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O3

Espera, ¿"conocerlo más"?

Kirishima Ejiro, omega de 20 años, nació el 16 de octubre, en estado de crianza, casado legalmente desde los diecisiete, su qirk es endurecimiento, su movimiento especial el "Unbrekeable".

Leyó de nuevo mientras se secaba el pelo saliendo a la sala para esperar al pelirrojo y mostrarle después su habitación temporal, sin saber o importarle que haría aquel en el baño de arriba.

...

一 Oh amor, no llores... tu neinei está aquí y te cuida.

Kirishima con cuidado metía de a pocos los piecitos de su bebé al agua para darle un baño oyendo como lloraba, él también se ducharía. La ceniza podría hacerle más daño a su cría que a él y con el simple hecho de pensar que enfermaría lo hacía sentir mal, un malo neinei.

一 Touya, Toshio está enfermo

一 ¿Qué puedo hacer yo al respecto?, si tú fuiste quien no lo cuido como debería, una mala madre no permite que sus cachorros enfermen. Si muere no sería mi culpa, yo sólo salgo a trabajar y traer todo lo necesario, llego cansado y todavía me culpas de la enfermedad del niño.

Y bien, no quería que algo malo le pasará a su pequeño, en el peor de los casos muriera, nisiquiera escuchar las mismas palabras de alguien ajeno a su persona que en este caso era el héroe que los cuidaba, no lo soportaría.

...

Quizá la imágen era tierna pero el no era un cursi de mierda y todavía le tocó el corazón haciéndolo sonreír estúpidamente.

El bebé siempre protegido por su madre, arropado por la toalla aún si la espalda del teñido se descubría por completo y terminase pescando un resfriado, por qué parecía no importarle. Pero el tampoco era tan hijo de puta así que tranquilo le tapó la espalda con su propia toalla sin pensar en una consecuencia.

Se dió cuenta de los mechones de pelo algo raros, unos más largos que otros, con las puntas maltratadas, casi que parecía algo las había quemado, puede que el tinte halla ayudado. No es idiota, desde hace rato se había enterado por su cuenta que ese rojo tan intenso era una alucinación pues nunca fue su color real.

一 Oye, Ejiro, los tintes dañaron mucho tu cabello.

Comentó sin realmente saber la razón.

El omega sólo bufó apartándose un poco, calmando sus sentidos para lo que iba a decir.

一 A él no le gustaba que me creciera tanto, decía que parecía mujer o algo así, que yo era un hombre fuerte y no por ser omega tenía que ser un marica hasta ese extremo... cada que crecía más allá de mis hombros le causaba estrés y terminaba cortandolo él mismo con su poder. Fuego, ¿manipu... laba? el fuego.