Diez

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Tres semanas después, las cosas van bien, Louis invitó a Harry a su casa, bajo la advertencia a su mamá de que era su amigo.

Ellos ya se habían conocido tiempo atrás, pero de una manera muy fugaz, cuando Louis no llegó a dormir y luego, Harry había pedido ir con él, en esa ocasión, solo se saludaron con un beso en la mejilla antes de que ella tuviera que ir a trabajar.

Pero en esta ocasión, es jueves, ella está ahí preparando palomitas para todos y un poco de té para más tarde porque Harry va a quedarse a dormir.

Lua está en el sofá individual, cubierta por su cobija de princesas, Louis y Harry están en el sofá más grande, cubiertos por la frazada de Backyardigans que Louis tenía guardada y que Harry pidió cuando buscaban una en el armario.

Tienen sus meñiques entrelazados, Louis lucha por no acurrucarse en el cuerpo de Harry, de verdad le cuesta, pero se aferra a la idea de no decepcionar a su mamá.

(***)


Dos horas después, Louis ha trabado la puerta de su dormitorio, Harry lo espera en la cama tamaño matrimonial, así que como un niño, él corre y se sube de un salto, haciendo reír al rizado, ambos se abrazan y se cubren hasta el cuello.

Harry le da un beso a Louis en los labios, susurran palabras cariñosas y duermen, con el corazón y el estómago lleno por el maravilloso jueves que acaba de terminar.

Y esperan que el descanso sea tan fructífero como lo ha sido desde que duermen solos.

(***)


A la mañana siguiente, Louis despierta antes de que la alarma suene, se queda con la boca abierta al ver cómo Harry se ve por la mañana, con el cabello revuelto, labios entreabiertos y el rostro ligeramente sonrojado.

"Buenos días, precioso...", susurra a la vez que acaricia su vientre desnudo por debajo de las cobijas.

"Buenos días, mi amor...", susurra Harry, abriendo un poco los ojos, se los refriega y sonríe.

Louis ignora el apodo.

"Te ves hermoso por las mañanas, ¿lo había dicho antes?" Pregunta Louis, subiendo su mano hasta colocarla en la mejilla caliente de Harry.

"No, pero me gusta que lo hagas", dice cerrando los ojos otra vez.

"Y a mí me gustas tú...", susurra Louis, poseído por algún espíritu sincero.

Harry suelta una risita.

Louis se pregunta si podrían hacer eso más a menudo.

Ambos se levantan y van al baño, se lavan los dientes juntos, se pasan el enjuague bucal y cuando han terminado, Louis lo toma de la cintura y lo besa.

Y Harry le devuelve el beso.

Solo dejan de besarse hasta que el grito de Jane  les sobresalta, para anunciar que el desayuno está listo.

Ambos se visten, toman sus mochilas y bajan, desayunan y hacen bromas, Louis hace la colada y Harry le ayuda a medir el suavizante, mientras Lua corre en busca de su moño con forma de cereza.

La mañana es cálida, mucho más cuando se encuentran con que el lunch les ha sido preparado a ambos, en bolsas de papel con su respectivo nombre.

Louis toma de la mano a Harry al salir de la casa y caminan, hablando sobre porqué Drácula es una buena novela y otras más.

"No sé, pero creo que Little women es buena, al menos la primera parte del libro...", dice Harry sin soltar la mano de Louis, "es decir, amé a Jo y su espíritu libre, no te voy a negar que sufrí un poco cuando la vi enamorarse y que no fuera de Teddy, pero después lo asimilé, supongo que así es, no puedes corresponder a alguien solo porque sientes un ligero cariño hacia él", se encoge de hombros y Louis piensa en lo que va a decir.

Louis tiene miedo (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora