Parte sin título 2

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Una chica esbelta de cabello rubio había llegado a la clínica para ver a su hermano convaleciente. Anna estaba allí contándole cosas sobre su infancia y los momentos que la pasaban juntos en las tres Ranas, cuando llegó la hora de irse, la chica se levantó y dijo.

-¿Sabes? Hermano. La siguiente semana será la entrega de la tesis. No sé si podré hacerlo bien. Siento que dejé muchas cosas, y no incluí todo. Pero bueno espero que no sean tan duros conmigo. Deséame suerte.

Su hermano simplemente se mantuvo allí con un rostro sereno, no había despertado en ese transcurso de tiempo. Nina solo se alejó poniendo su bolso sobre su hombro, la chica salió del cuarto de su mellizo. En el pasillo estaba recargado Kenzo Tenma, éste la miró y le dijo.

-¿Cómo has estado Nina?

-Un poco mejor. Me he puesto al corriente con mi tesis, y bueno.. Creo que voy bien. Mamá solía decirme que no debía dejar todo a última hora.

Tenma le sonrió a la chica y le dijo.

-¿tu mamá era muy trabajadora?

-Bueno sí. Ella solía decirme que planificar todo daba una gran calma espiritual.

Tenma se dio cuenta de que Nina seguía llamando "mamá", a "Christianne Fortner" su madre adoptiva, Tenma dudaba de que la chica guardase recuerdos de su madre biológica. Y tal vez era mejor así, lo que tenía que hacer Nina era sanar poco a poco. Tenma siguió sintiéndose culpable por el daño que le había hecho a ella, por la relación que había tenido con su hermano esas dos semanas en la casa de los Liebheart donde él y Johan pudieron haber tenido algo. Tenma sabía que no estaba obligado a mantener una promesa ya que Johan no había mantenido la suya de no volver a matar, pero por algún motivo, Tenma se negaba a dejar todo. Y eso también incluía a Nina, tarde o temprano tenía que decir lo que había pasado con él en esa casa. El médico quiso abrir la boca.

-Nina yo quería..

-¡oh! Espere. Shuwald me pidió que le diera esto.

Nina le dio una carta a él, quizás era una carta de agradecimiento, o tal vez le estaba reiterando sus disculpas por haberlo obligado a esas dos semanas cuidando a Johan. De cualquier forma, Tenma tomó la carta. Nina le dio una grata sonrisa al momento en que la tomó.

-Tengo que irme. Necesito estar presente el lunes en la facultad de derecho. Espero que nos volvamos a ver.

-Je, je. Tendremos que celebrar cuando seas una licenciada.

-Pensaba en pasarlo con amigos, pero si va usted puede que se los presente. O si no iremos al karaoke, Dieter insistió en que fuéramos.

Tenma dio una sonrisa de inconformidad. Mientras se ponía una mano sobre su cabello ahora relativamente corto.

-Qué va. La verdad es que canto fatal.

Nina se echó a reír en su mente se formuló una imagen del doctor tratando de cantar. El doctor también sonrió.

-Pero quizás puedas pedírselo a Rudi cuando estábamos en la facultad a él se le daba muy bien.

-¿En serio? Jamás lo hubiese imaginado, digo con lo serio que es.

-Solo actúa como profesional. Le dijo tranquilizándola.

-Cierto. Me pregunto, si a mí me pasara lo mismo.

Tenma tomó el hombro de la chica y le dijo.

-Eso dependerá de ti.

Nina asintió. Y le dio un beso en la mejilla. Los dos se separaron, Tenma solo la vio partir, mientras su mirada se enfocó en la habitación donde estaba Johan convaleciente y con la misma expresión que antes. Tenma echó un suspiro y luego se marchó.

Crepúsculo EternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora