04

2.9K 198 4
                                    

Sara

Pasaron varias semanas y yo todos los días recibía aquellas cartas con dibujos o piropos del chico misterioso, a mi no me molestaba para nada y es mas, podía decir que estaba demasiado enamorada de ese chico aún que jamás lo hubiera visto.

En estas semanas había sentido a mi hermano algo nervioso cuando hablaba de las cartas al igual que Lionel algo que me hacía creer que ellos sabían quien era y no me lo querían decir, Anto insistía en que era Lionel el de las cartas pero para mí era totalmente imposible que fuera el pues él jamás se enamoraría de mi, soy la hermana de su mejor amigo y casi como su hermana menor imposible que él me viera como algo más que eso, una amiga.

Ese día Anto y yo esperábamos a Mateo y a Lionel para irnos a nuestras casas en bicicleta yo estaba algo triste por que no había recibido ninguna carta del chico misterioso cosa que jamás había pasado en estos meses. A lo lejos vimos salir a Mateo y a Lionel, solo que ambos se notaban decaídos más que nada Lionel.

- ¡Hola Leo! - este a penas me sonrió y yo fruncí el seño, no era normal en el eso y que siempre que lo saludaba solía sonreírme o algunas veces ponerse rojo por razones que no entendía - ¿Estas bien? - pregunte preocupada -

- La gente de Newell's no quiere seguir pagando el tratamiento de Leo, deberá buscar otro club que quiera ficharlo y pagar su tratamiento - dijo Mateo con tristeza mientras el más bajo suspiraba -

- Así jamás seré el mejor - dije mientras aguantaba las lágrimas -

- Ay Leo no digas eso, vas a ser el mejor aún que no seas tan alto - dijo Anto tratando de animarlo, yo me acerqué para abrazarlo -

- Estoy seguro de que pronto algún club va a pagar tu tratamiento para que seas el mejor del mundo - este correspondió al abrazo mientras Mateo sonreía de lado al ver ese gesto mío -

- Eso espero - secó sus lágrimas - en dos semanas hay una prueba de River un día después de mi cumpleaños pero es para mayores de 12 - dijo suspirando -

- ¿Y que vas a hacer? - pregunto Anto -

- Papa dijo que iba a hablar con la directiva, capaz hacían una excepción cuando me vieran jugar - suspiro -

- Vas a ver que cuando te vean jugar no les va a importar pagar tu tratamiento - dije feliz pero este se veía triste aún -

- Sara, River es un equipo de Buenos Aires - Mateo suspiro - Si fichan a Leo deberá mudarse a la capital -

Al decir esto sentí como un balde de agua fría caía sobre mi, yo mire a Lionel y este de inmediato agacho la cabeza con tristeza.

- Papa dice que vendríamos los fines de semana a Rosario salvo cuando tenga partido, pero no se, yo no quiero - yo volví a abrazarlo con tristeza y este correspondió a lo que mi mejor amiga carraspeó la garganta llamando nuestra atención -

- No deberíamos estar tristes, si estos son las últimas meses de Lionel en Rosario deberíamos hacer que se la pasara de la mejor manera posible - dijo esta a lo que Mateo asintió -

- Anto tiene razón ¿Venis a quedarte en casa? - dijo con una sonrisa a lo que Leo asintió -

- Tengo que preguntarle a mamá pero no va a tener problema - nos dio una pequeña sonrisa mesclada con tristeza- gracias por no enojarse por que me voy -

Paper Rings || Lionel Messi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora