Recuerdo la primera vez que lo ví, estabamos a medio semestre en la preparatoria, sin duda la primera impresión que me dió fue que era un niño mimado, realmente guapo y sensual que sabía el efecto que causaba en los demás, teniendo todo a su favor, y no me equivoqué, todas, pero de verdad todas a excepción de una amiga y yo, las chicas de el salón lo trataron como un dios, un ángel, y sí, debo admitir que su belleza y encanto eran innegables, pero honestamente la primera vista de fanfarronia me pareció sumamente desagradable y lo odie por completo.
Él, al darse cuenta que de que yo no caí rendida a sus pies, trato de hacerse notar ante mi.
Yo no me reía de sus bromas y cada palabra que decía me parecía sencillamente ridícula, hasta que después de una semana de insistencia sucedió...
Yo me dirigía hacia la salida de nuestro salón de clases cuando inesperadamente Joe me cerró el paso poniéndose justo en medio, con los brazos levantados y recargados en el marco de la puerta.
Su mirada era sumamente sensual, tanto que por un momento me sentí hipnotizada, y sin una palabra, dejo clara su intención.
-Asi que no vas a dejarme pasar... Mmm que interesante, creeme, -hice una breve pausa para verle de arriba a abajo, sonreí y continúe, -yo que tú no haría eso...
Por mi expresión se dió cuenta de que fuera de lo que fuera que estaba yo hablando, hablaba muy en serio.
Hizo una expresión de sorpresa, sonrió impresionado e inmediatamente me cedió el paso, a lo cual me fuí con una gran sonrisa de victoria en mi rostro.Después de ese breve enfrentamiento, lo tuve cerca insistiendo en nuestra amistad, cuando él era de la clase de personas que todo quién le rodea le sigue a él cómo un dios, sin necesidad de rogarle a nadie por atención, y yo seguía rodando los ojos cada vez que intentaba de alguna forma impresionarme.
Lo ignore lo más que pude, y hasta hice de cuenta que a veces le ponía atención, pero de a poco me empezaba a ser una tortura. Hasta que un día, todo cambio.
Ese día, teníamos dos horas libres, y yo en vez de salir del salón como todos los demás, me quedé adelantando las tareas, afortunada o desafortunadamente...
-sabes, no creas que no me doy cuenta de que la mayor parte del tiempo me ignoras... ¿No te caigo bien o que pasa?
-Honestamente no.
-vaya... Eso dolió.
-tú preguntaste.- afirme, para después continuar con lo que estaba haciendo.
-si, lo se pero...
-¿Nunca habías conocido a alguien a quien no le cayeras bien? Vaya si que eres egocéntrico...
-en realidad, nunca había conocido a alguien tan honesta...
-Joe, yo no miento ni adulo a nadie.
-Gracias, eso me agrada, mucho más por qué es la primera vez que me dices por mi nombre, creí qué ni siquiera prestabas atención cuando intenté presentarme.
-llegaste aquí apenas hace unos días, pero con tanta demanda de atención que tienes aquí, era imposible ignorarte por completo. Joe por aquí. Joe por allá, que sexy es Joe... Más de medio salón habla de ti.
-¿Sexy...?
Rodee los ojos en vez de contestar lo obvio.
-claro, fue lo único que tu cerebro captó...
- no, pero gracias por lo de sexy, entonces ¿Querías ignorarme?
-solo repetí lo que he oído, y si, pero finalmente lo hiciste imposible.
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Siempre tú
RomanceHan pasado muchos años desde que Joe y Alice se vieron por última vez creyendo que la vida jamás volvería a reunirlos, callando quizás para siempre lo que nunca fue, y que de alguna manera siempre permaneció en ellos. Mejores amigos, presos de un am...