Cuatro

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Louis ve el reloj, las manecillas avanzan lento, el ambiente se siente pesado, cargado de chicos hormonales y problemáticos, golpea la mesa con su lápiz desgastado. Tal vez debería de comprar otro.

Intenta bromear con Kit, miembro del equipo de americano, un corredor, charlan sobre tetas (otra vez) y sobre fumar hierba el sábado (misma conversación, diferente lugar), también sobre cómo le está haciendo la vida imposible a un nerd de su clase de matemáticas. Louis finge estar interesado, pero en realidad, su mente está a un kilómetro de distancia.

Decide que no ha sido una buena idea dejar que Harry se encargara de su hermana, porque es un desconocido y es un idiota. ¿Qué garantía tiene de que es apto para cuidar a una niña?

Es impulsivo y necio.

Pero Louis también.

Cuando termina la detención, está listo para ir a casa y arreglar el daño que hizo y que lamentablemente afectó a Lua, está caminando a través del estacionamiento, para su sorpresa, se encuentra con la Range rover de Steven, otro idiota de su equipo, las puertas están abiertas, así que lo ve.

"Tomlinson, no sabía que seguías aquí", musita, Louis se acerca y se muerde el labio, están teniendo una especie de fiesta privada, ahí, en terreno escolar, hay chicas y huele a alcohol, la música electro apenas y se escucha.

"Estaba en detención", se encoge de hombros y pone la mejor cara de culo que tiene.

"¿Qué hiciste?" Pregunta Stacy, sacando la cabeza por encima del hombro de alguien.

Louis se muerde el labio inferior otra vez, su cabeza piensa y piensa, hasta que decide que decir la verdad podría ayudarlo con su reputación.

"Golpeé a Styles", se encoge de hombros y recibe una lata de cerveza, escucha el chasquido al quitar el seguro. Y aunque no es la verdad, al menos no en todo su esplendor, tiene parte de veracidad, porque rozó la piel de su mentón.

Dentro del auto se escuchan risas, como si estuvieran complacidos. Se siente bien.

"Ah, esa puta mariquita, se lo merecía, ¿no?" Comenta Steven y a Louis se le comprime el estómago, pero asiente y fuerza una sonrisa, es tan genérica que se lleva la lata a la boca para cubrirla, "se cree una chica y que es genial y toda esa mierda, hiciste lo correcto, hermano".

"Lo sé, jodido maricón", las palabras se sienten como ácido, Louis no puede creer que dijo eso, el sabor de la cerveza deja de ser amargo, se vuelve picante, como ácido sulfúrico.

Se siente como un idiota, pero Harry no es su amigo y no va a retractarse.

Las chicas que conocen a Harry intentan defenderlo, porque al parecer, además de ser guapo e inteligente (y gay), es amable. Una faceta que Louis no ha conocido y duda hacerlo alguna vez.

"Tengo que irme", anuncia el ojiazul, despidiéndose del tumulto hormonal con movimientos de muñeca, mira una última vez sobre su hombro, se asegura de que nadie lo vea y lanza la lata casi llena a un cesto de basura.

Camina hacia casa, mirando el suelo, porque por alguna razón, a pesar de que las cosas no salieron como él esperaba, el día está llegando a su fin, tuvo que sacrificar algo importante, pero valió la pena, porque no lo van a echar de la escuela.

Cuando está a unos metros de su casa, comienza a sentirse tenso, porque no sabe qué va a encontrar, toca la puerta cuando recuerda que no tiene sus llaves, escucha un "ya voy" desde el interior y luego pasos apresurados.

La puerta se abre.

Y definitivamente la imagen con la que se encuentra no es la que estaba esperando ver.

Louis tiene miedo (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora