Cap 07

469 68 3
                                    

—La cantidad de tiempo que pasas en el hospital, Felix, no es saludable — dijo Jisung, dando un paso adelante—. No es normal.

Abrí la boca para responder y el levantó una mano, deteniéndome—. Y no me digas que es por tu tesis. Hablé con Park y me dijo que tienes un montón de material extra, y que tu esquema de tesis está casi hecho.

Cerré mi boca, no podía utilizar la defensa que había estado a punto de emplear. Tenía un borrador del esquema de mi tesis completo. La situación de Sam era sólo una pequeña parte de ella, un punto de referencia real para todos los demás datos. No se habría sentido correcto hacer de su caso el centro, dramatizando su dolor de esa manera.

Seguí a Jisung hacia el mostrador, necesitando aún mucha más cafeína para considerar hablar con el acerca de mi relación con Sam. —Dime qué está pasando, Felix. No es propio de ti estar tan obsesionado con un tema de prueba.

Tragué saliva. Tenía que sincerarme sobre Sam . Él no era sólo un sujeto de prueba. No lo había sido desde el principio, y ahora, después de pasar varias semanas con él, hablando sobre música y literatura, probando todo tipo de alimentos, sabía que nos habíamos vuelto cercanos. Tan cercanos como la relación médico-paciente debía ser, aunque yo no era médico todavía.

Contuve una sonrisa al pensar en Sam, luchando por mantener mi cara de póquer frente a Jisung. El saltaría sobre mí a la primera señal de que algo estaba mal.

A pesar de que mis visitas no habían ayudado a Sam a recordar nada, él había dicho que pasar tiempo juntos le trajo una especie de paz. Le proporcioné un breve escape de su dolor y un descanso de los investigadores que todavía lo interrogaban, pero que estaban topándose con obstáculos al tratar de reconstruir su caso.

Me acerqué al mostrador para hacer mi pedido.

—Un café pequeño con leche descremada.

Jisung le gritó su orden al cajero y entregó su tarjeta.

—Sé que he estado alentándote para que eches un polvo, pero no quise decir con él. No me importa lo guapo que sea. Es un paciente con trastorno mental, por el amor de Dios. —El cajero de rastas levantó las cejas, mirando entre Jisung y yo. Genial. Tiré mi dinero suelto en el tarro de propinas y me dirigí al final dela barra para esperar mi bebida, apretando los puños a los costados.

Nos sentamos en los cómodos sillones de la parte de atrás, bebiendo café. La mirada conocedora de Jisung nunca dejó la mía.

—Dime lo que está pasando. Desde que lo conociste te has convertido aún más que antes en un ermitaño.

Agaché la cabeza, tomando un sorbo de mi café con leche. Maldita sea, demasiado caliente. Sabía que el tenía razón, pero no podía explicar la atracción que Sam tenía sobre mí. Tal vez no era saludable pasar tanto tiempo en el hospital. Casi me reí con la evidencia de esa declaración. Pero Sam no estaba loco. Sabía eso a ciencia cierta. También sabía con absoluta certeza que yo sería el que iba a volverse loco si nuestra química sexual se volvía más caliente.

Cada día entraba en su habitación, él me levantaba entre sus brazos y me abrazaba fuertemente antes de dejar mis pies en el suelo. No podía evitar pensar que él ansiaba afecto físico después de una semana solo.

El Dr. Park nos había visto abrazarnos una vez y al instante me había sentido avergonzado por permitirme conectar tanto con un paciente. Por supuesto, eso no me había impedido visitar a Sam cada día. Sólo intentaba evitar arduamente al Dr. Park.

Durante el café, Jisung trató de convencerme de que tenía que tomarme un descanso de mi trabajo con Sam, que me estaba obsesionando. Cuando el me dejó en casa, después del café, y vio el vergonzoso estado de mi apartamento, me puse a pensar que tal vez tenía razón. Pilas de libros de texto y una pequeña montaña de notas se habían derramado de mi estantería repleta, justo detrás de la puerta de entrada, creando incluso un obstáculo para pasar a través de ella. No había pensado en nada al pasar por encima de la pila durante los últimos días, pero ver a Jisung navegar torpemente a través de el, me avergonzó. Lo guie hacia el interior del apartamento, donde al menos el sofá estaba libre del desorden.

Maniac || Hyunlix✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora