CAP 5

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Sun y Montgomery se dedicaban a jugar golf, un deporte caracterizado del área de Monty cómo debía ser.

Luego de ese cruce de palabras todo volvió a un silencio repentino, ambos incómodos sobre no tener algún tema de conversación y no romper el hielo.

- Pensé que serías un humano, sinceramente. - mencionó Montgomery

El sol por su parte no pudo evitar sentirse desanimado por no ser lo que el lagarto decía.

- ¿Que te hacía pensar eso? Digo, quién se enamoraría de un animatrónico, eso es raro... - Contestó Sun

- Si supieras los que tengo detrás... Humanos y humanas, ambos, por alguna razón siempre les parezco "atractivo", ¿Celoso?

- Oh dios eso es ridículo - Mencionó Sun embocando la última bola de su turno en menos movimiento que las de Montgomery.

- Eres bueno jugando golf, se ve que lo jugabas desde antes, ¿No es tu primera vez aquí no?

- Antes que tú estuvieras aquí primero inauguraron el Monty Golf, venía a pasar el tiempo y poco a poco aprendí a como jugarlo, sinceramente no es tan difícil.

El lagarto estuvo pensativo unos minutos.

- El que te enseñó a jugar Golf... Fue Bonnie, ¿No? - Preguntó un tanto curioso, mientras enfocaba su mirada en los ojos miel del contrario.

- ... ¿Qué? - Sun río a carcajadas. - Bonnie jugaba Bolos, no golf, tonto. Aunque sí, él era el que más sabía de deportes. - Dijo aún con una sonrisa en su metálico rostro.

- Perdón perdón, no sé mucho sobre él.

Hubo un silencio incómodo nuevamente, en el que solo se centraban en jugar Golf, ganando algunas rondas.

Se empezaban a aburrir.

Sun no pensaba quedarse atrás, tenía que hacer algo para que aquel hielo se quebrara.

- Montgomery, ¿Te gustaría visitar mi área? - Menciono mirando aquellos ojos rojos, aquellos que con cada mirada lograban que su corazón inexistente diera vueltas.

- Porqué no. - Dijo el reptil.



[...]



Habían llegado ya al área de Sundrop, el entorno infantil empapaba el ambiente de tonos dulces, alegres y divertidos.

Todo lo contrario a Montgomery.

Dicen que los polos opuestos se atraen, ¿No?

El reptil por su parte, observaba el techo, lleno de decoraciones de estrellas, soles y lunas, llamándole la atención en especial una estatua central, algo grande en la que se podía ver dos figuras animatrónicas.

Un sol y una luna.

Pero, ¿Y dónde estaba dicha luna?

Miró a su acompañante con una expresión un tanto confusa.

- Hey, Sun... Se supone que aquí los encargados son dos, ¿Cierto?

- Sí, ¿Por qué lo dices?

- Nunca ví a la Luna, ¿Es tu alter-ego o una de esas mierdas? Jajaja - Río ligeramente el oji rojo, esperando una reacción similar.

Sun lo miró aterrado, bueno, no tanto.
Sus ojos se abrieron dejando ver sus pupilas de color azul adornadas de ese iris color miel que empalaga a cualquiera que los viera. Eran realmente hermosos.

Cartas De Amor  / Glittergolf.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora