Capitulo 3 Fragancia

9 3 0
                                    

Después de aquella avalancha de recuerdos, me sentí sumamente confundida, aún así, sabía que aquel maravilloso hombre no se merecía un "no" por respuesta.

-por supuesto que acepto mi amor...

Al contestar, Harry sonrió, me colocó el anillo de compromiso y la multitud aplaudió

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Al contestar, Harry sonrió, me colocó el anillo de compromiso y la multitud aplaudió.  Él se puso de pie, me abrazo y me besó. Y fue un beso profundo, cargado de sensualidad y de emociones, y con ese beso basto para que por un momento todas mis dudas me abandonaran. Harry era un completo sueño, y yo era sumamente afortunada de tenerle.

Él era un hombre maravilloso, alguien con quién, sin duda, sabía que podía ser inmensamente feliz; la manera en que me trataba, su dulzura, su ternura, su sencillez, su calidad humana, sus valores, sus metas, su manera de amar, todo me hacía amarle profundamente.

-gracias Alice,  gracias por aceptar ser mi esposa,  eres el amor de mi vida, te amo.

Su sonrisa sobre mis labios, era mi todo en ese momento.

-Muchas felicidades hijo -se acercó abrazándole Ethan y Carol,- felicidades Alice, los queremos mucho, y estaremos muy felices de ayudarles con todo lo relacionado a la boda.

-muchas gracias papá, quiero que Alice tenga la boda de sus sueños, así que ella dirá.

-muchas gracias, que lindos, estaré más que feliz de escuchar su opinión y tener su apoyo. -dije correspondiendo el gesto.

Inmediatamente después, Cath corrió a abrazarnos a su hermano y a mi, Jack nos felicitó muy entusiasta, y Joe... nos felicitó, y aunque se dijo alegre por nosotros, tenía la mirada triste, respiraba hondo, hacia fuerza con la mandibula, y parecía estar aguantando las lágrimas.

Después de todo, continuamos con la cena, y casi al final de la noche, antes de pagar la cuenta, me levanté para ir al tocador de damas, sin notar que Joe me seguía.

-Alice, tenemos que hablar...

-Joe, ¿Que haces aquí? Nos meteras en problemas.

-¿De verdad vas a casarte...?

-sí. Ahora por favor, vete. No quiero que nadie malinterprete esto.

-no te precipites piénsalo bien, te lo ruego.

-¿Por qué debería dudarlo? Harry es un hombre maravilloso y me ama.

- y tú ¿Lo amas?

-yo...

Joe no espero respuesta y comenzó a acercarse muy lentamente a mi cuerpo.

Al tenerlo de nuevo tan cerca, respire aquella fragancia de su cuerpo que me dejaba sin aliento, el calor de su piel hacía que la mía ardiera, y la misma sensación me invadió, la misma cuando aquella noche después de tantos años de amistad, me besó por primera vez mientras estábamos en su coche, cuando de pronto aquel juego de niños, se convirtió en seducción.

Se quedó tan grabado en mi mente aquel recuerdo que podría revivir cada momento...

Habíamos pasado por muchas cosas en nuestra amistad, tanta confidencialidad, complicidad, tanto tiempo siendo solo amigos, y de pronto comenzamos a "jugar" a excitarnos, provocándonos, hasta que aquella noche sucedió, en secreto ya le anhelaba, y soñaba con él, y trataba de alguna forma de convencerme a mí misma que todo se trataba de algo meramente físico.

Eran casi las 10 de la noche cuando Joe me llamó pidiéndome que saliera a encontrarle en el estacionamiento, afuera de la casa de mis padres, cuando subí al su coche, sin explicación alguna Joe se acercó a mí y comenzó a besarme.

Fue un beso hermoso, sensual, delicioso, tan excitante y tan tierno al mismo tiempo, mucho mejor de lo que había imaginado, a mitad del beso, abrí los ojos, y grabé en mi mente el recuerdo de su rostro tan cercano al mío, sus ojos cerrados y sus largas pestañas, sus labios jugando con los míos en una perfecta sincronización.

Todo me parecía un sueño, sumamente increíble. Después de varios besos, la intensidad subió tanto que comenzamos a tocarnos mutuamente, a besarnos de manera desenfrenada por donde quiera que el momento nos lo permitiera. Su fragancia se quedó impregnada en mi piel y en mi memoria para siempre.

Nuestro momento se vio interrumpido por varias llamadas insistentes de un amigo en común, Noah,  al que Joe había dejado solo cerca de ahí, y rogaba regresará por él.

Esa fue la primera vez que él me besó, la primera vez que de alguna forma fui suya. Y ahora años después, aún sin desearlo, lo seguía siendo.

Mi cuerpo anhelaba volver a sentir sus besos, su calor, su cuerpo, como tantos años le deseé

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mi cuerpo anhelaba volver a sentir sus besos, su calor, su cuerpo, como tantos años le deseé. La excitación comenzaba a apoderarse de mi cuerpo, rogando nos dejáramos llevar.

Joe comenzó a acariciar muy lentamente con el roce de sus dedos mi piel desnuda, el escote pronunciado de mi espalda, mis hombros, y acercó su boca a mi oído para susurrarme...

-Alice, sé que me deseas tanto como yo a tí... No puedes negarlo. Te conozco demasiado bien...

-Joe... -él comienza a besar y a mojar con su lengua el lóbulo de mi oreja, para después morderlo y succionarlo, mientras que con sus manos reclama mi cintura, aferrándose a mi cuerpo, y repegandome por completo contra él, tanto que siento su miembro erecto justo entre mis piernas, y eso me hace enloquecer. - Joe... No... No es correcto...

-tu voz me dice que no y tu cuerpo me pide le posea...

Un leve gemido escapa de mis labios al sentirle, al escucharle, él tenía razón... Por una vez en mucho tiempo quería olvidarme de todo, y hacer por fin realidad todo aquello con lo que había soñado... Joe.


Siempre tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora