Capitulo dieciséis.

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El ambiente luego de esa charla se sintió nostálgico, nadie dijo nada y solo nos quedamos ahí, tendidos sobre esa manta mirando las estrellas y tomando en silencio. Sin embargo no fue incómodo, ambos estábamos en nuestro propio mundo reflexionando sobre nuestro pasado, y de alguna manera se sentía bien no hacerlo sola.

Por supuesto que sabía que dejar a Abraham no fue la mejor elección, pudimos haber hecho un montón de cosas para arreglar lo nuestro, sin embargo no me arrepentía. Si tenía que volver a hacerlo lo haría todo de nuevo, sin excepción.

Había sido difícil, si, pero había aprendido a sanar. Había aprendido a estar conmigo misma y a elegir a las personas. Había aprendido a amar y a comunicar mis miedos, y aunque aún estaba tratando de sanar partes de mi, me sentía cada más fuerte.

Nosotros juntos éramos un desastre, no había forma de que hubiésemos salido sanos de esa relación si seguíamos juntos. Sé que él no lo entendía, sé que aún le dolía, y sé que le debo muchas explicaciones, pero no me siento del todo lista para dárselas. No cuando aún no estoy segura si va a entenderlas.

No cuando aún me rompo cada vez que lo recuerdo.

Mire a la gente a nuestro alrededor, algunas se habían levantado y estaban a orillas del mar, otras pasean por ahí y algunas pocas bailaban. Me encantaba este lugar.

Me levanté de un brinco, impulsada por mis pensamientos, y Abraham me miró alarmado, pero su ceño fruncido desapareció a medida que vio la sonrisa pícara en mi cara.

___ ¿Qué...

___ ¡Vamos a bailar! - Lo interrumpí, entusiasmada. Él frunció el ceño en confusión.

No le di tiempo a reclamar porque tome ambas de sus manos y lo impulse hacia arriba para que se levantara llevándolo hacia la arena.
Una sonrisa divertida apareció en su rostro cuando se dió cuenta de mis intenciones, enredo nuestros dedos y me hizo dar unas cuantas vueltas sobre mi misma antes de arrimarme hacia él nuevamente.

Comencé a reírme a carcajadas, la verdad es que no era muy buena bailarina y lo que estábamos haciendo no era precisamente bailar, si no más bien dar brincos de aquí y allá, dar vueltas al rededor de la arena y de vez en cuando nos tomábamos de la mano y me dejaba guiar por sus pasos.

Fue todo muy divertido.

Las canciones siguieron pasando y yo me sentía agotada, pero no quería parar aún. Abraham enredo sus manos en mi cintura y yo dejé caer mi cabeza en su pecho, oyendo los latidos acelerados de su corazón, el mío estaba igual o incluso peor. Comenzamos a balancearnos al ritmo de la música lenta, muy cerca del otro, y no pude evitar sonreír como una tonta.

Lo oí suspirar en mi oído y me deje atraer más a su cuerpo.

Esa vocecita en mi cabeza no paraba de repetirme que esto no estaba bien, que no era correcto que hiciéramos como si nada pasara, que teníamos que hablar las cosas antes de que todo se arruine para siempre, pero no me sentía lista para arruinar el momento así que la calle. Ya habría tiempo para ello después.

Por más que tuviera razón, por más que yo supiera que no estaba haciendo más que evitar conversaciones con Abraham que teníamos pendiente hace mucho no quise hacerlo ahora porque sabía que eso no haría más que ponernos incómodos. Y quería aprovechar un poco más estos momentos que estábamos teniendo en dónde actuamos como... Como si no nos hubiésemos herido nunca.

Aquel pensamiento me dejó un sabor amargo en la boca del estómago, uno que intente eliminar a toda costa. Me separé de él cuando la música acabo, aún sonriendo.

___ Creo que será mejor que te lleve a casa. - Dijo luego de que nos miramos un largo rato.

Asentí a pesar de que quería decirle que nos quedaremos un poco más allí, en ese lugar mágico en dónde el tiempo parecía no importar, pero se veía cansado y ya era tarde, sabía que debíamos volver.

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⏰ Última actualización: Aug 06, 2023 ⏰

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