Era un frío y lluvioso día de Enero, y a pesar de eso, el flujo de gente en Time Square era el mismo de todos los días, lleno de personas que iban y venían de su trabajo, atrapados en el tráfico y turistas que admiraban las grandes pantallas.
Vivir en la ciudad de Nueva York era un sueño, apenas acababa de cumplir mi primer año, y aún no me acostumbraba a la vida tan ajetreada.
En los últimos meses solo me había dedicado a dos cosas, trabajar y dedicarle tiempo a mi novio Harry.
Harry era hijo del dueño, y accionista, de uno de los bancos más importantes de Wall Street en Manhattan, su familia era maravillosa y aunque teníamos solo unos meses saliendo, ellos me trataban como si fuera parte de la familia.
Estábamos a unos días de cumplir nuestro primer aniversario, y todo parecía una completa luna de miel, y aún así, a veces sentía que algo me hacía falta.
Había llegado a NYC después de despedirme para siempre de la pequeña ciudad donde nací, dónde dejé todos mis recuerdos y un amor imposible.
-Alice, ¿Que harás hoy después del trabajo, quieres que vayamos a algún lado? -cuestionó Danna.
Danna era mi compañera de trabajo en el Birdland Jazz, y mi única mejor amiga en la gran ciudad.
-Me encantaría nena pero, Harry me ha pedido que nos veamos en La Grenouille esta noche . ¿Te parece bien mañana?
Yo había conocido a Harry en mi lugar de trabajo después de que él se acercó a mi todo galante al escenario, regalándome una rosa e invitándome a salir, así que Danna lo conocía también.
-Claro querida, espero disfrutes tu cita.
-Muchas gracias hermosa.
Danna era una excelente amiga, alguien en quien sabía que podía confiar. Después de aquella breve conversación, ella siguió atendiendo a los comensales, y yo me prepare para mi último acto de la noche.
Hacer mi trabajo era maravilloso, todo el tiempo estaba rodeada de personas agradables, escuchando música de Jazz, y haciendo lo que más amaba: cantar.
Después de salir del club, tomé un taxi para dirigirme al restaurant dónde me reuniría con Harry, normalmente habría caminado las 11 calles hasta el lugar, pero está vez la constante lluvia me lo impedía.
Al llegar al lugar, justo antes de bajar del taxi, Harry me llamo.
-Hola querida, ya he llegado ¿Estás cerca?
-Hola cariño, si de hecho voy bajando del taxi.
-Perfecto, ahora mismo salgo.
Harry era todo un caballero y eso me encantaba de él.
Bajé del taxi y caminé hacia la entrada del restaurant, cuando justo en la puerta, con la misma intención de entrar, apareció un hombre obstruyendo mi paso haciéndome retroceder de golpe, para finalmente entrar abruptamente.
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Siempre tú
RomanceHan pasado muchos años desde que Joe y Alice se vieron por última vez creyendo que la vida jamás volvería a reunirlos, callando quizás para siempre lo que nunca fue, y que de alguna manera siempre permaneció en ellos. Mejores amigos, presos de un am...