Capitulo 12

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- ¿Entonces no quieres hablar de eso? - inquirió Álvarez.

- No, no quiero hablar de eso - acepté respirando hondo, miré la casa a sus espaldas y luego a él.

- Estoy terminando con vos-.

...

Leandro manejaba un Volkswagen Gol del 2002, el cuál amaba con una adoración que casi competía con la de Lara. Cuando se estacionó afuera de mi casa, sonreí al ver el color blanco del auto. Salí de la casa despidiéndome rápidamente y evitando las preguntas que seguramente mi mamá ya estaba pensando y subí al asiento de copiloto.

- Gracias por venir - le dije a modo de saludo y él asintió riendo un poco.

- Sabes que no habría forma de que no lo hiciera ________ solo que aún no entiendo el por qué - replicó Leandro mientras yo miraba por la ventana, a una cierta distancia ya, un jeep se estacionaba frente a mi casa. Por esa razón.

Julián parecía otra persona los últimos días, no podía entender cualquiera de sus actos, pensé que cuando por fin fuera libre él estaría feliz, pero comenzaba a parecer un extraño paciente de una droga que lo ponía cada vez mas furioso, durante la última semana todos habían comentado su ceño fruncido sin ninguna razon aparente.

No le había comentado a nadie más que a Lara sobre la noche que rompí mí relación con Álvarez, esa noche me había sentido temerosa de su reacción. Y un tanto poderosa, él no lo había aceptado del todo, no al instante cuando le solté que estaba terminando algo cambio en su mirada como si escuchara algo imposible, parpadeó varias veces antes de sonreír negando.

- Es una broma - murmuro en voz baja, yo negué con la cabeza y le contesté furiosa porque no me tomaba en serio.

- Somos mejores amigos ¿no crees?, estaba equivocada, la verdad es que pensaba que te queria pero no era real - le expliqué y únicamente yo sabia cuanto me habia dolido decir esa mentira.

Julián me miró y comenzó a negar de nuevo con la cabeza. Me fui alejando de su porche mientras él parecía estar en shock, cuando levantó la vista habia más de diez pasos entre nosotros.

- ¿_______? - llamó pero yo solo mire hacía la calle y me alejé un poco más.

- Es tarde tengo que irme -, le dije antes de salir corriendo. Gritó mi nombre una y otra vez hasta que llegué a mi casa, sabía que los vecinos habían escuchado, pero pareció no importarle, pensé que sería capaz de seguirme pero no lo hizo.

...

- ¿Y bien? - me preguntó Leandro devolviéndome al presente, me di cuenta de que ya estábamos en la escuela, me sonrojé al haber olvidado por completo que iba acompañada y lo miré apenada.

- Lo siento estaba pensando en tonterías -, admití mientras él me miraba un momento, sus ojos  parecían agudos, ávidos de información.

- ¿Julián y tú están peleados? - preguntó Lean y yo miré hacia los autos que empezaban a llegar al estacionamiento

- Algo asi - admití, sin querer hablar con Leandro de algo que aún escondía dolorosamente.

- Mira, si necesitas alejarte hasta que se le bajen los humos sólo avísame, recoger a alguien me hace sentir importante - bromeó y yo reí mientras bajábamos del auto.

- Apuesto que sentirás mucho más que importancia si mañana recogiéramos a Lara - le propuse y él se acercó a mí y pasó un brazo por mis hombros.

- Inteligente y hermosa, espero que él lo sepa - murmuró y yo desvié la mirada tratando de recomponer la sonrisa, miré sobre mi hombro cuando Leandro bajó su mano a mi cintura e hizo un ruidito con la garganta, a unos pasos Julián nos fulminaba con la mirada.

- Eso no era necesario -, le susurré a Leandro y él sonrió mirándome antes de alejarse un poco.

- Es cosa de machos, ndeah-, dijo al despedirse y perderse en el pasillo repleto de estudiantes.

No volví a ver ni siquiera de reojo a Juli, mi corazón lo agradeció, pero mi cabeza no dejaba de pensar en él, en su mirada, en su voz llamándome esa noche, sonaba desesperado, lleno de temor. Moví la cabeza intentando despejarme, le dije a Lara que pasaríamos por ella al despedirnos en la salida de la escuela, ella amenazó nuestra amistad mientras yo reía.

Cuando llegué a casa mamá me sonrió y me preguntó sobre el chico del auto blanco. Su entusiasmo terminó cuando mencioné por tercera vez que Lean estaba loquito por cierta chica rubia y rebelde. Sabía que mis papás estaban preocupados, esperando que yo me deprimiera después que le dijera a la tía Ale en su siguiente llamada que había terminado con Julián. Ellos no podían entenderlo. Dolía mucho, pero no de la forma en que mi familia creía, dolía porque yo aún le queria, a pesar de todas sus mentiras no había un botón que me desenamorara de alguien, no era así de sencillo, recordaba los buenos momentos cuando menos lo esperaba, recordaba sus besos y sus manos por la noche, sintiéndome extraña, pero al tenerlo de frente únicamente lograba oír las misma palabras: "... yo no la quiero".

Al siguiente día a propósito, tomé el asiento trasero del auto de Leandro en el que tambien iba Enzo mientras Lara era obligada a no ser grosera e ir junto al conductor.

Para mi sorpresa ellos permanecieron callados, a pesar de mis constantes intentos de plática, cuando llegamos a la escuela nadie se movió.

- ¿Han oído hablar de la palabra tensión? - pregunté saliendo del auto.

- Dale culiao, aprende de mi no seas timido- rio Enzo

Sin Amor (Julián Álvarez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora