Parte sin título 4

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A la mañana siguiente, Tenma había asistido al mismo hospital militar en donde se encontraba Johan, todavía seguía durmiendo. El doctor se le quedó mirando con un rostro conciliador mientras se acercaba a él, al parecer ya lo habían desconectado, su pulso era normal, también la respiración. Esa expresión de ensoñación seguía presente en el joven de una forma apacible y suave. El doctor tentativamente alzó su mano para tocar unos cuantos mechones del gemelo que habían caído en su frente. La última vez que se vieron tan de cerca, Tenma le había dicho a Johan sobre su madre después de aquella visita, el gemelo no volvió a despertar. Ahora estaban igual. El doctor Tenma exhaló y le dijo.

-Nina regresó a Heidelberg, pensé que te gustaría saberlo.

Johan siguió sin responder ni hablar, dormido plácidamente en esa camilla de hospital, con aquella bata, y los brazos hacia afuera conectado al tubo de la intravenosa. El monitor Holter registraba el estado cardiaco de los latidos del joven.

-Es una buena chica. Dentro de poco presentará un examen para que le aprueben la tesis. Estoy seguro de que lo conseguirá. Es muy responsable y dedicada.

Tenma no dijo nada más, sabía que hablarle a un paciente que estaba todavía en coma era un tanto estúpido, pero el hombre mayor tenía la impresión de que quizás el gemelo lo estaba escuchando. Y quizás esto era importante que él lo supiera para que al menos estuviese tranquilo, Tenma soltó un suspiro.

-Planeo decirle lo que pasó entre tú y yo. Sé que va a odiarme, pero lo peor sería no decirle, y que ella viviese en un engaño eterno. No sé si tú le mentías para que no te odiara, pero yo creo, tal vez que debiste decirle a ella desde el principio lo que tú eras en realidad. Al menos para que no te sintieras tan solo. Es tan irónico, pasamos dos semanas o la mitad de la segunda, y bueno, no pude averiguar lo que realmente pensabas. Tal vez, no debí gritarte aquella vez, tal vez debí decirte que también te am..

Tenma calló en ese momento, el doctor echó un suspiro y le dijo.

-Bueno.. Te avisaré cuando a Nina le hayan aprobado la tesis. Alégrate por ella ¿sí?

Al caer la noche, Johan volvió abrir los ojos, aun no podía moverse en su totalidad, estaba postrado en esa cama, "Así que la tesis ¿ehh?" El joven sonrió mientras miraba al cielo, él se acordaba de que no había logrado terminar la suya, la dejó inconclusa cuando decidió de que Schuwald ya no le interesaba más. En su lugar, su objetivo se cruzó en ir a Praga para tratar de averiguar quién era a su vez para acabar con los sujetos que lo convirtieron en un monstruo. Para eso tomó la apariencia de su hermana en su estancia en Praga, para hacer dudar a Anna de su propia cordura, así como también pasar desapercibido, y por qué no, tratar de jugar con Tenma. Era tan divertido verlos frustrarse a él y a su hermana, aunque bueno Tenma no se tragó el cuento de que Anna estuviese cometiendo todos esos crímenes. El chico había intentado engañar al doctor con lo de Anna aquella noche disfrazándose de ella para ver si al menos Tenma caía, pero no lo hizo, el doctor se dio cuenta de lo que intentaba hacer. Johan estaba desconcertado, eso le había funcionado con su madre, pero el doctor era impredecible. Tal vez por eso le atraía. Era el único que lograba darse cuenta de su verdadero yo, ni siquiera Anna podía darse cuenta de ello. Esos momentos en los que pasaron juntos para Johan habían sido muy felices era casi como si fuesen una pareja ordinaria, algo dispareja pero una pareja, a fin de cuentas. Sin embargo, Johan sabía que era un monstruo, el doctor ya daba a entender que lo aceptaba como era, ¿pero aceptaría a su parte de monstruosa? Johan lo puso a prueba si no iba a matarlo bien valía la pena hacerle un examen al doctor, como también lo hizo con Anna. Y sorpresa, el doctor no pasó aquella prueba de la misma forma en que su hermana tampoco la pasó. Esa vez, el doctor lo miró con la misma rabia, sorpresa, susto; de la misma manera en la que Anna lo había mirado aquella noche de 1986 cuando mató a los Liebert. Johan rememoró las palabras que le dijo Tenma aquella vez en frente de aquella bonita casa de verano toda incendiada: "Loco, enfermo, desquiciado", a simple vista para el monstruo aquellos insultos no significaron nada, pero en lo más profundo al joven le dolían, estaba seguro de que si Anna hubiese tenido más edad esa noche también se los habría gritado si pudiese: Haciendo memoria de las palabras que Tenma le habría dicho en la mañana sobre decirle a Anna sobre lo que tenían ellos hicieron que Johan pensara: "Dices que debí haberle dicho a ella que era un monstruo, y viste cómo acabó todo. Si le decía lo que yo era, habría actuado de la forma en que lo hizo.. Así que le di un regalo, un regalo que Anna aceptó sin problemas. Te lo ofrecí a ti también solo que, a diferencia de ella, tú lo rechazaste. Y me salvaste otra vez. Ahora si le dirás que tuvimos algo, ¡oh querido mío! Cuando se enteré va a despreciarte tanto como a mí"

Crepúsculo EternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora