Cap 02

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Después de intercambiar cordialidades y unas pocas historias sobre el Profesor Kim, a quien el Dr. Park conocía bastante bien de sus días como licenciado, se quitó las gafas y se frotó las sienes.

—Entiendo que está estudiando los efectos psicológicos de la amnesia y le gustaría tener acceso a uno de nuestros pacientes.

—Sí, es correcto. Mi meta es completar la propuesta de la tesis para el período de primavera y me gustaría reunir toda la información que me sea posible a través de entrevistas, y...

—Aguarde. Dudo que Jae, disculpe, el Profesor Kim se lo haya explicado. Apenas podía contener su emoción anoche a través del teléfono, pero este es un muchacho muy enfermo. Mi consejo es que no lo haga el sujeto de su proyecto. Es peligroso, impredecible, y es mejor dejarlo en mano de profesionales.

La naturalidad condescendiente de su comentario se sintió como una cubeta de agua fría sobre mi cara. Toda mi vida había luchado con las personas que me habían subestimado. Personas como yo, quienes habían crecido en el extranjero con un padre obrero y alcohólico, no seguían adelante para convertirse en doctores a la edad de veinticinco. Esa percepción fue la que me inclinó a esforzarme tan duramente, para probarles a todos que estaban equivocados.

—Con todo respeto, Dr. Park, soy un estudiante de doctorado en filosofía, no un chico de secundaria trabajando en un informe. He entrevistado a prisioneros antes —no tenía que saber que había sido un proyecto para la escuela de licenciados y había sido hecho a través de correos electrónicos—. Puedo manejarlo.

Miró hacia el suelo, al tanto finalmente de que me había ofendido. Cuando miró hacia arriba sus ojos eran claros, su rostro suavizado. —Escuche, Jae habla muy bien de usted y su trabajo, y quiero ayudarlo, pero no le recomendaría trabajar con este sujeto.

—Estoy al tanto de que ha sido arrestado por asesinato, y eso no me asusta. Tengo una piel gruesa, doctor. Quiero verlo.

—Muy bien —asintió—. Dudo que pueda ser persuadido para que lo deje, pero debía intentarlo. Está claro que trabajar para Jae lo ha contagiado. —Me ofreció una sonrisa forzada.

El Profesor Kim era uno de los profesores más dedicados que tenía. Él comía, respiraba y vivía para su trabajo. Lo respetaba un montón por eso. —Aquí están sus registros, actualizados desde que ha estado bajo mi cuidado. —El Dr. Park me tendió un sobre de manila, ya grueso gracias a un montón de papeles—. Ahora mismo está calmado, pero hemos tenido algunos problemas con él.

—¿Problemas? —Alejé la vista del archivo para mirarlo.

—Fue transferido aquí hace tres días desde el hospital del condado. Y en su primera mañana atacó a un asistente masculino que intentaba colocarle una inyección.

—¿Qué provocó el ataque?

—Estaba gritando, exigiendo información sobre por qué se lo mantiene aquí, quién es, qué sabemos sobre él. No tiene absolutamente ningún recuerdo del asesinato. Cuando la policía vino para interrogarlo y le mostraron las fotos, él colapsó. Luego de eso no nos habló por dos días. Luego, simplemente lo perdió. —Sacudió la cabeza como si fuera tan difícil de creer que ese hombre tuviera problemas afrontando una nueva realidad —. El tipo que atacó era dos veces su tamaño. Necesitó ocho puntadas en el rostro.

Tragué un bulto que subía por mi garganta.

—Tiene algo de ira y agresión reprimida. Considérelo una advertencia para estar con él en la misma habitación, pero de alguna forma dudo que escuche ese consejo. —Me sonrió, pero su preocupación era obvia.

—Lléveme con él. —Mi voz sonó calmada, incluso cuando esta situación me estaba sacudiendo. Me recordé a mí mismo que si algo sucedía, al menos estaba en un hospital, pero ese pensamiento no me causó ningún confort.

El Dr. Park abrió la puerta y junté mis papeles.

—Está descansando ahora, pero ya que usted es tan testarudo como Jae, lo llevaré a conocerlo. No tengo ni idea de si cooperará con usted, teniendo en cuenta que él no es mi fanático más grande.

Alcanzamos la habitación 304, la cual estaba custodiada por un oficial. Me detuve y enfrenté al Dr. Park antes de entrar.

—Disculpe, doctor, pero me gustaría entrar solo. —No tenía idea de dónde había brotado esa idea, pero de alguna manera me imaginé que el paciente estaría dispuesto a cooperar conmigo si no me encontraba con el Dr. Park, ya que al paciente no le importaba mucho.

El Dr. Park me estudió, sus cejas juntas. Tenía la edad suficiente para ser mi padre y podía ver que su preocupación era genuina.

—Estaré bien. —Coloqué una mano sobre su antebrazo.

Asintió de mala gana y le señaló al guardia que abriera la puerta para dejarme entrar.

Maniac || Hyunlix✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora