Parte 29

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// Feliz Año Nuevo, subí una historia por año nuevo, la historia se llama Serendipity //

POV de Miriam

Caminé por los pasillos de la escuela completamente con una resaca de la intoxicación alimentaria que me había golpeado durante el fin de semana, todo por ése festival al que Guerra y yo fuimos al sábado. Honestamente, la chica iba a pagar... Pero no esta semana, por que esta semana era el cumpleaños de Guerra, y no quería ser mala con ella.

Pronto vi a mi novia hablando con mi exnovio, Raoul, y su actual novia, Nerea. Por lo general, nunca nos sentábamos en nuestra mesa antes de que comenzarán las clases, entonces, ¿por qué estaban sentados allí ahora?

Me senté junto a Guerra sin decir una palabra y tomé un sorbo de café.

-Buenos días gruñona -dijo Guerra alegre.

-No empieces conmigo Guerra -contesté bastante malhumorada - Nuestro pequeño viaje al festival me dio una intoxicación alimentaria por el resto del fin de semana.

Ana puso los ojos en blanco y continuó su aparentemente interesante conversación con nuestros amigos como si yo no hubiera dicho nada.

-¿Así que realmente no quieres hacer nada por tu cumpleaños? - Raoul preguntó intrigado...

-No, nada... -respondió Guerra.

-¿Por qué no? -preguntó Nerea.

-No es gran cosa, solo déjalo -dijo finalmente antes de levantarse y dirigirse a su primera clase justo cuando sonaba la campana.

No entendí por que Guerra no quería tener una fiesta para celebrar su cumpleaños número 18. Fue un gran problema, y ​​había algo detrás de por que ella no quería una fiesta, e iba a averiguar qué era.

Las clases a lo largo del día fueron completamente irrelevantes. Las únicas clases a las que valía la pena asistir eran las de Voz, Escritura y Los Javis. 

Lo crean o no, en realidad aprendimos algo de esos locos maestros. Estan tan locos que nos dieron a Ana y a mí un desafío a principios de año, y exigió que fingiéramos tener una cita durante al menos 6 meses para que pudiéramos aprender a llevarnos bien. Tres meses después, quién hubiera pensado que en realidad me enamoraría de Guerra y ella de mí. Fue tan loco que se hizo realidad. Y la mejor parte de esto fue que ni siquiera sabía que estábamos fingiendo citas. Gracias a sus clases, no sabía nada.

Organizamos algunas discusiones o peleas de vez en cuando para que no pareciera falso. Parecía creerlo.

En el almuerzo, me excusé del placer de estar con mis amigos para poder planear una pequeña sorpresa.

POV de Ana

¿Dónde está Miriam? Por lo que yo sabía, ella no tenía ningún plan, así que ¿por qué no almorzaba con el resto de nosotros?

La media hora que habíamos pasado en un instante y pronto todos se dirigían a sus respectivas clases, pero yo me quedé atrás. Quería tomarme un descanso de cinco minutos sola; después de todo, es el último año y, en mi opinión, es la calificación más difícil de la historia. Hay exámenes parciales, tareas y sin mencionar las solicitudes para la universidad.

En caso de que no entre en OT, también tengo muchas otras opciones... Mis notas eran muy buenas, así que no tengo ningún problema. Sin embargo, lo que me molestaba era que: SI NO ENTRABA en la Universidad de mis sueños, ¿qué haría con el resto de mi vida? Seguramente podría estudiar Meeescribiendo)
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Libro 1 - National City: Capítulos Prodicina o algo así, pero no es mi vocación. La música es y siempre será lo correcto para mí. Me está devorando sin saber lo que me espera en el futuro.

Me levanté perezosamente y me dirigí a mi siguiente clase, aunque gracias a Dios era con Miriam. Cuando llegué allí, ella estaba en su asiento habitual mirando a la nada. Afortunadamente, la maestra aún no estaba allí, así que me senté a su lado.

-¿A dónde fuiste, nena? Te extrañé en el almuerzo -le pregunté, besando sus labios, de repente todas las preocupaciones se desvanecieron como si nunca hubieran estado realmente allí.

-En ninguna parte, -contestó sonriendo, saliendo de su trance.

-Entonces, ¿quieres venir a mi casa más tarde? ¿Podríamos ver una película o algo así?

-Me encantaría Guerra, allí estaré...

Me reí y miré a cualquier parte menos a sus ojos, sus asombrosos, hermosos ojos mieles. La maestra entró y fingí que estaba realmente interesada en lo que ella había dicho, pero en realidad no lo estaba. Tomé algunas notas y al final de la clase, Miriam y yo nos separamos para ir a nuestras próximas clases.

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Llegué lo más pronto posible a mi casa. Me duche, me lave y sequé el pelo y me puse unos pantalones cortos y una camiseta sin mangas escotada. Me recogí el pelo en un moño desordenado, hice palomitas de maíz.

Me tiré en el sofá y esperé a que Miriam llegara. Debo haberme quedado dormida a la mitad del show que estaba viendo, por que lo siguiente que sé es que siento que me ponen una manta encima. Abro los ojos lentamente y veo a Miriam acurrucada a mi lado comiendo palomitas de maíz. Como era de esperar, cambió de canal, algo que no reconocí.

Me senté y vi que estaba viendo Disney Channel.

-¿Qué estás viendo, nena?

-La Bella y la Bestia. -respondió agarrando un puñado de palomitas de maíz.

-¿Qué?  ¡Esa es mi película favorita!

-¿En serio?...

-Sí, me encanta la idea de que puedes amar a alguien por lo que es y no por su apariencia. -note que Miriam estaba enviando un mensaje a alguien. -¿A quién estás enviando mensajes a esta hora de la noche? -Mire mi brazo aunque sabía que no tenía reloj.

-Una amiga. Me debía un favor -respondió tranquilamente.

-¿Una amiga? -Pregunté sospechosamente.

-No, mi amante... Por supuesto que es una amiga Guerra.

-Si es una amiga, entonces no te importará mostrármelo, ¿verdad? -Le pregunté desafiándola.

- No puedo... -respondió Miriam.

-¿No puedes o no quieres?

-No puedo. No puedes forzarme Guerra. -respondió mirándome directamente a los ojos.

-Bebé ... -dije subiéndome a su regazo. -Pero puedo...

Presioné mis labios contra los de ella y puse mis manos en su cabello, desordenándolo por completo. Rápidamente me devolvió el beso y puso sus manos en mi espalda baja, pasando sus manos arriba y abajo por mi espalda. Me moví hacia su cuello y dejé algunas marcas allí. La tenía bajo mi control, ahora todo lo que tenía que hacer era conseguir su teléfono. Lentamente usé mi mano derecha para deslizarme más abajo por su espalda, pero cuando estaba a punto de agarrar el teléfono, ella me volteó, trepó por encima de mí y me inmovilizó en el sofá.

- Guerra -dijo con esa ridícula voz suya cuando quiso burlarse de mí. - No tan rápido, sabes que no puedes conmigo...

-¡Yo no hablo así! -Dije, tratando de sonar enojada, pero terminé riendo.

-Claro que si -dijo Miriam besándome de nuevo y soltando mis manos para poder envolverlas alrededor de mi cuello.

Por mucho que no quisiera, me alejé

-¿Por qué no me dejas ver? -pregunté, tratando de no sonar demasiado molesta

-Es privado, nena... -contestó mirándome a los ojos, y supe que no estaba mintiendo, pero no pude evitar sentirme triste.

Giré mi cabeza, esperando que ella no me viera llorar

- Oye, oye -dijo suavemente tratando de mirarme a los ojos - ¿Qué pasa?

- Hoy en el almuerzo ... y ahora ... ¿qué está pasando? ¿Estás...? -Le pregunté, ahora libremente dejando que las lágrimas se derramen.

- ¡Dios no! ¡NO, no, no, no! -dijo frenéticamente mientras besaba mi frente - ¿Crees que te estoy engañando ? -su tono era sorprendido.

-¿Qué se supone que debo pensar? -Me lamenté.

-Nada. ¡Absolutamente nada Guerra! -dijo agarrándome la cara. -Yo nunca te engañaría, trabaje duro para tenerte. ¿crees que voy a dejarte ir tan fácil?...

- Bueno... -contesté limpiándome las mejillas...

- Te amo, War. Realmente, te amo. Por favor, no vuelvas a pensar en algo así -contestó dejando escapar una lágrima de sus ojos marron avellana.

-Yo también te amo, mucho, Miriam. Lo siento...

No sé cuánto tiempo estuvimos así, abrazándonos con fuerza, pero sabía que era muy tarde cuando nos levantamos y Miriam me llevo a mi habitación, nos metimos bajo las sábanas y nos quedamos dormidas juntas, abrazadas, la una a la otra...

// Voten y comenten, no sean lectores fantasma //

El Reto - Adaptacion WariamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora