The Average DC Experience español libro 1

Capítulo 140 El regreso del peludo

'Para ser un tipo que no quiere matar, seguro que me gusta usar mierda no probada en otras personas...' reflexioné, mis ojos temblaban mientras me arrodillaba junto al hombre en llamas para examinar sus signos vitales.

Suspiré aliviado cuando descubrí que simplemente estaba inconsciente, incluso si su apariencia sugería que estaba muerto, con sus iris rodando hacia atrás, mostrando el blanco de sus ojos mientras yacía inmóvil.

"Eso es todo..." Comenté, encogiéndome de hombros mientras me levantaba y me dirigía hacia la mujer barbuda que se retorcía, que todavía sentía el ardor por la falta de una mejor expresión.

Se dio cuenta de mí y trató de levantarse, pero rápidamente cerré la distancia y la noqueé con un golpe en la cabeza ya que no tenía ganas de clavar mi dedo en su cuello gordo y sudoroso.

"¿Qué pasa con él? ¿No vas a ir a ver cómo está?" Nightwing preguntó después de verme noquear a Big Top mientras señalaba al profesor Pyg inconsciente.

"No hay necesidad", respondí, sacudiendo la cabeza. "Hay personas que incluso yo no soy lo suficientemente egoísta como para pasar por alto", agregué, suspirando mientras caminaba hacia uno de los Dollotrons de Pyg.

"¿Qué se supone que significa eso?" preguntó Nightwing, su expresión se volvió severa mientras corría hacia el profesor Pyg para ver cómo estaba, alarmado por mis palabras.

"Significa lo que significa", respondí sin comprender mientras me arrodillaba al lado del Dollotron para examinarlo, comenzando con su espeluznante cara de muñeca. "Mierda..." maldije, haciendo una mueca cuando me di cuenta de que no era una máscara sino un rostro carnoso real.

El pedazo de mierda demente cambió permanentemente las caras de esas personas de alguna manera, y ni siquiera estoy seguro de que alguien pueda revertir el proceso, sin mencionar sus mentes rotas.

"Está vivo...?" Nightwing comentó, su tono desconcertado mientras se levantaba y se giraba hacia mí, mirándome con una mirada inquisitiva que él y Cassandra compartían.

"Define vivo", dije mientras me ponía de pie. "¿Respirar? Sí. ¿Capaz de pensar de forma independiente? Sí...", agregué mientras le lanzaba una mirada fría al inconsciente Pyg.

"Las otras cosas... no tanto..." Concluí mientras apartaba la mirada del profesor demente y me dirigía a examinar a las otras víctimas, solo para darme cuenta de que sufrían el mismo trato.

Puede ser una sorpresa, pero incluso yo tenía una lista de varios villanos (para lisiar a la vista, o matar si no era posible), y el profesor Pyg estaba al tanto. Por egoísta que fuera, todavía había personas que eran tan malas que ni siquiera yo podía ignorarlas y dejarlas en paz.

También estaban aquellos que eran demasiado poderosos, impredecibles y jodidamente extremos para dejarlos con vida después de tener el desafortunado disgusto de conocerlos como esa perra que viaja en el tiempo en Central City.

Imagínese despertarse un día y encontrar que le falta una de sus pelotas, solo para que aparezca un hijo de puta con un pijama amarillo de spandex y diga: "Fui yo, Gray. Retrocedí en el tiempo y robé uno de tus testículos...".