Luego de que t/n fue nombrada reina de magos junto a shinsou. Ella decide irse para buscar el libro que le dió su padre que fue arrebatado de sus manos, pero en el camino se encuentra muchos peligros que vivirá con sus nuevos 3 mosqueteros y una ley...
Los únicos que podía entrar a la habitación eran Mishigu y yo por órdenes del Rey, Minoru tenía prohibido la entrada por cosas personales entre él y yo. El rostro del Rey se veía pálido y cansado, sus manos estaban frías como el hielo, eso quiere decir que posiblemente tiene fiebre, así que pase mi mano por su frente y era cierto, su temperatura era alta que hasta asustaba.
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T/N: buenos días Rey Mineta! ¿Cómo lo trata la oscuridad hoy? -dije riéndome un poco-
El rey al estar debil sabía que tardaría en contestar. Así que mientras él pensaba en que responder, empece a preparar todo con ayuda de Mishigu, en una plato ondo pequeño de barro empecé a echar los ingredientes. Dientes de Hada petrificada, un poco de hueso de unicornio, las entraña de gusano, hojas curativas moradas, ojo de pez de hace mil años, pezuña molida de Minotauro y otras cosas más, luego empecé a molerlo hasta obtener un líquido espeso, algo así como la baba de un caracol.
Rey Mineta: yo- yo estoy... Bien! Mi-mi reino... ¿Está bien? -tose-
Mishigu: si papá, cada uno está bien, no pasa nada, t/n los hace reír con sus bromas y su show volando arriba de ese conejo!!! -chilla-
T/N: se llama silver, Mishigu!
Luego de que todos los ingredientes se juntaran, saque esa piedra amarilla de mí mochila y la puse sobre una mesa. Con mí garra hice un corte libero para poder abrirlo de un golpe, ya que se notaba que era cristal fino, luego de hacer la marca en la piedra, Mishigu lo sostuvo y agarre un pequeño palo, al golpearlo este se rompió en dos como un huevo. El líquido callo dentro de mí otra preparación hasta cambiar a un color amarillo brillante, lo mezcle lento para no cometer un error. Cambio a otros colores, cómo morado, blanco, rojo hasta volver a ser amarillo brillante hermoso como el girasol.
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T/N: listo...
Con una cuchara de madera, acerque la medicina a la boca del rey y lo verti con cuidado sin derramar una gota. Luego de eso, el Rey callo profundamente dormido, le cambiamos las sábanas y el trapo frio de su frente. Las dos salimos de la habitación sin antes guardar todo el líquido dentro de una frasco redondo y guardarlo en mi bolso, cerramos la puerta con cuidado sin hacer ruido y nos fuimos.
