Capitulo 2

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El regalo de Lara había sido una pulsera de colgantes, en ella mi amiga, que repetía las muestras de cariño, me había mostrado todo su amor. Había una pequeña cámara, un ángel y un pequeño demonio, también un perro que según Lara representaba a Julián a lo cual yo solo rodé los ojos.

También tenia un corazón y un pequeño león juntos Lara me habia explicado que yo tenia un gran corazón y que eso requería ser demasiado fuerte para que pudiera sobrevivir a la maldad de la gente, era un regalo precioso.

Terminé mis deberes a las 8 de la noche y me disponía a ducharme, cuando mi mamá llamó desde abajo. Al final de las escaleras ella señalo la puerta y me guiño el ojo.

- Es Juli -, murmuró con una risita y desapareció hacía la estancia.

Esta vez cuando lo vi no estaba nerviosísimo, quería estar enojada con él, pero tampoco podía, simplemente no podia, muy en el fondo habia una tristeza honda que había demeritado los colores de todo el lugar.

- Hola - , saludó con ambas manos en la espalda.

- Hola -, contesté sentándome sin invitarlo en las escaleras del porche, él se unió unos segundos después.

Me troné los dedos en un gesto de nerviosismo y él debió notar la pulsera pues la señalo con su dedo índice.

- ¿Otro regalo? - , preguntó mientras yo asentía sonriendo ante la pulsera y el tintineo que las figuritas provocaban.

- Me la dio Lara, ¿puedes creerlo?, tiene un corazón detallista en el fondo -, le dije mientras el suspiraba, una de sus manos tomo la mía para ver más detenidamente las diferentes figuras. Yo quería más que nada y aunque pareciera tonto, tomar su mano y entrelazarla con la mía, pero él la soltó de nuevo.

- ¿Por qué no me dijiste? - preguntó.

- Que yo sepa no funciona así -, le contesté frunciendo el seño.

- Lo siento, ______, tengo muchas cosas en la cabeza y bueno, no es excusa, pero ... -, se calló y me tendió una caja de chocolates. Igual a la que me habia regalado los últimos 10 años. Como si nada hubiera cambiado. - Feliz cumpleaños -, murmuró cuando la tomé y se inclinó para darme un beso en la frente. - ¿Cómo estuvo tú día? - preguntó después de varios minutos de un silencio más bien incómodo.

- Normal -, murmuré, aunque quise decirle mucho más. "Normal como los últimos meses, tu casi me ignoras, Daisy se burlo de mi, Lara me habló mal de ti y yo me siento cada vez más sola a tu lado...".

Sabía que por simple educación debía preguntarle sobre su día, o el partido, o las clases, ... pero ya no tenia ganas, la tristeza había aumentado en vez de disminuir, no importaba que él lo hubiera recordado.

"Estas muy dramática", necesitaba encontrar la forma de no verme como una niña llorona, no frente a él.

- ¿No me has perdonado verdad? -, preguntó haciendo que lo mirara.

- No tengo nada que perdonarte -, le aseguré forzándome a sonreír.

Julián me miró a los ojos por varios segundos y se inclinó hacia mí lentamente con algo de impotencia y enojo en sus ojos.

- Perdón -, murmuró antes de unir mis labios a los suyos. En realidad nos habíamos besado pocas veces y a mi no me preocupaba ir lentamente, en nosotros funcionaba bien, o de eso se trataba de convencerme, pero los pocos besos que habíamos compartido, esos los recordaba todos, cada mínimo detalle; la forma como el entreabría mis labios, solo rozando, la forma en que su lengua delineaba mi labio inferior y se separaba justo cuando la mía salía a perseguirlo.

Sin Amor (Julián Álvarez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora