08

2.5K 188 6
                                    

Sara

Que difícil era decir adiós, que difícil era ver como una persona que tanto queres se va de tu vida de a poco mientras que otra se apaga lentamente y sentis como se va de tu lado.

Esa situación vivía con tan solo 8 años, mi amigo de toda la vida y ahora novio se iba a otro continente detrás de su sueño mientras mi hermano se escapaba corriendo de la muerte como si de un fugitivo se tratase.

Y acá estaba, llegando junto a mi padre quien llevaba a mi hermano en sillas de ruedas debido a su reciente operación al aeropuerto para despedirnos de Leo, yo iba con la mirada baja aguantando las lágrimas, llevaba un regalo echo por mi para el. luego de caminar unos minutos nos encontramos con la familia Messi despidiéndose de algunos familiares y yo al ver a Leo corrí a abrazarlo este correspondió enseguida, yo comencé a llorar mientras al rededor nos miraban con algo de ternura y tristeza también.

- No me voy para Siempre mi Sarita, nos vamos a volver a ver - dijo con una sonrisa a lo que yo asentí, nos separamos del abrazo y este seco una lágrima que caía por mi mejilla derecha -

- No quiero que te vayas Leo - dije con tristeza suspirando - ¿y si no nos volvemos a ver nunca más? - dije con tristeza -

- Vas a ver que si nos vamos a volver a ver muy pronto y si llego a debutar en primera te voy a llevar a Barcelona conmigo - dijo con una sonrisa -

- ¿Me lo prometes? - este asintió - te traje algo Leo - susurre con una pequeña sonrisita de timidez -

- a ver - lo tomo y al sacarlo vio un cuadro de ambos con la foto de nosotros de cuando me dormí en su hombro - Wow, gracias Sarita, no sabía que tenías esta foto -

- Te la olvidaste en casa cuando te la di y le saqué una copia antes de devolvértela - la voz de Mateo nos interrumpió a ambos, Leo sonrió y lo abrazo con una sonrisa de inmediato - te voy a extrañar amigo, no te olvides de escribir - dijo riendo a lo que Leo también rio -

- Les prometo mandar muchas cartas a ambos - dijo morándonos y yo sonreí con felicidad - Sara, hice esto para nosotros - dijo buscando en su bolsillo y sacó dos anillos de papel, uno rosado y otro celeste, yo reí con ternura y Mateo tomó su cámara para grabar el momento - son anillos de papel para cuando seamos grandes nos casemos, el azul es el tuyo y el rosado el mío -

- ¡Me encantan! - el me puso el mío y yo con una sonrisa lo abracé y dejé un piquito en sus labios con una sonrisa - lo voy a cuidar con mi vida Leo -

- Cuando crezca te voy a comprar uno más brillante - dijo y yo sonreí negando -

- ¿Sabes? Me gustan las cosas brillantes pero con vos me caso hasta con anillos de papel - dije sonriente y este me miro con ternura -

- Aun así, cuando seas mi esposa te voy a comprar las cosas más brillantes de todas - dijo mientras tomaba mi mano y comenzábamos a caminar por el aeropuerto, faltaban dos horas para que él saliera y queríamos pasar un rato más juntos los tres -

- Leo, espero que no me cambies por algún gallego medio boludo - dijo Mateo con una sonrisa haciendo reír a mi novio -

- Obvio no, jamás te cambiaría amigo - dije con una sonrisa - cuando te cures voy a venir a verte a vos y a tu hermana - yo abracé su brazo con una sonrisa mientras este me miraba y me sonreía a mi y luego a mi hermano -

- Acá te vamos a esperar siempre amigo, esta siempre va a ser tu casa y nosotros tu familia - dijo mi hermano y yo asentí -

- Iré a comprar algo para comer, ahora vengo - dije yendo a un kiosco que había cerca dejando solos a mi hermano y a Leo -

Lionel

La vi irse y mi mirada se dirigió a mi amigo, fui a sentarme en un banco cercano mirándolo con una sonrisa y él se acercó en su silla.

- No quiero irme - susurre con algo de tristeza - es mi sueño y todo pero no quiero dejarlos ni a vos estando en recuperación ni a Sarita -

- No pences en nosotros dos, por primera vez pensa en vos Leo, es tu vida y es tu futuro - dijo mirándome con una sonrisa - no mentimos yo y Sara cuando decimos que vos vas a ser el mejor del mundo, pero jamás vas a triunfar acá, así que anda a Barcelona y demostrarles a esos gallegos que sos el mejor del mundo - me codeo y yo asentí -

- Eso voy a hacer, gracias amigo - dije con una sonrisa - Cuida de Sarita, que ningún otro boludo la vaya a enamorar - reí -

- Te aseguro que no, imposible que alguien más la enamore - nego mientras observábamos a Sara comprar algunos dulces no muy lejos de nosotros - espero que vos tampoco te enamores de otra y la lastimes -

- Eso también es imposible, Sarita es la mujer de mis ojos, eso tenelo por seguro - el rio mientras negaba levemente -

- ¿De que hablaban? - pregunto Sara dándole a su hermano un alfajor guaymallen y a mi un paquete de mis gomitas favoritas - cómelo despacio Mateo no te vayas caer mal - dijo esta con una sonrisa y luego se sentó a mi lado -

- Hablábamos de que ahora no voy a comer más alfajores por un tiempo - dije con una sonrisa a lo que esta abrió su boca levemente -

- Que triste va ser tu vida ahora Leo - dijo con tristeza negando -

- Creo que voy a sobrevivir sin alfajores - reí -

- Yo no podría -

- ¡Leo! - la vos de mi madre llamo mi atención y yo la mire rápidamente - ¡Vamos que tenemos que hacer chequin! - los tres nos miramos y yo suspire para comenzar mi camino hacia mi padre siendo acompañado por Mateo y por Sara -

Llego el momento que menos quería, era hora de la inevitable despedida, no quiera hacerlo por que sin duda odiaba muchísimo las despedidas pero las palabras de Mateo me hicieron reflexionar y él tenía razón, era hora de pensar en mi futuro y si este estaba en Barcelona ¿quien era yo para negarme? A parte de que Barcelona siempre me había generado algo muy dentro de mi, nada me haría más feliz que debutar en primera ahí, tal vez si me esforzaba me convocarían a la selección argentina, nada me ilusionaba mas que ganar un mundial con país, aún que eso ya era soñar en grande.

- Mateo, Sara, despídanse de Leo que ya nos tenemos que ir - dijo el señor José a lo que ambos asintieron -

- Bueno, creo que es momento de despedirnos - dije suspirando para abrazar a mi novia y después a mi mejor amigo - nos vemos, los voy a extrañar - dije con una pequeña sonrisa aguantándome las lágrimas -

- Nosotros también te vamos a extrañar Leo, no te olvides de que acá estaremos esperándote - dijo Sara y yo asentí - adiós - dejó un beso en mi mejilla y yo sonreí para volver a abrazarla -

- Voy a volver por vos - susurre en su oído y esta sonrió levemente y nos separamos del abrazo - adiós -

Me despedí de Mateo y de su padre, llegó el primer llamado y ya era hora de ir a que nos revisaran las maletas y después debíamos subir al avión, mis padres tomaron mi mano y yo los seguí mientras Sara y Mateo se iban con su padre, volví q agitar mi mano al igual que ellos y al final los perdí de vista entre la gente.

Ahora si, mi nueva vida comenzaba y esperaba que fuera tal y como la soñaba, iba con el propósito de brillar en Barcelona y eso iba a ser, iba a brillar para así ser el orgullo de argentina.

Paper Rings || Lionel Messi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora