Capitulo 9

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- ¿Te aburriste estos días? - preguntó.

- No, la verdad es que estuve pensando mucho - admití rezando para que la voz me saliera firme para las siguientes palabras

- ¿En que pensabas? - dijo Julián.

- "Bingo" - pensé.

- Cosas como... por ejemplo, ¿Por qué nunca lo hemos hecho? - pregunté con voz neutra, él dio un volantazo inofensivo pero aún así me hizo tensarme por completo. - Porque somos novios y se supone que estamos deseosos de hacerlo, ¿no? - terminé justo cuando él giraba para avanzar por nuestra calle.

- ¿En eso pensabas estos días? - preguntó en voz baja sin mirarme.

- Si, ¿Tú que piensas?... ¿Por qué no lo hemos hecho? - pregunté esperando que aunque me impidiera terminar con mi plan, él me dijera la verdad: "Porque no te quiero ________".

- No lo sé - contestó en cambio. Sus ojos buscaron los míos y por un momento no fui consciente de nada más.

- Supongo que no importa, ¿cierto? - pregunté mientras me colocaba la mochila y tomaba la manija de la puerta.

- Espera -, murmuró. Me estremecí cuando su mano tomó mi hombro, sus dedos se deslizaron hasta mi cuello y me giró lentamente, de pronto él esta muy cerca, demasiado.

- Juli, yo...

No pude terminar pues él me estaba besando; un beso real, un beso apasionado como en mis mejores sueños, sus manos enmarcaban mi rostro y su lengua buscaba que yo la dejara entrar en mis labios. Sin poder evitarlo quise probarlo, por un momento olvidé todo y solo pude sentirlo, las lombrices habían regresado "traidoras", todo mi cuerpo parecía vibrar, nuestros labios se rozaban una y otra vez mientras nos probábamos.

El murmuró mi nombre bajito y eso regresó todo de golpe, como un choque eléctrico.

Me separé de sus labios y me miró sin soltarme, pegando su frente a la mia, sin notar lo tensa que estaba mi espalda.

- Te extrañé - murmuró con los ojos cerrados y yo no pude evitar odiarlo en ese momento, ¿no era suficiente con estar haciéndome un favor?, ¿tenía que mentirme también?

Me alejé obligándolo a soltar mi rostro y me despedí rápidamente entrando a mí casa.

Quizás era verdad que si jugabas con fuego podrías quemarte, ¿Cómo iba a hacer que él dijera que me queria para luego dañarlo si con un solo beso yo me olvidaba de todo?, ¿si con un solo beso todo lo que sentía por él inundaba mi cerebro y aún herido mi corazón comenzaba a latir como loco?

Era imposible, casi suicida.

Estaba decidida a alejarme de él y olvidarme de las venganzas absurdas que solo lograrían destruirme un poco más.

Me pasé la tarde en la habitación evitando a mi mamá y su sonrisa cómplice después de que hubiera admitido que nos había visto por la ventana.

Estaba a punto de ducharme cuando sonó el móvil. Me obligué a contestar la llamada de Julián pues lo habia dejado sonar hasta el quinto timbre y no colgaba.

- ¿Puedes venir? - preguntó sin más. Yo parpadeé, mirando mi habitación pensando un "no" sin poder pronunciarlo.

- ¿Por qué? - pregunté en cambio.

-Por favor ______ - pidió casi molesto. Yo cerré los ojos aunque fuí incapaz de callar mi corazón.

- Solo necesito hacerles creer que me voy a dormir, no hay manera de que me dejen salir, es bastante tarde ¿está bien? - terminé mientras él murmuraba la hora seguida de una maldición. Él dijo algo más en voz baja y luego colgó, fruncí el seño al móvil y pensé en no moverme de mi habitación, pero supe que eso sería imposible, lo cual demostraba que jamás podría dañarlo como él hecho conmigo, lo quisiera o no.

Mi escapada duro más de lo esperado...

Me despedí para "irme a la cama" después de que mamá corroborara que habia cenado algo ligero. Acomode la cama de tal manera que pareciera ocupada y esperé unos minutos más antes de ir al patio trasero y salir por la puerta posterior, tuve que rodear una calle antes de poder llegar a la casa de Julián.

Esperaba encontrarlo en el porche, pero el frente de su casa estaba en completa oscuridad. Me coloqué la mochila firmemente contra mi hombro, pensando interiormente que era algo ilógico haberla traído y me acerqué hasta tocar la puerta.

Él abrió segundos después y me miró casi molesto.

O haciendo un gesto con la mano para que pasara, me quedé estática en el poste.

- ¿Y tu papá? - pregunté en voz baja.

- Muy buena pregunta - se burló y se alejó de la puerta, obligándome a seguirlo dentro.

Cerré la puerta a mis espaldas y respiré hondo, Julián iba subiendo las escaleras de su casa de dos en dos.

Dos minutos, sólo necesitaba que alguien lo escuchara, como siempre.

Además ya estaba debidamente comprobado que Julian sería el ultimo hombre al que le interesaría tenerme en su habitación. Me detuve en el marco de la puerta, él se habia sentado en la orilla de la cama, enterrando el rostro entre sus manos.

- ¿Dónde está? - pregunté en voz baja.

Ambos sabíamos que hablaba de su padre.

- Va a pasar la noche con la bibliotecaria - gruñó sin mirarme.

Suspiré comprendiendo todo. Al menos su actitud de esta noche. Me acerqué lentamente hasta llegar a su lado, me senté junto a él, dejando una cierta distancia.

- Tu padre ha estado solo mucho tiempo - murmuré mientras él reía sin humor negando con la cabeza.

- No trates de justificarlo. Había tratado de convencerme de que podia enamorarse de nuevo, pero que toda la relación con esa mujer se desarrollaría paso a paso, con suerte yo ya no estaría para verlo, pero esto no se trata de amor, se trata de que él encontró alguien con quien follar -, terminó entre dientes.

Me quedé callada, sintiendo mis mejillas enrojecer.

Movi mis piernas incomoda en el silencio siguiente, eso pareció llamar su atencion, sus ojos recorriendo la piel expuesta por la falda haciendo que se me pusiera la piel chinita y que para mi sorpresa las lombrices regresaron moviendose en mi estomago.

- Debería irme - murmuré.

Él levantó la vista por fin, sus ojos parecían confusos, enojados... y

- ________ te necesito - susurró

- ¡Qué novedad! - repliqué levantándome, lo escuché moverse cuando caminé hacia la puerta.

Julián siempre me necesitaba como necesitaría a una mascota.

- ¿Qué? - murmuró deteniéndome y forzándome a girarme y mirarlo.

Estaba demasiado molesta y confusa para callarme.

- Siempre es sobre lo que tú necesitas -, le expliqué en voz muy baja, él me miró por largos segundos en silencio, con sus ojos verdes observándome intensamente.

- ¿Qué es lo que tu necesitas ________? - murmuró con su pulgar acariciando mi mejilla.


Ando muy activa hoy AJJAJ el lunes no tengo clase JAJA pero no voy a poder ver a Aron :(

Sin Amor (Julián Álvarez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora