Parte sin título 8

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Tenma sabía que si algo malo llegaba a pasar a futuro con Johan entonces la culpa sería solo de él, por haberlo dejado vivir. Y tal vez optar porque el monstruo pasara su condena en un psiquiátrico en lugar de una cárcel común era mala idea, pero era verdad lo que le había dicho al monstruo la vez anterior de que no iba a soportar perderlo. Y esta quizás podría ser la única forma en la que ambos estuviesen juntos; por supuesto de todas esas veces en las que ambos se veían en la clínica, los dos terminaban amándose. Generalmente, Tenma lo iba a visitar en las noches, y Johan manejó todo para que nadie los interrumpiera ni siquiera espiara. Era increíble cómo había logrado esto a pesar de ser un paciente interno peligroso, lo que indicaba su gran poder de convencimiento. Tal vez, el hecho de que Tenma fuese el médico de cabecera del mellizo hacía que todo fuese más fácil. Tenma se sentía un tanto culpable por esto ya que significaba que el gemelo seguiría gozando de gran impunidad no importaba a donde fuera. Él también se estaba cuestionando acerca de su moralidad, el ser médico de Johan era la primera hora haciéndole un tratamiento físico al gemelo, revisarlo, mientras que la segunda hora era él y Johan sosteniendo relaciones sexuales. Era ese tipo de relación que tenían donde Tenma sentía que su juicio moral tambaleaba. Tal vez, Johan no logró romperlo cuando lo incitaba a que lo cazara y le diese fin a su vida, pero si lograba romperlo cuando ambos se amaban, y el médico japonés lograba domar a la bestia. Quizás el momento más sincero de los dos. Tenma le permitía a Johan cosas que en otras circunstancias no lo haría, y el gemelo mostraba una faceta diferente el cual no mostraba con nadie, a excepción, de su melliza claro está.

Era domingo por lo que las visitas no estaban permitidas hasta el lunes, era uno de esos días en los que Tenma podía al menos sentarse a reflexionar sobre lo que estaba ocurriendo entre él y Johan. Así como también lo que había pasado con Nina, Tenma eventualmente había dejado de intentar comunicarse con ella. Entendía que siguiera molesta con él, Tenma reconocía el gran daño que le estaba haciendo a ella. Era difícil que lo perdonase, entendía si ella lo llegaba a odiar pues era un odio completamente justificado. O al menos eso creía Tenma cuando en la tarde lluviosa de domingo alguien tocó la puerta. El médico le pareció extraño no esperaba nadie, dudase que fuese Gillen o quizás alguien más. El doctor abrió la puerta esperando encontrar a quién sea, pero no esperó ver a..

-¿Nina?

-Hola doctor Tenma. Buenas tardes.

-Buenas tardes. Saludó el doctor.

Tenma le dio una indicación a la chica para que entrara a su apartamento. La joven accedió, llevaba una gabardina beige, pantalones, una blusa de manga larga negra, además de que se había acomodado el cabello largo en una cola de caballo.

-¿te ofrezco algo? ¿Agua? ¿té? ¿café?

-Té por favor. Dijo la melliza.

Tenma le dio una sonrisa suave, mientras tomaba una cacerola para calentar un poco de agua mientras ponía una bolsita de té, cuando el té estuvo listo, el japonés sacó la azucarera para que Nina pusiera el té a su gusto. La chica lo hizo y añadió dos cucharadas de azúcar, la muchacha miró al doctor con unos ojos taciturnos.

-¿hasta cuándo te quedarás?

-Solo un par de días. Estoy empezando a trabajar en un despacho. Y bueno tengo que regresar el lunes.

-Ya veo. Dijo él.

El doctor se sentó en el sofá para ver a la chica mientras tomaba su té, él quería decirle a Nina que estaba muy apenado con ella.

-emm. ¿cómo está Dieter? Sé que está viviendo con el doctor Rechwein.

-Ahh, sí. Funcionó lo que le dijiste aquella vez está empezando a asistir a la escuela. Le estoy ayudando al doctor Rechwein a pagársela.

-¿de verdad? Es raro pensé que los consejos que yo le daba no los iba a tomar nunca en serio.

Tenma dio una media sonrisa.

-En realidad si los tomaba en cuenta. El problema de Dieter es que es muy terco.

Nina dio una media sonrisa.

-Lo sé. Creo que yo también soy igual.

Tenma solo sonrió, los dos estuvieron callados durante un periodo largo, solo se podía escuchar el sonido de la lluvia golpear la enorme ventana, Tenma podía ver que Nina no se había mojado por completo su ropa. La chica divagó un poco con la mirada y miró al doctor.

-Nina. Yo quisiera disculparme..

-¿por qué?

-Lo que pasó la otra vez, sé que estuvo mal y yo..

-Acepté su relación con mi hermano, doctor Tenma.

-¿Qué? El doctor estaba sorprendido.

-A estas alturas, creo que usted es el único que puede entender a mi hermano. Quizás más que yo.

-¿Qué dices? Tu conviviste con él más tiempo. Yo solo soy un intruso entre ustedes.

-Pero a mí no me mostró lo que a usted le enseñó. Cuando nos vimos aquella vez en ese lugar abandonado, le supliqué que me enseñara lo que había visto. Pero no lo hizo solo se quedó quieto y me miró con esa mirada...de, de tristeza. La misma que me expresó aquella vez..

-¿Aquella vez?

-Cuando mamá le dijo que él no era normal.

-Nina... tú..

Algunas lágrimas resbalaron por el rostro de la chica, exhaló tratando de controlar las lágrimas.

-No me porté bien con él. Dije que lo perdonaba, pero decirle que tal vez mi madre era quien verdaderamente lo conocía fue, fue cruel. Pero estaba tan enojada que.. Nina calló.

-Hey. Está bien. Tienes todo el derecho de enojarte conmigo y con él.

-Pero doctor Tenma. Yo no me enojé con usted. Usted cayó en sus mentiras y juegos como todos aquí. De verdad que no lo culpo. Pero..

-¿Pero?

Nina echó un suspiro y dijo.

-Estos meses he pensado mucho, doctor Tenma. Y bueno. Quiero que sea usted el que cuide de mi hermano.

-¿Qué? Pero si..

-Es evidente. Que él confía mucho en usted. Y es el único que puede controlarlo, por así decirlo. Yo no lo puedo hacer más.

-Pero nuestra relación es una inmoralidad. Y te estoy lastimando..

-Me lastimaría más si lo dejará solo. Al menos quiero creer que mi hermano si puede amar legítimamente a una persona.

-Podría ser mentira. Dijo Tenma.

Nina sabía de aquello de alguna manera, estaba tratando de ver si al menos su hermano tenía al menos una pizca de humanidad. ¿bondad en Johan? Eso era una falacia que sencillamente no ocurriría, sería como pedirle peras al olmo. Pero aún así, Nina parecía querer empezar a creer que tal vez su hermano no era un caso completamente perdido.

-Asumiré las consecuencias de creer en esa mentira. Pero lo que ya no quiero hacer más es odiar y vivir en el rencor. Ni demonizar más a mi madre y hermano. Quiero aprender a no llorar más.

Tenma no sabía qué decir, Nina lo miró y le dijo con un tono más serio.

-Doctor Tenma. Cuide de él. Por favor.

¿la melliza le estaba dando su bendición en esa extraña relación que él llevaba con su hermano? Tenma tomó su mano y le dijo.

-Haré lo que pueda. Prometió.

Crepúsculo EternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora