—¿Cómo me puedes pedir eso? —Es lo más disparatado que he oído en mi vida. ¿Se cree que voy a dejar que Dallas vuelva a esa vida vacía que intentaba llenar con borracheras y drogas? —¿Qué te pasa, Isa?
—Solo quiero que Dallas vuelva con nosotros, con sus amigos. Y con Ashley.
Sacudo la cabeza con confusión.
—¿Cómo que con Ashley? Ellos no tenían nada. Dallas me dijo que solo...
—¿Qué solo echaban polvos y ya? —termina ella por mí al ver que no me atrevo a soltarlo yo misma. Me quedo con los ojos como platos —Créeme, ahí había algo más, querida. Te voy a confesar una cosa: Ashley empezó a enamorarse de verdad de Dallas. Quería cambiar por él. Y tu llegada lo arruinó todo para ella.
—Pues menuda manera más rara de querer a alguien —digo, recordando lo que él me contó aquella noche cuando nos confesamos el uno al otro el amor que sentíamos mutuamente.
—¿Por qué lo dices? —Tía Isabella entrecierra los ojos.
—Porque le amenazó con no dejar de enrollarse con ella, si no iría a mi abuela con el chisme de todo lo que hacía, sabiendo que de ese modo lo podría echar del piso y...
—Claro, claro, claro. Te importa mucho que él se vaya del piso, ¿no? Así ya no lo tendrías tan vigilado y no te lo podrías tirar todas las noches.
—No voy a permitirte que me hables así, Isabella. Mucho menos cuando se trata de Dallas y de lo que en verdad siento y quiero de él —le digo muy seria.
Nunca pensé que me dirigiría de este modo a alguien de mi familia, y mucho menos a alguien que no he visto desde hace muchísimo tiempo y de la que no me esperaba que me dijera todas estas cosas. Nunca he sido una superficial y nunca lo seré.
Por algo sabía que el Dallas de antes no era para mí, por algo nunca he tenido novio, porque es difícil encontrar a uno que te tome en serio, y por fin cuando he dado con el adecuado para mí, no pienso dejar que nadie se entrometa.
—¿Aceptas o no el trato? —pregunta, cambiando el rumbo del tema del que estaba hablando.
No lo voy a hacer. Claro que no. Dallas ha superado todo ello hace dos meses, y no pienso hacer que retroceda. Ya bastante encima tiene con lo de su padre como para que ahora vengan tía Isabella y Ashley a querer llevarlo de nuevo a ese mundo solo por tener a su "alma de la fiesta"
—No —espeto negando con la cabeza para asegurarme de que le queda más que claro —. No pienso hacerlo lógicamente, Isabella. Lo quiero, y me niego a que vuelva a caer en ese mundo.
Tía Isabella me mira de manera intensa. No conocía ese lado de ella hasta esta noche, y la verdad, me da un poco de miedo. Mucho miedo más bien.
—Tienes que hacerlo, Emma.
—Ya te he dicho que no.
—¿No? —suelta una carcajada que a mí, internamente, me saca de quicio —¿Quieres acaso que Ashley le cuente a tu abuela lo que pasa bajo su techo por las noches o cuando ella no está?
No podía seguir ahí. Isabella estaba soltando muchas barbaridades y a mí me estaba empezando a dar un mareo. No quiero que me siga diciendo más cosas, si no, voy a terminar acabando en urgencias.
Aquí no está Dallas. Si me ven tirada en el suelo tal y como pasó en la casa de Samuel, todos acordarían llevarme al hospital, no darme una atención privada y sentimental como lo hizo Dallas conmigo.
—Me tengo que ir —digo levantándome de la silla en la que me había sentado para tomar la copa con ella y salgo disparada de la cocina.
—¡Emma! —grita Nadia cuando me ve —¿Qué tal todo?
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En El Cuarto de Al Lado ✔️[COMPLETADA]
Lãng mạnVolver a Quebec a la casa de mi abuela desde Manitoba fue la mejor decisión que he tomado en la vida. Después de tantos años de soporte de miradas criticonas y burlescas en el instituto y de por fin marcharme de casa, siento que soy libre. Y así e...