X: Que manera tan vulgar de tratar a una chica...
Nuevamente escuchaste la voz de ese demonio. A diferencia de los otros, éste parecía ser más delicado y tranquilo. O eso crees por su tono de voz bajo y tranquilizador.
_____: ¿Q-que? ¿Que tipos de demonios son ustedes? -preguntaste de golpe, safandote del agarre del demonio- ¡DEBERIAN ESTAR MUERTOS! -Gritaste desesperada señalando a Sekido y a Karaku-
Intentaste safarte del agarre del demonio de ojos azules y tristes. Pero el solo te abrazó más fuerte.
X: No.. No... Nooo...
Karaku: ¡Sueltala, llorón! -Gritó con una sonrisa de enojo-
Sekido: ¡Maldita humana! -te gritó-
Los ojos azules de aquel demonio brillaban en la oscuridad. Le daban un toque aterrador.. Pero sus ojos tristes le daban un toque de pena también.
Karaku: ¡¿Acaso no escuchaste, Aizetsu?! ¡Suelta tus manos de encima de ella! -Le ordenó mientras corría hacia él con la intención de atacarlo-
Aizetsu te agarró de la cintura y tu muñeca con un poco de fuerza, y esquivó a Karaku, como si de un baile se tratará.
Esta vez, lograste ver su rostro con atención. Ojo azules, cuernos al igual que los otros y ropa azul. Sus ojos eran tristes, caídos.
Aizetsu: Deja de gritar... Nadie de aquí es sordo.. -dijo aferrándose a tu cuerpo-
Sekido: Aizetsu tiene razón.... Pero Karaku también... Sueltala -ordenó con una mirada enojada-
Karaku: ¡Al fin, algo en lo que podemos estar de acuerdo, Sekido! -dijo mirándolo con una mueca de disgusto- ¡Sueltala!
No hacías nada. No podías hacer nada. Sentías como las garras de aquel demonio; que te tenía entre sus brazos, se enterraban un poco en tu cuerpo, sin hacerte daño.
Aizetsu sacó su lengua y la pasó por tu cuello hasta tu mejilla.
Aizetsu: Es tan... Linda... E inocente... Que me da tristeza -comentó con una mirada triste, mientras agarraba tu cintura con fuerza-
_____: D-duele... D-detente.. -súplicaste aferrándote a su ropa-
El demonio solo te observó por unos segundos antes de alejar sus manos de tu cuerpo. Dejandote libre a pedidos de aquellos dos clones. Quienes no dudaron en acercarse a ti.
Karaku se tomó de la cintura y te acercó a él con cuidado.
Karaku: Tonto... ¡La lastimaste! -le gritó a Aizetsu amenazándolo con sus dientes afilados-
Sekido los observó con seriedad. Para él era como una pelea entre dos gatos, uno callejero y otro doméstico, marcando territorio... O eso trataban de hacerlo parecer.
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𝐉𝐮𝐠𝐮𝐞𝐭𝐞~ hׁׅ֮ᥲᥒ𝗍ᥱ𝔫𝒈υ 「+ ᏟႱ𐒀𐒐ᏋᎦ」೫ 𝗍ᥙ
Fanfiction"Te usaremos hasta que ruegues porque ninguno se te acerque o te mire~"