Empecé a llenarme de odio. La ansiedad me oprimía el pecho y deseaba que corriera la sangre. Esto sí que no podía estar ocurriendo. Eché una mirada asesina a la mesa de Becky, pero no estaba. Me acerqué pero no había rastro de ella. Su ordenador estaba apagado y su bolso no colgaba de la percha de pie que estaba situada tras la silla.
Abrí la puerta de mi despacho con violencia. Bingo.
- Freen...
No le permití seguir. Cerré la puerta bruscamente.
Freen : ¡¿Cómo se puede ser tan cínica y ególatra?!
Becky : ¿Qué?
Freen : ¿¡Cómo que qué!? ¡Has sido tú la que has divulgado el rumor de Kirk!
Becky : ¡Qué dices!
Levantó la voz. Su cara mostraba el enfado que mis acusaciones causaban.
Freen : ¿¡Lo vas a negar ahora!? ¡Me lo han dicho!
Becky : ¿Quién te ha dicho eso?
Ahora estaba angustiada. Le temblaba el labio y respiraba con avidez.
Freen : Me lo dijo Yha
Becky : Rata asquerosa…
Freen : Jamás creí que pudieras hacer algo tan ruin
Becky : ¡Qué yo no he sido, joder!
Freen : ¿¡Qué pasa si ahora salgo a la oficina y le digo a todos que nos hemos acostado, eh!?
Becky : ¡Cállate!
Freen : ¡¿Y si llamo a Nop?!
Becky : Créeme, por favor. –Me jalò del bazo.
La aparté.
Freen : ¡No me toques!
Golpearon la puerta y yo grité aún más enfadada.
Freen : ¿¡Qué!?
Se abrió y el señor Kirk asomó las narices.
Kirk : ¿Ocurre algo?
Me senté con dureza y golpeé el escritorio.
Freen : No, pase.
Entró mirando la cara casi lacrimosa de Becky , por lo visto, eso le agradó. Me dedicó una sonrisa radiante y añadió.
Kirk : Mano dura
Becky suspiró con desazón.
- Los dejo solos.
Se dispuso a salir del despacho y Kirk se lo impidió.
Kirk : Espere, señorita. Quiero hablar con las dos.
Becky cerró la puerta.
Kirk : Tienen que ir al aeropuerto a recoger al señor Kawayama.
Becky : ¿Yo también?
Kirk : Por supuesto. ¿Cómo va a ir ella sola?
Intenté relajarme y pregunté:
Freen : ¿Y qué hacemos con ellos?
Kirk : Cumplirán sus deseos y más tarde, me uniré a ustedes en una comida y firmaremos el contrato.
Freen : Está bien.