Capítulo 4

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Mirtha se encontraba descansando un poco, no obstante, su teléfono empezaba a sonar. Debido al ruido, ella se levantó, fue a ver y un número desconocido la estaba llamando, al número no estar agregado no sabia quien era, pero por saber quien era, contesto la llamada.

—Aló

No se escuchaba ningún sonido, todo era silencio al otro lado de la llamada.

—Aló, ¿hay alguien ahí?

Se seguía sin escuchar nada, hasta que. Un sonido muy fuerte se escuchó, haciendo que Mirtha se aleje y su teléfono caiga al suelo; la llamada se colgó.

—¿Pero qué fue eso?—ella se preguntaba confundida, mientras se tocaba el oído

Su teléfono que se encontraba caído empezó a sonar de nuevo, Mirtha se paró para ver qué pasaba ahora, recogió su teléfono y vio que era el mismo número desconocido, esta vez decidió no contestar e ignorarlo.

[...]

El mismo número seguía llamando varias veces, pero Mirtha seguía ignorándolo, solo quería descansar, pero ya con tal de que deje de molestarla, decidió contestar, se paró y fue a donde estaba el teléfono.

—Mire no se quien sea, pero déjeme de

—Hola, señora mirtha—una voz al otro lado de llamada la detuvo

Esta voz no era como la de cualquier persona normal, esta era extraña, misteriosa, difícil de describir, por lo raro que se escuchaba.

—¿Cómo sabe mi nombre?

—Yo se todo sobre usted, se que se llama mirtha alejandra suzuki fernández, tiene 36 años y está casada con el señor alejandro andres medina paredes, y hace poco tuvo un hijo, felicidades

Ella se quedó sorprendida por todo lo que dijo, a la vez se encontraba asustada, no sabía cómo este sujeto sabía todo eso.

—¿Quién es usted? dígame de una maldita vez—ella gritó

—Tranquila, no quiero que se me estrese, no le dire quien soy, por ahora no

—Mire, no estoy para broma estos días, así que no me moleste

—No estoy bromeando señora mirtha—dijo de forma tranquila

—¿Qué quiere eh?

—Primero que escuche lo que le dire

—Está bien, hable

—Se lo que está pasando, no es fácil que te quite algo que amas mucho, como por ejemplo un hijo

Ella se quedo fría al escuchar eso.

—¿Cómo es que sabe eso?—dijo tartamudeando

—Mmm, yo se muchas cosas, de usted, de su esposo y de su familia, se que su familia es una de las más conocidas de sudamérica, gracias a su padre, que es un gran empresario

—¿Qué más sabes?—ella le pregunto de manera seria

—Su madre, una de las mujeres más hermosas que a existido, su cabellera larga y esa mirada tierna hace que resalte entre otras mujeres

—¿Usted sabe sobre mi hijo?

—Se podría decir que si, y mas cuando, el esta conmigo

Ella se quedó mucho más fría aún.

—¡Maldito , devuelveme a mi hijo!—dijo enojada

—Si quieres algo, debes hacer sacrificios, pòr tener ese algo

BENJAMIN: LA HISTORIA DE LA MALDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora