Los Huerfanos [Liza Báez Y Missasinfonia]

Capitulo 11

En el antro....

—¡Que empiezen las apuestas!—dijo la joven sacando un fajo de billetes.

—Vienes muy emocionada—dijo aquel tipo de la discoteca.

—Como nunca ¿o que?Tienen miedo a perder—respondio Liza.

—Perder contra una mujer como tu porfavor
—¡Empezemos pues!—dijo la joven,comenzaron las apuestas después de un rato la joven perdió todo el dinero que llevaba,además de ya tener unas compas encima—¡Ups! Ya no tengo dinero tendran que  esperar, hasta mañana.

—¡No,no niña paganos ahora!

—¿Que no escucho bien? Ya no tengo dinero mañana les pago bye 

—¡De aquí no te vas!—grito el hombre sujetando fuertemente a Liza.

—¡Suelteme!

—¡Entonces paganos!

—Okey okey ¡miren eso de ella!—grito la joven ,aquellos hombres voltearon y aprovecho para correr hacia el baño.

—Suena el celular de Ale—Lo siento tengo que contestar,¿Hola?

—¿Ale?

—Si ¿que pasa?

—Necesito ayuda,¿Puedes venir por mi?

—¿Que?¿Dónde estás?

—En la discoteca.

—¿Que haces ahí?

—Me quería distraer haciendo apuestas y perdí.

—¿Bebiste?

—un poco tal vez.

—¿Dónde te escondite?

—Estoy Escondida en el baño de la discoteca

—no puede ser ,¿Cuánto debes?

—5000 pesos 

—¿Que?¡hay dios! Ya voy para allá que suerte que te quiero si no ahí te dejaba ,llegaré pronto.

—Vale okey.

La chica salió sigilosamente de ahí pero aún así los hombres se dieron cuenta y salieron tras de ella.

—¿Oye?¿A dónde vas?

—A hola emm..voy por su dinero.

—Si no nos pagas por las buenas nos tendremos que conbrar por las malas—dijo el hombre astotando un bate con su mano.

—No no es necesario tranquilos—dijo Liza retrocediendo hacia atrás,por suerte Ale llegó rápido en su coche.

—¡Hey señores!,no hay porque usar la violencia tengas aquí está su dinero pueden contarlo si quieren.

—Ven,les dije que les pagaría desesperados—dijo la joven soltando una pequeña risa

—Liza es hora de irnos—dijo Ale con una sonrisa forsada.

—Que buena jugada fue un gusto conocerlos.

—¡Liza ya vamos ven sube al auto! 

Ambas chicas abordaron el auto,Liza comenzó a reírse..

—¿Que te da tanta gracia?—pregubti Ale haciendo un  gesto.

—Estuvo divertido—respondio Liza un riéndose 

—Yo no le veo lo divertido a esto.

—Para mi si lo fue.

—Quieres calmarte por favor.

—Relajate Ale ya pasó.

—No se cómo estás tan feliz casi te golpean Liza.

—¡Vive la vida!

—Mira ya no digas nada mientras llegamos a casa.

—¡Ohh!

Al llegar a su departamento ambas ingresaron ,Ale sostuvo un poco a Liza ya que seguía bajo los efectos del Alcohol,logro recostarla en la cama.

—Ya duérmete que mañana el señor Alvaro nos quiere a primera hora mañana.

—si..si 

Al día siguiente....

—¡Buenos días!

—...

—okey—dijo encendido una alarma.

—¡Nooo!¡Quita tu trompeta de aquí!—dijo la joven tapándose con la cobija.

—A pero ayer estaba buenas las copas, las apuestas a y casi te golpean por eso.

—ya déjame fue un error si

—Ya levántate ya es tarde.

—¡Rayos!¡El trabajo es cierto!

—Calma ya lo hicimos ,le dijimos al señor Alvaro que te sentías mal.

—Hay puede ser.

—Ya tranquila pero si date un baño que hueles a alcohol que si se entera el señor Alvaro no será nada bueno.

—No es para tan—huele su camisa—hay creo  que si.

Minutos mas tarde..

—Que diferencia.

—ja,ja que graciosa,ya no me digas nada.

—¿Nos vamos?

—alla te alcanzo,tengo que hacer unas cosas.