10 capítulo; Para Que Aprendas La Lección.

182 13 0
                                    

Ya en la noche Liam logra abrir las cadenas y se libera, ya que las abre, agarra las sábanas y las amarra formando una cuerda, se asoma al balcón para ver si hay alguien, luego tira la soga por la ventana él se dispone a salir lográndolo, ya en el piso empieza a correr para buscar una salida, llega a una especie de reja, pero no encuentra un portón así que su idea es trepar esa reja y saltar {

Empiezo a subir la reja justo cuando creí haberlo logrado siento que alguien me jala de la pierna, me avienta al piso, mi espalda choca fuertemente con el piso y yo grito de dolor, porque si me dolió un chingo.

Draco- así que pretendías escapar, vaya, vaya tendré que aplicarte un castigo a un peor no crees.

Liam- Tu yo... ...yo...pensé... que no estabas aquí.

Dra- Y en la ausencia de tu amo pretendías escapar, pues que mala suerte la tuya que yo llegara antes, no crees.

Li- (esta manera de reaccionar no es la que me imagine creí, que me molería a golpes por mi osadía, que le pasara, me está asustando, eso no puede ser bueno, algo anda mal porque no reacciono como imagine).

- No lo entiendo, por qué no estás enojado.

Dra- Acaso querías que yo me enojara, ¿eres masoquista? te gusta que te traten mal, que te golpee, que te castigue, si eso es lo que te gusta entonces lo haré más seguido.

Li- No, es eso.

Traté de levantarme e intentar buscar alguna salida, pero al momento en que pensé en comenzar a correr, el al parecer se dio cuenta de lo que iba a hacer pues me dijo...

Dra- No, ni siquiera lo pienses, sabes que no puedes ganarle a un vampiro en velocidad.

Ahora ven te daré una lección.

Yo trate de pelear para que me soltara, pero Draco me aventó contra la reja haciendo que mi espalda recibiera un golpe más, luego el comienza a desgarrar mi ropa con sus uñas que más bien parecen garras.

-No, por favor déjeme, ya basta, maldito déjame.

Él aumenta más su agarre y yo grite...

-Basta me lastimas, duele, déjame.

Dra- No, claro que no te soltare, te haré mío aquí mismo y no podrás evitarlo.

N/L) El seguía desgarrando los restos de mi ropa, mientras me tocaba, besaba, mordía, chupaba, le hacía de todo a mi cuerpo, dejando marcas más que notorias.

Yo trataba de resistirme, pero él era más fuerte que yo, era un maldito vampiro después de todo.

El siguió y de repente se detuvo, se retiró de mí un poco, me observó, estuvo así durante unos segundos, yo trataba de taparme un poco, pero parece que mi acción le divertía.

Se acercó, me agarro del brazo muy fuerte y me aventó al pasto, de ahí se subió arriba de mí, me abrió las piernas con demasiada rudeza y me penetro de golpe, yo grite muy fuerte.

-Basta aaaaah...snif...me duele muchoo...snif...aaaaahhh bas...ta...snif aaaahh ah, ah, ah por favor detente.

Yo decía, mientras me penetraba una y otra vez, haciendo un vaivén dentro de mí, era un dolor muy horrible, me ardía y dolía mucho, sentí que me partiría en dos, ya mis lágrimas y sollozos no se podían callar, me sentía tan vulnerable, expuesto y humillado.

Las otras veces que me lo hizo, me dolía al principio, pero después se iba el dolor, pero esta vez es diferente, lo hace con más brusquedad, salvajesa y frialdad como queriendo prolongar el dolor lo más posible.

Parece que lo único que quiere es mi sufrimiento, que el dolor siga y siga.

Ese ardor y dolor que sentí no desapareció, pero me sentí entumecido, no sentía ya mis piernas y mi trasero tampoco, parecía ya no sentir nada, no sé cuántas veces se vino dentro de mí.

Pasó un buen rato, tal vez fueron horas o minutos no sé, perdí la noción del tiempo.

El salió de mí, me beso y mordió desde mi cuello a mis pezones los cuales mordía, chupaba y dejaba colorados e hinchados al grado de doler demasiado, en una de esas acciones mordió mis nalgas, me mordió tan fuerte que quedaron marcados sus dientes.

Yo creí que la tortura había terminado, pero me equivoque apenas empezaba....

Me volteo quedando embrocado, mi cara y torso frente al pasto, me agarro las manos poniéndolas a cada lado de mi cabeza y puso sus manos sobre las mías.

Después sentí como su miembro se acercó a mi entrada otra vez...

-No por favor ya no, ya no, me duele mucho ya no, no lo hagas.

Pero haciendo caso omiso a mis suplicas, me penetro de golpe una vez más, yo solo ahogue mis gritos en mis labios y el pasto.

Me alzo la cara agarrándome de los cabellos. ... y dijo...

-No, quiero oírte gritar, así que déjame oírte o te ira peor.

Volvió a salir de mí por completo, espero que mi entrada se contrajera y me volvió a penetrar salvajemente que...

-Aaaaahhh.....snif.....no ya no snif..... Por favor... snif....ya no, me arde y me duele detente...

Enamorado De Un Vampiro. INFIERNO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora