capitulo 12

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Mini maratón 1/2

- ¿que clase de peces son esos?- susurró mirando el estanque

- son sebastian II y Elizabeth II- le respondió una voz a su lado que hizo que diera un pequeño brinco.

Vio a un hombre vestido de traje igual al que usaba los demás hombres en ese lugar, tenía el pelo revuelto y llevaba unos anteojos claros.

- ¿quien carajos eres?- preguntó a la defensiva.

- soy Arm, guardaespaldas del señorito Tankhun, me pidió que lo escoltara hasta su habitación.

- ¿como supo que staba aquí?

- oyó a porsche decir que su hermano venía y él lo quiere ver ahora.

Sulta un suspiro. Estaba en la casa de kinn desde hace unos quince minutos mirando el estanque con peces, su hermano no estaba pero kinn había dicho que podía esperarlo en el jardín. Quería irse y descansar, no quería ver a nada que no fuera vegas y ahora le tocaba lidiar con un hombre que al parecer se veía loco.

- Dile que me fui o que no me encontraste

En los ojos de Arm vio pánico, no lo entendía.

- el señorito Tankhun sabe que usted está aquí así que por favor sigame.

Soltando otro suspiro siguió al hombre frente a él, cruzando pasillos y tomando un ascensor llegaron hasta la habitación más grande de ese piso.

- espera- detuvo al hombre que estaba a puntode tocar la puerta.

-¿si?

-¿por que son sebastian y Elizabeth dos? ¿que paso con lo primeros?

- porsche orinó en el estanque y los mató- respondió mientras se encogia de hombros sin darle mucha importancia.

Eso tenia sentido, su hermano era conocido por dar una mala impresión a donde quiera que vaya. Ni sisquiera le sorprendió que haya provocado la muerte de dos inocentes peces.

La puerta fue abierta por otro hombre vestido igual a Arm, pero este tenía un cabestrillo en su hombro derecho y por alguna extraña razón le parecía conocido.

El tipo se hace a un lado dejándolos pasar sin darle una mirada a chay.
La habitación era grade y espaciosa, estaba dividida en dos por unas puertas tradicionales japonesas color rosa. Había un equipo de sonido, televisor grande y otros juegos que sin duda podría entretenerlo, también habia una mesa con sus respectivas sillas a juego

Siguieron caminado hasta llegar al otro lado donde se encontraba un Tankhun vistiendo tan extravagante como el podría hacer. Llevaba un conjunto completo con estampados de tigre más unas gafas cudradas y unas botas negras. No lo negaba se veía con estilo pero extravagante.

- mi pequeño porschay- arrastra la s al momento de pronunciar su nombre.

- chay- acalara acercándose a él.

- bueno, chay. ¿por que no quieres mudarte con nosotros?- tan directo y sin una pisca de diversión en su voz.

- no quiero sentirme en una cárcel.

Había algo que caracterizaba a chay y eso era su forma tan directa, sarcástica, mordaz y en ocasiones irónica de hablar. No le importaba herir los sentimientos de los demás con sus palabras, no le importaba las expresiones de dolor que algunas personas colocaba en sus rostro al momento de dar su 'humilde' opinión. Así como tampoco le importaba las bocas entre abiertas y las miradas de asombro que tenían los guardaespaldas y tampoco la ceja levantada de Tankhun.

OBSESIÓN Y AMOR (Vegaschay) Libro#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora