Al día siguiente, me levanto temprano. Quiero aprovechar que está aclarando el cielo para ir a caminar un poco por los bosques, creo que eso me ayudara a despejar un poco la mente. Porque estos días han sido como una montaña rusa de emociones.
Suspiro saliendo de mis pensamientos, a la vez que busco en mi armario ropa deportiva. Elijo por optar por un top y una licra negra, y botas de color rosado. Decido hacerme una cola alta. Mi loba decide hacer acto de presencia.
¿Sofí? Dice clara.
¿Si clara? Respondo.
Quería decirte que estas guapas, y que el día esta hermoso para salir a caminar.
Eso me hace soltar una carcajada.
Hay gracias lobita, pero no te emociones solo voy a correr.
Igual, siempre somos lindas.
Está bien clara. Ruedo los ojos
Ay como la quiero a mi loba. Antes estaba asustada por asimilar la idea de que era hibrida. Pero ahora no puedo imaginar mi vida sin mi amiga eterna.
Salgo de mi habitación con mucho silencio. Cierro lentamente la puerta. Miro a ambos lados para asegurarme que no hay nadie y suspiro cuando veo que estoy sola. Bajo las escaleras suavemente. Al llegar a mi objetivo suelto la respiración que estaba conteniendo.
Al salir al patio donde se encuentra el jardín. Respiro todo el aire que hace afuera y eso me hace sonreír. Pero un carraspeo y una voz que conozco muy bien me hace brincar del susto. Me giro y me doy cuenta de que es Daniel y me está mirando entre divertido y curioso.
— ¿A dónde crees que vas señorita? — dice burlón y acercándose un poco a mí. Yo lo miro entrecerrando mis ojos y retrocedo un poco. Carraspeo para responder.
— Dios mío me has asustado —le respondo con la respiración acelerada aún. — Iba a salir a correr un poco. Me cruzo de brazos. ¿Y tú qué haces aquí? Lo miro con una ceja arqueada.
— Lo siento sofí — dice mirándome con algo de diversión aun en sus ojos azules como el mar —. Siempre suelo levantarme temprano para cumplir con mis deberes como rey.
— Qué responsabilidad tan grande tienes — digo algo pensativa y desviando la mirada de sus azules ojos.
— Si, aparte de una gran responsabilidad, es un honor para mí ser el rey — dice con orgullo. Y eso hace que lo vuelva a mirar, y me quedo tiesa al ver la profundidad con la que me mira.
— Bueno — digo carraspeando. —Voy a ir a caminar. Paso, por un lado. Pero siento que su brazo me agarra y me detiene. Mi mirada va a su agarre y luego hasta sus ojos azules ,que nunca me canso de mirar.
— Te acompaño — dice —. No quiero que vayas sola con todo lo que está pasando. Es peligroso andar por este lugar sin protección.
Cuando él dice eso no puedo evitar sentir un cálido sentimiento en el pecho. Que hace que mi corazón se acelere. Así que respondo para que no vea que quede en shock.
—Está bien — digo y luego separo mi mano de la suya lentamente. — Puedes acompañarme. Pero que quede claro que se defenderme bien sola.
— De eso no tengo la menor duda — contesta. —Pero igual quiero que estés bien. Al terminar de hablar veo un pequeño sonrojo en sus mejillas que me hace sonreír.
— Bueno, entonces a correr — le digo.
Nos organizamos para saber que recorrido hacer. Al empezar la carrera me doy cuenta que es muy veloz. Pero eso no impide que trate de seguirle el paso. Corremos por el centro de la comunidad y luego volvemos caminando a la casa. Porque la verdad es que me canse de tanto correr.
— Eres demasiado rápido — le digo jadeando de cansancio. El me mira orgulloso del comentario y yo bufo.
— Lo sé, supongo que lo herede de mis padres. — dice feliz.
— Qué bonito escuchar eso. — digo — ¿Y tienes otros poderes? Visualizo nuestro alrededor y veo que estamos por llegar a casa.
— Herede la velocidad de mi madre, y puedo controlar el fuego gracias a mi padre — explica con mucho entusiasmo. Y eso me da un poco de nostalgia ya que no pude conocer a mis padres. Ya que ellos fueron asesinados por protegerme del tal oscuro ese. Siento unas manos cálidas en mis mejillas, y es que no me había dado cuenta que estaba llorando.
— ¿Estás bien?, ¿dije algo malo? — pregunta preocupado. Yo asiento y luego niego. Retiro sus manos de mi mejilla lentamente, y luego me sorbo la nariz para poder hablar.
— Sí, estoy bien — respondo entrecortadamente —. Solo pensaba en lo lindo que pudo haber sido conocer a mis padres.
— Lo siento, no quise hacerte sentir mal — me dice en un tono apenado y arrepentido. Yo niego, porque esto no es su culpa, sino del oscuro.
— Tranquilo, no es tu culpa, solo quiero que se haga justicia por el culpable. Además, sé que ellos me cuidan donde sea que estén. — le digo tranquilizándolo con una sonrisa de lado.
— Estoy seguro que si — me responde con esa sonrisa hermosa que tiene —. El día de la batalla, cuando me fui de tu lado, escuché todo lo que dijeron sobre tus padres. Sé que querías contármelo cuando quisieras, pero…. .lo interrumpo.
— Está bien Daniel — le digo al ver su cara de nervios —. Igualmente, ese día pasaron muchas cosas. Y lo único que me importa en este momento es detener esta guerra. Me recorre un escalofrió en mi cuerpo al pensar en la amenaza de los servidores del oscuro.
— Te prometo que hare lo posible por solucionar esta crisis y evitar la guerra. — dice acercándose a mí y agarrando un mechón que tenía fuera de mi coleta y pasándolo por detrás de mi oreja.
Yo solo asiento algo embobada. Seguimos caminando hasta que visualizo la casa. Caminamos en silencio unos minutos, hasta que por fin llegamos.
Abro la puerta, con los pasos de Daniel detrás de mí, y al voltear tengo varios pares de ojos mirándome preocupados. Pero al instante suspiran aliviados por ver que estaba acompañada. Y eso me hace sentir algo mal, porque siempre dejo una nota o algo avisando de que voy a salir a correr.
— Dios mío sofí, estábamos súper preocupados — dice mi tía y se lanza abrazarme y yo gustosa se lo devuelvo. Luego se separa de mí, y mira a Daniel. Ella se inclina hacia él, pero Daniel le dice que no es necesario. Vuelve a mirarme a mí y yo desvió la mirada apenada.
— Lo siento tía, debí avisarte, pero la verdad es que se olvidó — le digo volviendo mi mirada a ella.
— Está bien sofí, pero que no vuelva a pasar por favor —. dice ella dándome un beso en la mejilla.
— No se preocupe señora Scott, yo cuide bien de ella, la próxima vez no seremos tan distraídos y le avisaremos. — dice Daniel algo apenado. Mi tía lo mira y le da una sonrisa de lado.
— No pasa nada majestad — dice mi tía — solo es que pase un susto enorme. Pero me alegra que cuides del país y también de mi sobrina. Eres un buen líder, tenemos nuestra confianza en ti.
Mi tía al terminar de decir esas palabras, observo que Daniel se ha quedado sorprendido y sin palabras.
— Se lo agradezco señora Scott, es muy lindo escuchar esas palabras — responde aun anonadado.
— Ay por favor, puedes decirme Megan — contesta mi tía. La verdad estamos muy agradecidos contigo por ayudarnos. Y eso es algo que valoramos muchos. Si te soy sincera en el fondo no creíamos mucho en eso de la rivalidad entre ustedes los licántropos y hechiceros. Lo que si les pido es que tengan cuidado. Nos mira a ambos. No quiero que les pase lo mismo que a mi hermana y su cuñado.
— Yo prometo proteger con mi vida a sofí y al país — le responde a mi tía. Y esas simples palabras hacen que sienta mariposas en el estómago. Pero también nervios por lo que pueda pasar. Los siento como parte de mi familia ahora.
Mi tío y mis primos se acercan a dónde está mi tía, y la abrazan. Eso me hace pensar en lo afortunada que soy de tenerlos en mi vida. No sé qué haría sin ellos.
Mi tío se aclara la voz y decide hablar no sin antes hacer una inclinación.
— Hemos tomado una decisión majestad — empieza a hablar mi tío —. Mi esposa y yo confiamos en su palabra y hemos concluido en que nos iremos con usted a su pueblo. Mientras nos brinde por favor ayuda, seguridad y entrenamiento para estar listo para lo que sea que nos venga.
— Cuente con eso señor Scott, su familia y su comunidad contara con la protección de la guardia real. — contesta el rey. Entonces tenemos un trato. Extiende su mano hacia mi tío, y el no duda en estirar su mano y apretarla. Eso me hace sonreír.
— Muchas gracias majestad — dicen mis tíos. El asiente enérgicamente y les dice que es un placer.
— ¿Cuándo nos vamos tía? — decido intervenir después de que todos hablaran. Digo para arreglar las maletas y eso.
— Si quieren podemos irnos en un par de horas — dice Daniel captando mi atención.
— Si, esta genial, gracias majestad, ahora si me lo permite me llevo a mi querida prima — dice Lili, y al instante se sonroja de la vergüenza. Lo siento es que de verdad la necesito. Eso hace que el estalle en una sonora carcajada. Que no pasa desapercibida para mí.
— Está bien señorita Lili, pueden ir hacer sus maletas — le dice divertido.
— Gracias su majestad — dice ella despidiéndose y jalándome del brazo suavemente. Yo me despido moviendo la mano y me dejo guiar por Lili.
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Pasan las dos horas, Lili y yo ya tenemos las maletas listas con todo lo que es necesario llevar. Pero antes de bajar para irnos. Ella se sienta al frente mío y me sonríe como el mismísimo gato de Alicia en el país de las maravillas. Y ya se mas o menos por donde viene.
— ¿Qué pasa Lili? — le digo ansiosa.
— Pasa y acontece que mi prima va hacer una reina me dice chillando de la emoción—. Yo me sonrojo y le hago señas con mi mano de que baje la voz.
— Lili, aun no acepto del todo el vínculo — le digo —. Me da miedo que pase lo mismo que les paso a mis papas. Además, tenemos un problema que es que se puede aproximar una guerra. Y yo en lo que menos pienso es en ser reina.
— Pero sofí, no digas esas cosas — me dice acariciando mi cabello. Tu eres una gran persona, con un hermoso corazón y tienes mucho liderazgo dentro de ti. Solo mira como me proteges y a los de la comunidad. No te voy a decir que seas reina ahora, si tú quieres esperar a sentirte cómoda o preparada tomate tu tiempo. Pero no hay nadie mejor para ese papel que tú. Confió en ti y en que harás todo por el bien del país.
— Ay te amo tanto — le digo saltando a sus brazos — eres muy importante para mí, nunca lo olvides. Dejo un sonoro beso en su mejilla. Ella asiente sonriendo.
— Lo sé, yo también te amo, eres como la hermana que no tuve — dice. Y eso que dice me alegra el corazón.
— Aja señorita, pero tú también me debes una conversación — le digo mirándola pícaramente y ella se sonroja tanto que parece un tomatito.
— No hay nada que decir sofí — dice suspirando — . no te puedo negar que el rey Noah es hermoso y siento una atracción enorme por él. Pero el aun no me dice nada. Dudo que sea mi compañero.
— Ay por favor — le digo bufando — si vieras como te mira te darías cuenta Lili. Algo me dice que es tu compañero. Y si me llego a equivocar, no pasa nada chiquita. Llegará pronto y serás muy feliz. Ella me sonríe y asiente de acuerdo conmigo.
— Quien iba a decir que íbamos a quedar flechadas por chicos de la realeza — dice bufando.
— Si, quien lo iba a pensar — digo y nos reímos por eso ,y tambien al recordar cosas de nuestra infancia.
Un toque en la puerta nos interrumpe la charla, agudizo mis sentidos y sé que es mi tía. Ella entra y nos dice que ya es hora de irnos. No puedo evitar sentir algo de melancolía por la casa. Aquí crecí, me formé, este lugar tiene un lugar muy especial en mi corazón. Espero sea cuidado por la guardia real.
No me había dado cuenta que me quede mirando el piso de arriba hasta que siento un toque en mi hombro y al ver quien es, decido abrazarla y dejarme llevar por su amor maternal .Me agarra de la mano y juntas salimos de la casa. Ahí en el jardín nos esperan dos camionetas y un bus donde me imagino que irán los integrantes de la comunidad.
Mi tía me guía a donde están mis primos y Daniel. El al vernos empieza a hablar y a explicarnos como va ser el viaje.
— Habitantes de esta comunidad — empieza a decir con voz autoritaria. Serán resguardados cerca del palacio real, les brindare protección a ustedes y los entrenaremos para que nadie más sufra. Como rey de Wellington país donde viven muchas especies. Pero que desde hace años es gobernada por licántropos. Les doy mi palabra de que haremos lo posible por solucionar la guerra. No será fácil, pero lo intentaremos.
Se hace un silencio que pone de los nervios a Daniel, me mira nervioso pensando que va ser rechazado. Le doy una mirada reconfortante y en ese instante la gente empieza a aplaudir y a gritar. Y eso me hace feliz. Mi gente ni nadie que habite en el país merece pasar por esto.
Todos son indicados por la guardia real a subir al bus . Adultos , niños y adolescentes de mi comunidad serán llevados a la ciudad de la realeza. cuando vemos que está listo. Daniel divide en que camioneta ira cada quien.
Me fijo en que en una de las camionetas esta Kile y William, voltean al sentir mi mirada y ambos agitan la mano en el aire saludándome. Y yo amablemente se los devuelvo.
— Okey — dice Daniel — Lili, Matteo y Sofí vienen conmigo. Tus tíos irán con Kile y William. Todos asentimos de acuerdo y nos empezamos a subir al auto.
Antes de subir al auto me doy cuenta que me toca ir en el asiento delantero. Los nervios me empiezan a invadir, pero los disimulo. Me acerco a Daniel y le hago señas como un militar. Se ríe y me ayuda a subir al auto.
Cuando el auto arranca, no puedo evitar en mirar hacia atrás añorando algún día poder volver a mi casa. Observo que Lili y Matteo también la están mirando por la ventanilla de atrás. Al ya ver que se hace borrosa la casa. Volteamos y nos colocamos el cinturón. Muevo mis manos nerviosamente. cuando una mano grande y cálida me agarra y me da un apretón. Mi mirada se dirige al agarre de nuestras manos y luego a sus ojos azules como el mar.
— Todo va a estar bien, pensemos que así va ser. — dice calmando mis nervios. Yo asiento confiando en él y dejando que su mano se quede ahí dándome el calor que su piel junto a la mía siempre me genera.
Empiezo a sentir mis ojos pesados. pero antes de dejarme llevar por el sueño, siento que estoy segura con mi familia y Daniel, y mi corazón me dice que a donde vamos a ir también va ser mi hogar.
Nota de autora :
Hola bellas lectoras , como están. 🥰❤
Que tal les pareció el capítulo?.
Me encanta leerlas.❤
Díganme sus teorías. 🤭
Gracias por el apoyo , las quiero. 💙💙
Besitos 💙
Dani💙
Instagram : daniortizwriter
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INQUEBRANTABLE
Fantasía-¿Existe alguna manera en la que puedas entender que debemos hacer esto juntos? -¿Y hay alguna donde tú entiendas que esto no está bien? Mi rabia en este momento estaba consumiendo cada tramo de dulzura, una que mi tía halagaba todo el tiempo, la mi...