiera saben si la señora también los despedirá como planea su hijo, especialmente cuando el dueño de la enorme herencia, es este niño.

—¡Hin! ¿Qué te sucedió?

En ese momento, Gornhin se sobresaltó y se volvió hacia el lugar donde provino la voz, para darse cuenta que es su madre quien vino corriendo a su lado en cuanto se enteró de lo que estaba sucediendo.
Sus ojos miraban la herida, pero este no es el momento de preocuparse por eso, sino por el niño al cuál no le interesa la situación en la que se encuentra su hijo.

—Kunh Tin me está despidiendo mamá.

—Kuhn Tin... Kuhn Tin, por favor no haga eso. Por favor no despida a Hin...

La cocinera se giró para mirarlo y pedirle suplicante, pero al chiquillo no le interesa.

—¡¿Por qué no puedo hacerlo, eh?!

—Hemos trabajado por más de 10 años en esta casa. Por favor Kuhn Tin, no sea
egoísta... Por favor no eche a Hin. Kuhn Tin puede reducir nuestro salario, pero por favor no haga esto.

Gornhin sostiene los brazos de su madre con fuerza. Él le quiere decir que si alguien tiene que ser responsable, él debe ser el único, pero los ojos del niño le indican que no lo escuchará, además está demasiado mareado para pensar en las mejores palabras.

—¡Entonces, ambos pueden irse!

—Kuhn Tin, mi madre no tiene nada que ver con ésto. Ella no está involucrada.

Estás son las palabras que Stone dijo mientras se paraba frente a su madre,
sacudiendo su rostro vigorosamente con pánico.Toda su familia ha trabajado en esa casa durante más de diez años, él no quiere ser la razón por la cuál sus padres pierdan el trabajo de esa manera. Y eso hace que la persona respire pesadamente.

—Kuhn Tin quiere que me vaya, ¿Cierto?

—¡Huh!

—Me iré, pero por favor no eches a mi madre.

—¡!Rocky!!

La madre lo llama en voz alta, sostiene con fuerza los brazos de su hijo por qué sabe que aparte de aquí, su hijo no tendría un lugar al cuál ir, ya que toda la familia trabaja aquí, duermen aquí, comen aquí, y su salario depende de esa casa.
Tampoco tienen parientes a quienes confiarlo. La única persona que los ayudo a tener el trabajo fue Kuhn Try. Si Gornhin se va... ¿A dónde irá?

—Mamá estaré bien.

El joven apretó su mano un poco más fuerte que antes. No quiere arriesgarse a que toda la familia sea despedida. Al menos si el era el único, podría esperar a que Kuhn Tin se tranquilice y más tarde podría disculparse o en el peor de los casos pedir una semana de plazo en lo que encuentra un lugar al cuál irse.
Aunque este pensamiento no hizo que su rostro mejorara.
Él está preocupado por Kuhn Tul. Además no sabe si él lo ayudaría... Por qué Rock tán solo es un consuelo en su cama. El Joven apretó los dientes con esa idea. Ahora no puede hacer nada, el pequeño jefe está molesto con él y sabe que no le pueden negar nada.