Prologo de una historia trágica

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Ranpo se sentía muy ansioso, la semana pasaba de forma muy lenta, era casi tortuoso.

Aunque su estado no mejoró ni siquiera cuando el dichoso miércoles llegó, por suerte la cena sería hasta más tarde e  iba a estar en la universidad un buen rato solo para evitar llegar a casa.

Poe por su parte también intentó mantenerse cuerdo con ayuda de Lucy y Louisa, aunque la pelirroja no ayudaba demasiado.

La estudiante de diseño solía ser un poco imprudente en situaciones como esas y al ser muy ocurrente solo hacia crecer el medio de Poe, aunque ella intentaba ayudar.

Edgar lo sabía y apreciaba el detalle pero la chica no parecía comprender bien que sus bromas ocurrentes asustaban al castaño oscuro.

Louisa intentaba manejar la situación con mucha más delicadeza. Su personalidad tranquila y lógica le ayudaba a mantener la calma a Poe, realmente estaba agradecido de tener dos amigas tan buenas con ellas.

– Basta Lucy-san, estas asustando más a Edgar. – Pidió Louisa.

– ¿Um? ¿En serio? Perdón. – La pelirroja lo miró con vergüenza. – Pero tú sabes que no se me da bien manejar estas situaciones.

– Lo sé, gracias por tanto Lucy. – Le sonrió antes de acostarse de nuevo contra la mesa.

A lo lejos vieron como un albino se acercaba alegremente hacia ellos.

Edgar pensaba que la sonrisa de Atsushi tenía poderes místicos, como le agradaba ese chico.

– Lucy-Chan, Poe-San, Alcott-San, buenos días. – Les saludo alegre. – Lucy-Chan vine a devolver el libro que me prestaste, muchas gracias.

Cuando el chico le ofreció el libro la chica lo recibió mirando hacia el otro lado.

– Ni lo menciones Atsushi... Espero que te haya sido útil. – El rostro de Lucy estaba casi tan rojo como su cabello.

Poe y Louisa estaban seguros que Atsushi debía ser muy ciego para no darse cuenta que Lucy estaba enamorada de él.

Sin embargo, ninguno de los tres era tonto y sabían que el albino estaba en una especie de relación extraña con el azabache estudiante de ingeniería.

No eran novios, pero ciertamente eran más que amigos.

Lucy que era un poco optimista pensaba que tal vez al no ser nada oficial tal vez tendría oportunidad en algún momento con Atsushi, aunque cada vez perdía más la esperanza.

Aun así estaba escuchando atentamente como el albino le contaba que su profesor le había felicitado por su trabajo y que todo era gracias a ella y que le había prestado.

Cuando el chico le sonrió con la dulzura que le caracterizaba, Lucy se lleno de coraje.

Quien no pelea no gana la guerra.

– At-Atsushi... hace poco mi jefe me regalo una boletas para el cine y me gustaría que... – No obstante no pudo terminar su propuesta pues el mismísimo Akutagawa Ryuunosuke se había presentando en el lugar.

– Jinko vamos. – Dijo con voz neutra y Atsushi sonrió aun más al verlo.

¿Era posible sonreír tanto?

– Oh Aku llegaste. – Atsushi se acercó al azabache pero antes de irse miró a Lucy. – Perdón Lucy me estabas diciendo algo.

– Ah... me gustaría... Que me recomendaras una película, tienes buen gusto... Quiero ir con una amiga de la carrera. – Dijo y tanto Louisa como Poe se sintieron mal por la pelirroja.

Como seducir a un novio tímido y no morir en el intento - Ranpoe [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora