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La risa de los dos felinos llenaba la habitación, creando así un ambiente agradable para ambos, mientras Rocky seguía haciendo reír a Calvin, el estómago de gato naranja rugió, dando a notar el hambre del chico.
-Bueno, ya que nuestro invitado parece tener bastante hambre ¿Qué tal si empezamos a comer? -dijo el chico de pelaje gris, extendiendo su mano hacia el michi atigrado que estaba sentado por las previas acciones de su amigo.
Al aceptar la mano de este, fue levantado de un tirón, con el sándwich que se le había entregado con antelación, acompaño a su compañero a la cocina, en dónde el Michi gris saco otro sándwich y volteo su cuerpo en dirección a su contrario, levantando la pata con la que había agarrado el sándwich, el felino atigrado algo confuso miro a su amigo, haciendo que este meneara un poco su mano de lado a lado.
Aún algo confuso, Calvin acercó su sandwich al del mínimo gris, haciendo este último la finta de un brindis y agarrando del hombro a su amigo.
-¡Hoy! !Brindamos por nuestro tan esperado reencuentro y nuestra prospera convivencia! -gritaba con entusiasmo el gato gris para posteriormente dar un gran bocado al sandwich, viendo esto, el pequeño tigre miro con una sonrisa el sándwich en sus manos y con pequeñas lágrimas de felicidad formándose en sus ojos, también le dió un mordisco.
Pasaron las horas, en las que nuestro dúo continúo platicando, aún que el felino gris era quien más hablaba, relatando las aventuras que había vivido con los demás en lackadaisy, mientras que Freckle solo lo escuchaba y añadía pequeños recuerdos de cuando formaba parte del grupo, por todo esto, se terminó haciendo de noche.
-Bien, creo que es tiempo de que vallamos a dormir -decia el gato gris mientras se levantaba del sofá donde platicaba con su amigo -Sígueme, te mostré dónde dormirás -dijo Rocky llendo en dirección a las escaleras.
El gato atigrado se levantó con algo de prisa, siguiendo a su compañero, al momento de subir al segundo piso se dirigieron a una habitación -Es aquí -dijo el gato gris extendiendo su brazo, invitando a pasar al gato naranja.
Cuando esté entro su amigo prendió la luz de la habitación, iluminando la cama, junto a esta un pequeño taburete de madera con una lámpara y un libro abierto, del lado opuesto estaba una mesa de trabajo y una puerta cerrada.
Freckle estaba maravillado con la belleza de la habitación, de repente, comenzó a sentir un agudo dolor debido a las heridas, que por el reencuentro con su viejo amigo, había estado ignorando. Soltando un pequeño grito agarro su abdomen y se encorvo, intentando minimizar el dolor.
El gato gris al ver esto se apresuró a ayudar a su amigo para sentarlo en la cama -Freckle, no quise decirte nada de tus heridas por como estabas hace un momento, pero ahora necesito que me dejes echarles un vistazo, ¿Esta bien? -pregunto el felino gris, a esto, el tigre lanzo un suspiro, aceptando.
Rocky volteo la cara de su amigo con los dedos, haciendo que lo mirara de frente, después de examinar unos instantes se levantó de la cama y fue a la habitación de la puerta que está cerrada, saliendo después con un botiquín en sus manos, al dejarlo en la cama lo abrió y saco de el unas gasas, pinzas y alcohol, comenzando a curar al michi atigrado.
Unos minutos después, el chico de pelaje gris ya había cubierto las heridas del rostro de su amigo -Listo, ahora necesito que me digas dónde más te hirieron -pidió a su amigo, el cual se encontraba algo distraído por el dolor -Creo que todo mi torso está destrozado -expresó el chico de pelaje atigrado.
-Ya veo.. Ok, ahora por favor, quítate la camisa y déjala por aquí -indicó Rocky, a lo que su amigo accedió sin problemas -Demonios, esto es más grave de lo que pensé, puede que me tarde un rato -exclamó Rocky, advirtiendo a su contrario -No importa, gracias por ayudarme tanto -agradeció el felino atigrado, volteando a ver de reojo a su amigo, quien estaba atrás de el, revisando su espalda -No creías que te iba a dejar en ese estado, ¿O si?
1 hora y media fue lo que Rocky tardo en vendar y curar las heridas del chico atigrado, teniendo incluso que coser algunas que eran muy profundas.
-¿Cuándo aprendiste a tratar heridas? -pregunto Freckle, curioso por las habilidades de su amigo -Bueno verás, como el negocio es bastante arriesgado no podíamos arriesgarnos a ir a hospitales al momento de salir heridos, pues podrían descubrir lo del bar, ni tampoco podíamos permitirnos pagar médicos privados, así que decidí aprender a tratar las heridas, intentando ahorrarle dinero a la señorita M. -explicó el gato gris mientras guardaba todo dentro del botiquín.
-Para mañana deberías empezar a sentirte mejor, ahora descansa buenas noches -dijo el chico de pelaje gris mientras se dirigía a la puerta.
-¡E-Espera! -exclamó el felino atigrado, deteniendo al gato gris -¿Necesitas algo? -pregunto este, volteando a ver a su amigo -¿A dónde vas? -pregunto Freckle -Pues.. al sillón, creí que necesitarías algo de espacio a solas -respondió el minino gris -N-No, podrías.. ¿Quedarte aquí? -pidio el felino atigrado, algo avergonzado.
-¿Qué?, ¿tienes pesadillas o algo? -pregunto el felino gris en un tono burlón mientras levantaba una ceja y mantenía una sonrisa en su rostro -No es eso, solo que.. ¿sabes que? Olvídalo, buenas noches Rocky -dijo Freckle mientras se tapaba la cara con una sábana.
La luz del cuarto se apagó y el sonido chirriante de la puerta indicó que está se había cerrado, el gato atigrado estaba acostado de lado, mirando a la pared, aunque por culpa de las cortinas que evitaban incluso el paso de la luz de la luna al interior de la habitación dejaron a esta misma sumida en una profunda oscuridad, impidiendo incluso ver su mano estando esta enfrente de su cara.
De repente algo cayó a la cama, haciendo saltar un poco el cuerpo del chico -Buenas noches Freckle
El sonido de la voz relajada de su amigo se escucho a su lado, estirándose mientras un bostezo salía de su boca se acurrucó mirando al lado contrario dónde miraba su amigo proponiéndose dormir.
Una pequeña sonrisa se formó en la cara del chico atigrado, siguiendo el ejemplo de este último.
Después de todo tenía que descansar para el día de mañana
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