Pedri
Desperté abrazado a Gavi, con su culo pegado a mis caderas lo cual me excitaba. Me moví un poco para poder apreciar la obra de arte que era su culo.
Me quede mirándole fijamente por unos minutos en los cuales las ganas de tocarle aumentaban cada vez más.
Me pare y fui a la ducha después de unos minutos más. En la ducha prendí el agua helada para despejar mi mente y poder pensar con claridad sobre Gavi y mi "enamoramiento" (aun no estoy seguro si sea enamoramiento o no) apenas me cayó el primer chorro de agua mi mente se despejó de Gavi y se centró en nada, solo en esa ducha. Me quede pensando en nada por unos segundos hasta que empecé a maquinar.
—si estoy enamoraos de él, solo que mi nene no lo quiere aceptar, piensa en todas esas miraditas y en todo Pedri. Si estás enamorado de él sevillano. ACÉPTALO no seas cobarde—mi mente me decía por un lado.
Pero el otro.
—no, solo es que son adolescentes que están experimentando pero no, solo es amistad. No puedes estar enamorado tú eres heterosexual y punto. No puedes estar enamorado de un chico tú no eres así.—
Mi mente estaba jugándome una mala pasada ya que estaba dividida en las dos cosas que estoy intentando descifrar.
Sin darme cuenta el agua me había puesto la piel de gallina y yo tiritaba, lo cuale indicaba la hora de salir.
Al cambiarme y salir del baño vi como Gavi se despertaba y sus ojos se empezaban a abrir.
—Pepi, ven y ayúdame a bañarme.—
Mierda lo había olvidado y tendría que entrar devuelta a la ducha.
Le bañe lo más rápido que pude y salimos directamente a su sesión de fisio en la cual se pararía por primera vez después de casi una semana.
Llegamos y me hicieron unos masajes para después llevarlo a una zona con una cosa para agarrarse y ayudarle a pararse.
El doctor me pidió ayuda para levantarle.
Le tome la cintura y el se agarró de mi hombro, lo ayude lentamente a pararse y a agarrarse de la barra.
Una vez que se agarró le tome por la espalda y el dio un mini paso.
Pero al toque perdió estabilidad y vi como se caía hacia atrás en cámara lenta. Me tiré hacia donde el caía como pude, golpeándome todo el cuerpo en el proceso.
Gavi cayó encima mío y yo le ayude a cocer a pararse.
—Gavi, quieto no des más pasos.—
El doctor se fue a traerme hielo.
Yo me pare frente a Gavi y nos quedamos mirando, mis manos fueron lentamente acercándose a su cintura, mi cuerpo pegándose al suyo, una de Sisi manos se apoyó en mi cuello y nuestras caras se empezaron a acercar, nuestros labios quedaron a centímetros pero la puerta se abrió de un golpe.
El doctor me dio el hielo que me coloqué en la pierna para seguir ayudando a Gavi.
Mis ojos y los suyos se encontraban y una mirada apagada salí de los suyos mientras que los míos daban a entender confusión y tristeza.
Mis manos ansiaban tocar de nuevo sus caderas y sentir su calor corporal mientras que mi boca deseaba sentir esos carnosos labios los cuales le habían dejado con ganas.
Gavi acabo la sesión y aunque logró dar algunos pasos sin tambalear le recomendaron subir en la silla y después en el cuarto caminar un rato.
Así que subimos y en el cuarto prepare la terraza con una silla y todo lo demás libre para que luego el se agarrase de la silla y pudiera avanzar.
Sentí algo de frío y decidí colocarme un chándal gris con capucha al igual que ponerle uno azul con capucha a Gavi.
Salimos y allí Gavi se paró cerca del barandal.
Luego se soltó y empezó a caminar conmigo al lado, hasta que en un momento me el que vi que el ya podía caminar solo sin mi ayuda me senté en la silla a unos 4 metros de donde le había dejado parado.
Pablo llegó a donde estaba sentando y se sentó encima mío mientras nos mirábamos a los ojos.
Yo lo enrosque en mi cintura y lo lleve como koala hasta el piso donde nos sentamos al lado del otro.
Apreciamos la luna por un rato hasta que yo no me contuve.
—Pablo? Tu sabes que cosa brilla más que la luna?—
—no. Dime tu—
—Tus preciosos ojos, pequeño Koala— me puse rojo mientras juegueteaba con nuestras manos.
Gavi se sonrojo y miro hacia abajo pero pude notar como le brillaban los ojos. Sonreía al igual que yo.
Me baje la capucha y se la baje a el también para que nos caigan algujaks de esas gotas que habían empezado a caer.
El me miro a los ojos y yo en un instinto tome con delicadeza el cuello de su chándal para atraerlo hacia mi.
Una vez que quedamos a centímetros le tome del cuello y lo bese, si. Ya había decidido lo que sentía por el y era más que enamoramiento era amor puro.
Nuestro beso era precioso, el jugaba con mi pelo y yo con su piel, mientras nuestras bocas iban al compás.
Todo era perfecto, la lluvia que caía sobre nuestro pelo y toda nuestra ropa.
Nos separamos por falta de aire.
Aaaa se besaron yo estaba esperando este miento desde hace rato espero que les guste
