Cap. 6

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El miedo en los ojos de First había matado a Bright por dentro. Ahora el joven abogado debía odiarlo por matar a Krist. Bright no dio más problemas a los Agentes, pero se negó a responder a sus preguntas.

Soportó en silencio el castigo que recibió, habían días que usaban descargas eléctricas y otras palizas con cables, prefería todo antes de hablar. Trataron de hacerlo de varias maneras, hasta que los Agentes se aburrieron de él, no lograrían nada con el terco vampiro y lo llevaron a la granja de sangre de la Agencia. En el lugar yacía en una cápsula de metal frío, desnudo, sedado y con los grilletes en las manos y pies. Los tubos violaron sus brazos, uno le daba sangre y el otro la tomaba en intervalos establecidos, parecía una especie de diálisis que lo debilitaba. Perdió la noción del tiempo que había pasado y no se daba cuenta de lo que sucedía a su alrededor. Tenía sueños de vez en cuando, sueños de añoranza, de dolor, de cosas que alguna vez fueron, sobre todo había negrura y cuando sintió algo, fue desesperación.

En algún momento llegó la conciencia y pudo ver algo de movimiento a través de la gruesa y redonda ventana de su cápsula. Notó el casco oscuro de un Agente, era algo normal. Sintió como si lo estuvieran moviendo y cayó de nuevo en la oscuridad. Hubo algunos otros segundos de conciencia, pero no sé agudizaron sus sentidos, era por los sedantes y el hambre que los malditos le hacían pasar. Bright solo tuvo la impresión de escuchar sonidos apagados de los hombres que hablaban, luego algo oscuro arrojado sobre la ventana de la cápsula. Tuvo la sensación de movimiento estaba en una camioneta. Sería trasladado a otra granja de sangre dónde sería totalmente drenado hasta la muerte, pero ya no le importaba. Mientras estuvo consiente nunca le dijeron que First fuera a verlo, ni siquiera en calidad de abogado. Le había hecho daño al abogado, el juró que nunca lo haría, que prefería morir si eso pasaba y así sería. Moriría.

El Agente Off Jumpol estaba privado de sueño. No quería estar trabajando en la puerta ese día, quería estar en casa y arreglar las cosas con su pequeño amor. Habían estado despiertos a mitad de la noche discutiendo de nuevo por los mensajes que había visto de su primo Tor. Esto estaba llegando a ser demasiado. Por Dios, habían despertado hasta los vecinos. Era hora de tomar acción y tal vez ver a un terapeuta matrimonial o algo así. Bostezó de manera ruidosa cuando la furgoneta negra con los Agentes se detuvo, maldita sea era la décima del día. Suspiró descontento por haber sido interrumpido de sus cavilaciones.

Caminó hasta la ventanilla del lado del conductor. Miró que todo estuviera en orden dentro de la camioneta. Los Agentes llevaban sus cascos algo reglamentario, entregaron sus identificaciones, más una tarjeta de código que Jumpol escaneó, les dio una serie de documentos de traslado para ser firmados, esperaba que esos dos no lo involucraran en ninguna charla, se alegró cuando no lo hicieron, no estaba de humor para fingir que era un día normal. El escáner se estaba tardando, maldita tecnología la odiaba, estaba loco que terminara su turno de trabajo, pensó con impaciencia, Gun estaba muy enojado tenía que contentarlo de alguna manera, tal vez le compraría flores o mejor un bolso eso le gustaría más. Jumpol entregó a la Agente Pavida las identificaciones, copia de documentos, finalmente el aparato emitió un pitido y los Agentes aún dentro pudieron salir de las instalaciones de la Agencia, hacia la granja de sangre dónde el miserable vampiro sería drenado hasta morir y Jumpol seguiría pensando en cosas más importantes como su esposo.
*

Los Agentes en la camioneta siguieron su curso. El vampiro tuvo la sensación de giros, detenidas y un largo camino recorrido hasta que se detuvieron. Bajaron la cápsula y entraron al lugar desconocido.

Bright era consciente del hambre que lo seguía royendo, era algo persistente que estaba creciendo. La cápsula fue abierta y se interrumpió la oscuridad en la que estaba, obligándose a despertar. Pero su mente estaba nublada, aún estaba contenido en las sombras y la confusión se apoderó de él. Los grilletes emitieron un pitido, pero había algo más ahí y sintió el impulso de calmarse. Los ojos azules parpadearon y el sonido desapareció.

𝐆𝐫𝐢𝐥𝐥𝐞𝐭𝐞𝐬 ᴮʳⁱᵍʰᵗᶠⁱʳˢᵗDonde viven las historias. Descúbrelo ahora