Los Huerfanos [Liza Báez Y Missasinfonia]

Capitulo 14

Minutos más tarde...

—¿Y Liza?

—Divirtiéndose por allá—respondió Ale señalado

—Interesante..que bien que se despeje un poco de tanto estrés.

—si.

Horas después...

—No puede ser otra vez

—Quiero brindar por este día—dijo Liza alzando una copa.

—Chicas ya están muy mal vámonos dijo javier tratando de sostenerlas

—Hola guapo ¿Cómo estás?

—Liza soy tu amigo

—Así jaja perdón.

—Hora que Liza ,Javier es mi novio—dijo tomándole el rostro a Javier.

—Hay dios mío, Ale contrólate si,iré a pagar la cuenta espéreme aquí.

—¡Salud!

Minutos más tarde regreso Javier y saco a ambas chicas del lugar...

—Deberían de aprender a beber señoritas.

—Solo fueron unas copitas no es para tanto

—¿Enserio? ¿Quieren saber de cuánto fue la cuenta?

—¿Haber cuánto fue?—preguntó con una sonrisa burlona

—20 mil pesos ,¿Liza dónde vas?

—A mi casa ¿que no vez?—respondió tambaleándose

—No te puede ni sostener ven acá.

—¡No quiero!—dijo soltando un manotazo

—Liza por favor,¿Ale que haces?

—Nada.

Missael seguía buscando a Liza por todos lados hasta que se topo con Javier tratando de controlar a las jóvenes,Liza no lo reconoció por el mal estaba...

—¿Oye amigo?¿Te puedo ayudar?—pregunto Missael saliendo del auto.

—No..no yo puedo solo—respondió Javier

—¿A dónde las llevas?—pregunto arqueando ambas cejas

—A nuestro departamento.

—¿Vives con las dos?—haciendo el mismo gesto .

—Si pero no es lo que estás pensando amigo,¿porque te interesa saber?

—Porque una de esas chicas es mi hermana Liza

—¿Que?..no..no eso no puede ser ,que gracioso eres.

—Pregunta lo que quieras.

—¿Cómo te llamas?

—Missael Castañeda mucho gusto.—Javier solo lo miro con asombro,Missael tuvo la misma reacción—¿Que?,Mira dejemos las preguntas para después y déjame ayudarte.

—Esta bien.

—Pero yo me llevo A mi hermana.

Ambos chicos subieron a Liza y Ale a sus respectivos autos, las llevaron su departamento y las rescataron en su cama...

—Con cuidado—Dijo Missael Recostando a Liza.

—Si.—

después de dejar a ambas jóvenes recostadas en la cama salieron la habitación...

—Así que tú eres el famoso Missael de quién Liza nos platico.

—Si soy yo...Espera ¿les hablo de mi?