8장

23 4 0
                                        

Él te hacía daño y creo que tú lo sabias. Los días pasaban y tu cada vez te ibas poniendo más "Rebelde".

Resulta que ese principe de chaqueta de cuero que capturó nuestra atención aquel día que llegó no era más que una cínica fachada, cada dia que pasaba el se iba revelando de forma brusca, pero aún así tú seguías a su lado al igual que otros chicos y chicas.

Que estúpidos.

Solo estaban encantados por su perfecta sonrisa, aún así me hacía sentir inferior, es decir, el siempre tuvo la delantera por ser popular, uno muy engreído por cierto.

Paso un mes y medio, tu ya habías cambiado por completo, ya no te lograba reconocer. Tus notas bajaron como una montaña rusa con un descenso infinito, tu personalidad era cada vez más asquerosa, tu sonrisa me producía todo menos ternura y amor.

Ya no te reconocía Yeonjun, ya no eras el chico del cual me había enamorado.

No fue hasta aquel el día de fuertes vientos y larga lluvia cuando apareciste fue mi casa a la una de la madrugada.

Yo me encontraba terminando un trabajo en la planta de abajo de mi casa cuando golpeaste de forma brusca la puerta de entrada, me asustaste mucho incluso las peores cosas pasaron por mi cabeza, quizá podría ser un asesino en serie creo que tocaba la puerta.

Esa noche me encontraba solo y el miedo me invadia. Recuerdo como con un cojín en la mano me acerqué a la puerta, que por cierto, tu no dejabas de golpear.

Observe por el pequeño agujero que permite ver a la persona de otro lado, ahí fue cuando te vi, estabas completamente mojado y con la cabeza gacha, sentí pena y mi pecho dolió un poco al verte en ese estado.

Recuerdo cómo lo hacen el cojín y abri la puerta de manera rápida y brusca haciendo que tus saltaras en tu lugar.

No me dejaste ni preguntar qué hacias a esas horas fuera de mi casa cuando ya me abrazabas de manera urgente, me demore unos segundos en corresponderte el abrazo.

Luego solo pase mis brazos por tu mojado cuerpo y te pegue a mí con la intención de transmitir te un poco de calor, podia sentir tus pequeños sollozos en mi hombro lo cual partió mi corazón en mil y un pedazos.

Ay, Yeonjun, era extraño como mis emociones dependian de las tuyas.

Cerré la puerta aún contigo abrazandome y luego comenzaste a pedir perdón una y otra vez prometiendome que nunca más volverás a tratarme de aquella manera tan inapropiada y que sólo me protegerías y me darías todo el amor y afecto que merecía.

Esa noche lloraste por horas en mi regazo mientras mis manos proporcionában suaves caricias en tu cabello. Yo perdone todos tus errores y tú besaste mi frente en forma de agradecimiento, luego te levantaste de tu lugar hiciste una larga reverencia frente a mí mostrándome tu respeto.

Esa noche ambos nos quedamos dormidos en el sillón de mi casa.

Good Bye, My LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora