CAPÍTULO 17: LA REINA DE WELLINGTON

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Sophie :

Abro mis ojos lentamente al sentir unas caricias en mi cabello . Sonrío al saber de quien se trata. Daniel está a mi lado mirándome con sus profundos ojos azules llenos de amor y anhelo . Los dos estamos cubiertos por una gran cobija por el frío que hace.

Anoche después de la sorpresa que había preparado para mí,  terminamos durmiendo juntos. Debo admitir que se siente genial amanecer entre los brazos y mimos de tu compañero.

Quiero vivir esto todos los días de mi vida .

— Buenos días mi ángel — dice con voz ronca. — ¿ Cómo  amaneciste? . Me acerca más a su cuerpo, brindándome  calor. Ese calor que nunca quiero dejar de sentir.

— Buenos días mi Rey — le contesto . — Amaneci de maravilla , porque estoy a tu lado. Dejo un beso en su mejilla .

Daniel sonríe calidamente.

—  Me alegra mucho saber eso . — Me dice tocándo mi nariz con su dedo índice.  — Porque quiero despertar así todos los días de mi vida .

Sonrió.

— Yo también mi amor . — le digo dándole un beso en su mandíbula.

Daniel ríe encantado por mi gesto.

— Querida dormilona debemos levantarnos ya , recuerda que tu familia se regresa hoy   — Me dice. — Debemos ir a despedirnos de ellos .

Abro los ojos como platos al recordar ese importante detalle.

— Es cierto , se me olvidó por completo.  — le respondo pasándome las manos por mi rostro .— Debo alistarme , nos vemos después.  Hago el intento de levantarme de la cama , pero Daniel me jala suavemente del brazo.

— Espera mi ángel, pareciera que vas a una maratón.  — Me dice riéndose. Aún nos queda una hora , así que ve con calma. Deja un beso en mi frente.

— Está bien , nos vemos. — Me despido.  — Te quiero.  Salgo de la habitación de mi compañero y me dirigo a la mía con el fin de poder arreglarme rápidamente.

Al llegar a mi cuarto , me doy un rico baño y luego me visto. Como hace frío decido ponerme una licra térmica de color dorado , con una blusa negra y encima de ella un abrigo blanco que es muy peludo , unos botines negros , y  por último un gorrito de lana beige.

Aunque soy amante del frío, no me gusta estar desabrigada.

Me siento en la  peinadora que hay en mi pieza y empiezo a maquillarme suavemente. Decido aplicarme un poco de polvo , máscara de pestañas y lápiz labial color vino .

Me doy un último vistazo en el espejo y luego salgo del cuarto en búsqueda de Daniel .

Empiezo a caminar hacia el comedor , ya que mi estómago ruge del hambre . Al llegar a mi objetivo , abro la puerta suavemente , y veo que ya mi chico y mi familia están esperándome para desayunar .

Los saludo a todos  con un beso y un abrazo, y luego me siento entre Matteo y Daniel para poder comer.

Observo la mesa y creo que nunca voy a dejar de admirar lo lindo que es este lugar del castillo.

El comedor es una mesa larga y ancha que tiene muchas sillas para que se sienten en ellas la familia real o invitados especiales. Esta adornada en el centro con unos girasoles , en el techo  hay grandes lámparas de luces empotradas,  y en  las paredes hay muchos cuadros de pintura hermosos.

Es hermoso

Vuelvo a la realidad cuando veo que Daniel llama mi atención diciéndome que la comida ya está en la mesa.

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