TOMARÉ TODO TU DOLOR (TulHin)

CAPÍTULO 31

            REGRESO A LA REALIDAD

La felicidad es algo que siempre pasa tan rápido.
Y eso es algo que el Sr. Pathapee sabe de sobra que siempre ocurre y, ésta no es la
excepción.

Los tres días y sus noches se esfumaron sin darse cuenta, y apenas al despertar, se
encontró con que el viaje para celebrar su cumpleaños había llegado a su final; así
que después de empacar sus pocas pertenencias y salir del hotel, el elegante auto japonés ya se encontraba camino a Bangkok, despertando a Gornhin de su dulce sueño y embarcandole a la dura realidad.

A la triste realidad en que no es más que un simple sirviente, y Kuhn Tul es su jefe; y no importa cuántas veces vuelva a dormir y despertar, ese echo no cambiará.

¿Sucede algo Kuhn Tul?

Pero antes de que entren a los territorios cerca de la mansión, el auto se detuvo al
lado de la carretera, lo que hizo que el sirviente se volviera hacía la persona que
insistió el mismo en conducir de regreso y mirarlo a los ojos, los cuales se ven
tranquilos a primera vista, ¿pero como él no sería capaz de saber que algo le ocurre?

—¿En qué estás pensando? —Preguntó Tul

Los ojos de Hin habían estado sombríos todo el camino, y eso es algo que Tul se
había dado cuenta desde que habian salido del hotel.

—No... es nada. Solo pienso que tengo que agradecer a todas las personas que
trabajaron por mi todos estos días.

Gornhin se negó a revelar sus verdaderos pensamientos, pero al ver la mirada del
otro, el chico le dió alguna razón en su lugar, pero aunque la respuesta es cierta,
parece algo extraña, haciendo que el otro se ría.

—¿En verdad?

Khun Tul arqueó las cejas como una señal de que se necesitaba una mejor excusa

—"..."

Pero la persona que tenía que contestar no sabía qué decir, porque si decía más, Hin tenía tanto miedo de las palabras que saldrían por su boca, que le dictaban su
corazón; una verdad que no tiene que revelarse en absoluto.

"Eso es suficiente, ésos tres días fueron suficientes para hacerme realmente feliz y mantenerlos como un hermoso recuerdo por el resto de mi vida."

Stone pensó para si mismo mientras el corazón en su pecho gritaba y lloraba tan
fuerte que se forzó a tragar el dolor y eso hizo que la persona a quien pertenece...
sonriera.

Una sonrisa que el sirviente no se atreve a interpretar, pero de pronto el dolor se
transforma en miedo, ya que...

*Sorprendido*

El joven maestro estiró su brazo para sostener su nuca y acercarlo a él, mientras se inclina rápidamente para acercarse a su rostro y apegar sus labios en los del hombre que no se atreve a decir la verdad.

Un beso que hace arder su corazón.
Un beso que no expresa ningún tipo de deseo como el día anterior; sino un beso que expresa las palabras del hombre que siempre ha sido cruel diciendo...

"Estoy aquí".

No es un beso dulce ni es un beso suave, solo son el par de labios unidos, pero la
sensación que golpea su corazón es suficiente para humedecer sus ojos y sonrojar su nariz haciendo latir su corazón con tanta fuerza, provocando que sus ojos se cerraran y absorbiera el toque íntimo tan profundamente, que sus manos rodearon los hombros ajenos hasta que el otro hombre se alejo muy lentamente para unir sus miradas.

—Incluso si regresamos a casa, todo seguirá igual.

Solo Hin sabía cuánto deseaba que esas palabras fueran verdad. Las palabras que
prometían que incluso si el viaje de cumpleaños terminó, su felicidad no terminaba.