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Rocky estaba caminando, dirigiendo a los demás a la sala principal mientras seguía repitiendo que no se arrepentirían. Entonces la luz repentinamentese apagó, dejando como única fuente de luz unas bombillas las cuales apenas dejaban ver.
Viktor saco una linterna y la prendió -¿Ahora qué paso? -preguntó Zib, el cual volteo a ver a Rocky -¿Tiene esto que ver con tu querido invitado? -volvio a preguntar este notablemente enojado -¡NO! ¡Lo juro, no que está pasando! -respondió Rocky algo asustado
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Freckle escucho como los pasos se detuvieron enfrente de la puerta -¿Estás seguro que es aquí? -dijo una voz que Freckle no era capaz de reconocer -Si, deja de joder y abre la maldita puerta antes de que alguien nos vea.
Un escalofrío recorrió el cuerpo del chico atigrado, algo no estaba bien, de repente la luz se cortó, dejando a oscuras el lugar, el pequeño tigre aprovecho esto para esconderse, después de unos momentos, un grupo de por lo menos 15 personas logro forzar la puerta y entrar, traían linternas consigo y casi todos tenían armas de fuego.
-apresúrense y tomen todo lo que puedan para ya largarnos de aquí -indicó quien parecía ser el jefe o al menos quien estaba a cargo.
Los bandidos comenzaron a sacar el vino de los estantes y los guardaban en bolsas, Freckle por otro lado estaba escondido, temblando de miedo, se le dificultaba respirar y un sudor frío bajó por la frente de este -"Nececito salí de aquí" -pensaba el felino atigrado, agarrando fuerzas logró levantarse para intentar salir de ese lugar, sin embargo una luz alumbró su cuerpo.
-¡Hey! ¡Encontré a uno, está por las mesas! -grito uno de los bandidos mientras apuntaba a Freckle, este al ver que lo habían atrapado se apresuró a esconderse nuevamente por las mesas, su cuerpo apenas le respondía, una sensación de terror se apoderó de su cuerpo, su visión se volvía borrosa y casi no podía respirar, si seguía así, dentro de poco se iba a desmayar.
-"Voy a morir, no, no, no ¡No! -pensaba Freckle mientras se agarraba la cabeza con desesperación -"¿¡Qué hago!?
El miedo comenzaba a apoderarse del pequeño tigre, lo iban a atrapar, sentía como su cuerpo ya no le respondía, su visión se oscurecía al ver a los bandidos acercarse a la mesa en la que estaba escondido y al final, cómo era de esperarse, uno de los gatos por fin lo encontró, este apunto su arma contra Freckle y...
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-Tenemos que volver a prender las luces, quizá solo fue un apagón -sugirió Mitzi al grupo de sus empleados, al aceptar, estos comenzaron a caminar. Ya casi iban a llegar a la sala de control, hasta que una voz los hizo pegarse a la pared y apagar la linterna -Listo ya apagué la electricidad, no podrán pedir refuerzos ¿Qué sigue?
