Harry deseó no tener tantos relojes colgados en el departamento. Quizá esa fue la primera vez que se dio cuenta de aquel problema. Tenía uno digital en la cocina, encaramado encima de la nevera; otro en el salón, junto a la tele; y otro en el maldito dormitorio. Era como si no pudiera evitar mirarlos, ver las manecillas haciendo tictac y preguntándose dónde demonios estaría Louis.
¿Estaba el omega de fiesta? ¿En el regazo de algún alfa? ¿Besando a alguien? ¿Dejándose besar? Joder, a ese paso se iba a volver loco y quizás calvo a una edad temprana.
—No mires. —Se ordenó a sí mismo mientras volvía la vista a la tabla de cortar. Estaba tratando de preparar una comida sencilla de pollo salteado y un poco de arroz jazmín.
La cabeza se le volvió a mover por sí sola y le hizo levantar la vista al cabo de un rato, dándose cuenta de que ya eran las nueve de la noche. Louis debería de estar ya en la discoteca, moviendo su pequeño cuerpecito al ritmo de la música. Cómo deseaba Harry poder estar allí para ver a Louis en todo su esplendor. El omega era un gran bailarín, a decir verdad, aunque sus movimientos de baile solían ser inventados sobre la marcha.
No, no pienses en Louis y en su cuerpo, vuelve a la cocina. Harry echó el pollo en la sartén y se secó las manos con una toalla. Debería estar enfadado, echando humo incluso, por la reacción del omega el otro día. Él había pensado... Que eran algo, que podían ser una pareja, que estaban en camino de ser algo más... Algo más que mejores amigos.
Pero no, había sido rechazado de la peor manera posible y ahora se revolcaba, todo solo, en su cocina mientras Louis estaba fuera, bailando y riendo con su hermosa risa para que el mundo la oyera y la viera.
Mío. Susurró su alfa mientras Harry suspiraba. No, Louis nunca fue suyo... Sólo eran sus estúpidos pensamientos diciéndole aquello. El omega había dicho sin tapujos que sólo eran amigos y que lo había ayudado con su celo por la bondad de su corazón; como amigo.
El tiempo que había pasado con el omega lo había significado todo para él, mientras que para Louis no significó nada. Harry nunca hubiera imaginado que sería él quien se quedaría en la zona del amigo.
—Mierda. —Harry sacó el pollo del fuego justo a tiempo y cogió un plato. Su teléfono sonó y estuvo a punto de tirar toda la sartén al fregadero. Empujó el plato, apilado con el pollo (que no parecía nada apetitoso) y se lanzó a por el teléfono que estaba en la encimera.
Era un mensaje de Niall preguntándole qué comida para llevar debía pedir.
Definitivamente comida china. Le devolvió la respuesta a su amigo alfa y puso el teléfono en silencio. No tenía tiempo para lidiar con las tonterías de Niall en ese momento.
Pero antes de dejar el teléfono, abrió Instagram. Se preguntó si Louis había publicado una historia o algo así, pero lo que obtuvo fue aún más sorprendente, ya que el nombre de Zayn Malik apareció en la parte superior. Harry pulsó con entusiasmo el pequeño círculo naranja y rosa para ver la historia. Casi se le cayó todo lo que tenía entre las manos al mirar al bonito chico de la historia; al chico que deseaba tener entre los brazos en ese mismo instante.
Era una foto de Louis con sus finos labios rosados dibujados en una impresionante sonrisa, con los ojos arrugados y todo, mientras levantaba un vaso de tequila. Harry podía ver un poco del vello de la axila del omega y el lado de su costilla, ya que la camiseta blanca de tirantes que llevaba era demasiado grande. Le tembló el pulgar mientras hacía una captura de pantalla. La siguiente historia también estaba protagonizada por Louis con la descripción "Tommo borracho", y era un boomerang de Louis saltando en la pista de baile. Harry también guardó esa.
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Marks On My Baby (Traducción)
Romance-¿Qué es eso? -Harry no había querido que su voz sonara tan afilada, e incluso se estremeció ante su propio arrebato. Fue más un siseo que una pregunta real, pero por ahora, estaba demasiado sorprendido como para preocuparse. -¿Qué es qué? -preguntó...