Capitulo 3

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—me sentí extraña cuando dijo eso —de nada señor—respondí, el señor se fue a la oficina de la diréctora castillo, así que decidimos seguirlo sin que se diera cuenta.

En la oficina...

—entonces diréctora, ¿qué opina de mi oferta?—dijo el señor agarrando el maletín.

—Es que.., no lo se, son muchos niños sin hogar son muchas cocas qué alimentar.
—yo tengo lo suficiente para que ellos estén mejor.
—no lo sé.

Afuera de la oficina están Liza y Ale escuchando la conversación...

—diga no.. diga que no—dijo la joven es voz baja.
—qué diga no..que diga no—igual dijo Ale.

—esta bien, acepto la propuesta, solo necesitaria firmar algunos documentos y el orfanato es suyo.

—claro que si.. Le are algunas remodelaciones.

—si claro, si bueno necesito que me firme estos documentos.
—claro.
—¿qué le diremos a los niños?
—ellos no tienen porque enterarse de esto, solo les diremos que .. Según es una ayuda.. Una buena acción.

—Okey y bueno fue un placer hacer un trato con usted señor Álvaro.. Hay que decirle a los niños.

—¿qué? No puede ser lo vendió... Ale ¡ahí vienen!.
—¿qué?, ¡Rayos viene hacia acá.. Vámonos Liz!—huimos de ahí rápidamente.

La diréctora vendio el horfanato, como era eso posible... El señor Álvaro qué intenciones tendra con el horfanato.. La directora reunió a todos en el patio...

—niños,miren el es el señor Álvaro y nos dará una pequeña ayuda.. Para estar mejor.. Un aplauso para el señor ,los niños aplaudieron...
—no me daba buena espina ese sujeto, pobres niños si supieran lo que acaba de pasar.

—una ayuda, si claro...
—Bueno niños eso es todo, ya pueden seguir en lo suyo, solo queríamos darles el comunicado.
—ese señor trama algo es malo.
—¿qué dijo señorita Liza?.
—qué muchas gracias al señor por su ayuda.
—se está volviendo un poco rebelde Liza
—eso fue lo que dije diréctora
—si eso fue lo que dijo,yo escuche eso...
—valla parece que tenemos unas chicas con carácter fuerte.

—tranquilo señor no se preocupe.. Liza y Ale ami Oficina ahora.

—¿Porque?dijeron ambas jóvenes
—por alzar la voz a sus mayores.
—pero no alzamos la voz.
—a mi oficina ahora..

—Ale y yo nos dirijimos a la oficina de la diréctora.. Entremos y cerraron las puertas... Y el terrible tormento empezo.

-—señoritas,¿Qué hacían detrás de la oficina? ¿Qué escucharon?
—¿Qué?
—¿Como?
—no crean que no nos dimos Cuenta, de que las dos estabas escondidas..
—..... —volte a ver a Ale....

Los Huerfanos [Liza Báez Y Missasinfonia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora