Like boyfriends

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A la tarde siguiente, regresé a la escollera y antes de que el sol se puso, Jimin volvió a aparecer a mi lado.

Seguía sin poder creerlo.

—Estuve trabajando doble turno durante estos meses porque quiero construirles una buena casa a mis padres —me dijo en una de las conversaciones—, quiero que vivan bien y que mi padre deje de trabajar como repartidor de diario, es momento que ya descanse y disfrute bien de su vida, que puedan viajar juntos y darse todos los lujos que me dieron ellos a mí cuando yo era un niño.

—Eso es bueno de tu parte.

—Ya reuní suficiente dinero para la construcción, así que es por eso que luego de este descanso, pedí trasladarme a la sucursal de aquí, de Busan y reducir mis horarios, Seúl tampoco es para mí.

—Pensé que te habías mudado definitivamente allí —le dije.

—No, sólo acepté ese traslado por el dinero.

A la tarde siguiente, Jimin ya estaba esperándome en la escollera.

—¿Entonces vas a mudarte a casa de tus padres o rentarás un lugar cerca de la ciudad?

—Todavía no lo sé —me respondió—, la casa de mis padres está en construcción y apenas entran ellos ahora, así que no quiero molestar, supongo que tendré que ver algún piso económico cerca de la ciudad hasta que me recomponga con el tema del dinero —me sonrió.

—Sabes que los departamentos en la ciudad valen ambas quincenas de nuestro salario —le recordé—, los de esta zona podrían alcanzarte, son buenos, pero ruidosos por el mar —murmuré con la boca llena mientras comía de mis snacks—, estarás a media hora de la ciudad, no es mucho tiempo.

—Tienes razón, lo pensaré.

Jimin ya estaba sentado sobre la roca cuando llegué al día siguiente. Esta vez, la tarde estaba fresca porque había llovido en la mañana y la neblina sobre el mar no dejaba ver sus aguas, más que los pocos focos de los barcos pesqueros en lo más lejano.

—Terminé rentando un piso cerca de aquí —señaló a sus espaldas—, no es muy bueno, pero es lo suficiente para mí y también puedo ver el mar, lo fui a ver esta mañana —sonrió un poco—, estoy feliz de estar de regreso en Busan.

—Supongo que nos veremos por ahí.

—Sí.

Una semana después, miré a Jimin vestido con su uniforme de trabajo. La camiseta con cuello de color negro le favorecía bastante y el logo de su empresa resaltaba sobre su pecho. La mochila en su espalda parecía pesar mucho, pero aun así me miraba sonriente mientras me contaba sobre el regreso a su trabajo en las oficinas. Las gaviotas volaron arriba suyo y escuché las notas de aquel saxofón cuando la luna apareció detrás de una nube naranja.

Todo esto parecía tan irreal, no tenía idea cuando iba a despertarme de este sueño.

Pero por el momento, no quería hacerlo.

Tener a Jimin de vuelta en mi vida me hacía feliz.

Muy.

Me sentía... en casa.

—Recuerdo que me dijiste que estabas viéndote con una chica el año pasado. ¿Qué pasó? —le pregunté espontáneamente después de un silencio.

—Nada, sólo estaba convenciéndome a mí mismo que no estaba enamorado de ti.

Dos semanas después de eso, Jimin y yo nos habíamos vuelto agregar en nuestras redes sociales y nos volvimos a encontrar en nuestro juego favorito, con la diferencia de que él estaba en mi departamento jugando desde su portátil y yo desde mi computadora de escritorio. No habíamos podido vernos en la escollera esa tarde porque estaba lloviendo.

Butt • JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora